Quiero mirar la vida como lo hace una flor...
Marinel.

domingo, 20 de diciembre de 2020

Besos de chocolate

 Elucubro mil maneras

de sentir júbilo o, al menos,

un atisbo de alegría.

Se me enredan las neuronas

cual estas luces que dormitan

en mis manos a la espera de 

llegar hacia el hogar...



El razonar solo divaga, se aleja hacia

esas otras alhajas  ávidas de besar el conjunto 

de mis labios y su cavidad jugosa.

Nos observan lastimosas las candelitas

sabiéndose ya vencidas...

No hay mayor satisfacción  que un ósculo

te arrebate hurgando en profundidad la caverna

de la boca, te haga perder el sentido, toda luz, todo pensar...

 

Y acabé en oscuridad, embriagada hasta 

los huesos de enajenado placer...

¿Iluminar?

¿Qué cosa, casa, o espíritu?

Mejor fundirse de goce.

Conjugué pues ese verbo irracional

e inexistente...

¡¡Chocolatear!!


*No estoy muy motivada para escribir, la verdad es que está siendo un año durísimo que sobrellevar como se puede. Sin embargo, es cierto que escribir me produce siempre una ilusión, tal vez necia, sí, pero por un instante todo se aleja y parece volver el pasado donde no sabíamos que la rutina era pura magia...

Aún así y a pesar de todo, os deseo de todo corazón una Feliz Navidad. Cuidaos mucho, ¿sí?

Besos de chocolate ;D

domingo, 8 de noviembre de 2020

Arbolito mío...de mi vida

 Mirándote me lamento...

¿Qué podría decirte yo, arbolito deshojado?

Escribir una diatriba cargada de descontento,

ira, furia, incomprensión...

Podría. Oh, sí, podría.

Sin embargo...me late un corazón dentro.

Esperpéntico, casi desnudo, y tus frutos

 perdidos entre lamentos.

Siento que de nada serviría todo ese enojo, 

comprensible, bien es cierto, para animarte a seguir

 luchando por tus esquejes que germinaron 

un día henchidos por la ilusión.

¿Cómo hundirte en tu apariencia?

¿Quién soy yo, si lucho por mis raíces,

 por mis hojas desprendidas,

por poder mirar al cielo sin temor?

Arbolito de mi vida...

Sentada a tus pies te observo.

Mis manos se vuelven alas

 llenando tu tronco de besos.

Callo y dejo que fluya el sentimiento 

de esperanza, en un, tal vez, fútil intento

 de guarecernos unidos de este insano viento, 

egoísta y desalmado.

Arbolito mío, mi amor llegará más lejos.

Ante la tesitura de hundirnos

 o seguir hasta los huesos...

No cejo.

Sigamos en el intento.




domingo, 18 de octubre de 2020

Florecillas...

De frágil apariencia...

Diminutas.

Algunas, atribuladas, se vencen...

Caen en desliz.

Otras, impertérritas, permanecen.

Sus aniñados pétalos envalentonados.

A sabiendas de que la luz volverá...


Yo las observo sintiéndome una

de ellas resistiendo en el cristalino habitáculo...

Una más buscando el rayo vigoroso.




Unas palabras profundas...

Ahí afuera, mas allá de ideas de bien o mal,

hay un lugar.

Nos vemos ahí.

Cuando el alma yace sobre la yerba.

El mundo esta demasiado lleno para hablar de él.

Las ideas, el lenguaje, incluso la frase 'cada uno'

No tienen sentido.



"Yalal ad-Din Muhammad Rumi"
















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