Quiero mirar la vida como lo hace una flor...
Marinel.

sábado, 30 de enero de 2016

Cosas que cuestan...

Me cuesta un mundo desenjaularme.
Amo esta celda sin yo quererlo.
La mansedumbre me teje afectos,
me hace olvidar tanto avatar desagradable
que siempre saca la fiera que llevo dentro.

Si rujo, tejo en espinas.
Pinchan mis dedos, mi corazón,
 y de mis ojos
salen riachuelos.
No.
 No lo quiero.
Me da miedo...

Tejí de instantes benévolos
esta galera de cautiverio para
el amparo de mis apegos.
Aquí, resguardadita vivo a mi pairo,
me cuesta cero reír aun no queriendo y
 hasta los cantos me vienen solos sin yo saberlo:
Tararí, tararí, tararero.







miércoles, 27 de enero de 2016

Sedosos susurros...

Fue surgiendo la tarde arrebolada a lo lejos
como haciéndole el cortejo a mi mente obnubilada.
Se poblaron los pensares siendo calles y callejas
con sus portales abiertos sin temores.
Resuenan a sí bemoles pasos tenues en la calzada.
Agotada me aposento en una fuente marchita.
Escucho crepitar la hoguera de ayeres incandescentes.
Silba el pájaro futuro en el árbol del presente, y yo, 
recuperado el aliento, observo como las flores
van abriéndose entre sedosos susurros mientras
el sueño me abate. La noche con su azabache
me desprende el hipnotismo, desaparecen las calles,
las callejas y la fuente; hasta el pájaro y la hoguera.
Ahora soy enredadera de la realidad que late.

                                          

lunes, 25 de enero de 2016

Día de cuento.

Hoy os voy a contar un cuento. Como nota discordante, para romper un algo la monotonía de mi isla donde siempre pugnan versos por salir a vuestros ojos. En realidad lo vamos a contar entre dos:
Ester, del blog: Autodidacta y yo.
Ella tuvo la idea de escribir un cuento para que lo finalizásemos quienes quisiéramos de cuantos la visitamos y yo me presté a ello sin mucha convicción porque no estaba inspirada. Es un sol y me ha invitado a traérmelo así que lo expongo aquí y os recomiendo que la visitéis, es divertida, sabia y encantadora.
Aquí va el cuento. El inicio es suyo, a partir de advirtió es mi final.

Mira mi niña que te quiero mucho y te doy todo lo que me pides, te tolero todos los caprichos, los imposibles y las rarezas, Todo te lo consiento.
Olvida inquietudes, pídemela y te la daré, no te asuste verla efímera en el charco, donde se diluye en un chapoteo o se escapa con el día. Pídemela y te la daré, la guardo en el lago, la tengo en la fuente, espera en el mar, pídeme la LUNA  la tendrás. Pídeme la LUNA pero...no me pidas el amor del hombre que ama a tu hermana, no te lo puedo dar, no debiste nunca aspirar a él, tu aya te lo advirtió.
La niña llora desconsolada dejando caer sus lágrimas sobre el charco, el lago, la fuente y el mar y de tanto llorar se secó de pena sabiéndose lejos de poder conseguir lo que más quería que tan solo era amar a quien no debiera.
Tener la certeza de tal circunstancia, de ese desamor, la sumió en una tristeza irresoluble llevándola directa hacia el cielo inmenso. Allí acompañó, siendo ya una estrella, a la blanca luna. 
Allí, al fin...entendió.


miércoles, 20 de enero de 2016

Pájaros de alabastro


Cuando desfallece el día y la oscuridad se cierne
sobre todas las cosas, es cuando más siento la importancia
de las manos, pájaros de alabastro descubriendo tactos
para mis sentidos. Yo las amo y les digo que me lleven
y traigan por todo el universo que concentran sus palmas,
que recogen sus dedos, y me abran caminos de fulgores
intensos o de luces chiquitas; a su antojo lo dejo.
Atolondran la mente como un rayo en el cielo
con tan solo posarse en la piel del amor.
Son susurros al viento si la música suena.
Son campanas de adiós si la muerte se acerca.
Son un cosmos las manos donde el alma es viajera.


domingo, 17 de enero de 2016

Obstinación...

Placidez en la espera de nada bajo fanal de luz
permanente sin atisbo de osadía persiguiendo
abismos de sucesos irrealizables e incognoscibles.
Nada como esa ausencia de anhelos por alcanzar
metas idealizadas tras caminos tortuosos.
Persevero en  su búsqueda. Ahí fuera debe haber
 algún vértice donde ubicarse al abrigo de zozobras...


sábado, 9 de enero de 2016

Sin cosquillas...

Me he puesto en los labios un grano de dulce maíz como cuando quieres que venga ese pájaro y te mordisquee, te haga cosquillas y te haga sentir el fin de su hambre. A la inspiración yo la veo así siendo siempre pájaro en búsqueda intensa. Mas...no logro incitar su estómago, parece que hay muchos otros labios que mordisquear y hacerles cosquillas. Su volar no engarza ni un trémulo anhelo de mis labios presos, apretados, tiesos. La mirada vaga buscando la llave que atraiga sus alas en medio de una vaguedad que aunque no me es extraña, me daña y me muere por no poder rimar. ¿Dónde se hallarán todas esas letras que quiero engarzar haciendo un poema? A lo lejos veo puertas y sus cerraduras brillan relucientes queriéndose abrir, pero de las llaves nada sé. No sé si aparecerán...Quizá se quedaron en el fondo negro de ese pozo ufano de rimas y sueños. Hoy escribo, no sin duras penas, un cúmulo insólito de letras sin rejas yermas de poesía siendo sólo letras que vienen sin más.

Fotografía de Llya Kisaradov

martes, 5 de enero de 2016

Por si...

No hay ases bajo la manga, este juego no tiene perdedores.
Todos ganamos dejando a la deriva del viento los sueños
mientras, atentos, observamos sembrarse los días.
Yo siempre me reservo alguno por si el céfiro mudase
a ventisca y me los arrebatara.



*Feliz noche de reyes, que os dejen muchos sueños cumplidos,
 pero por si no...guardad siempre alguno.
;)
Besos.

Unas palabras profundas...

Ahí afuera, mas allá de ideas de bien o mal,

hay un lugar.

Nos vemos ahí.

Cuando el alma yace sobre la yerba.

El mundo esta demasiado lleno para hablar de él.

Las ideas, el lenguaje, incluso la frase 'cada uno'

No tienen sentido.



"Yalal ad-Din Muhammad Rumi"
















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