Suelo cuestionarme en demasía el ansia de escribir que me gobierna, sobre todo, ese afán desmedido de poetizar, por libre, eso sí, cualquier cosa que sienta.
No hallo solución a tamaña cuestión. Es como si las letras hubiesen corrido siempre por mi sangre, amalgamadas a leucocitos, eritrocitos y plaquetas. Las letras serían algo así como...
"Letcocitas" viajando en el rojo apasionado de la savia de mi cuerpo.
Soñaba desde niña en escribir algo similar a aquellas letras que absorbía con deleite. En principio cuentos, para luego pasar a la poesía y cómo no, a los libros.
Lo soñaba en la misma proporción que soñé, desde que mis pies conocieron el suelo, en evadir dicha superficie en aras de tocar el cielo que hechizó mi infancia dejándome su influjo a perpetuidad.
Ser bailarina era otro logro, que con el tiempo, comprendí inalcanzable. Lo que no es óbice para deslizarme cual si lo fuera.
:)
He contado alguna vez, de cómo mis huesos nacieron empeñados en salirse de mi cuerpo, sobre todo, las extremidades, por lo que tenían que enyesarme a cada poco. Con la emigración de mi Andalucía natal a Valencia, consiguieron afianzar esos artilugios óseos, a base de inyecciones dolorosísimas, botellitas rosáceas y miles de pócimas más que fueron alejando el sueño de volar sobre mis puntas.
Lo llevé como puede llevarlo cualquier niña rodeada de amor del bueno, y que a la postre, con once años, comenzó a ver los resultados de tanto batiburrillo médico, notando el crecimiento hasta ese momento lejano, inalcanzable en apariencia. Era una miniatura infantil hasta entonces.
De ahí que, al decir mi hija que quería bailar, algo desbocado emergiera en mi pecho.
Lo de escribir lo llevaba tatuado al rojo, como he dicho antes, pero hete ahí, que también hubo de quedarse en la cuneta a causa de la tan temida, sempiterna y generalizada en este país, falta de recursos económicos.
Cómo describir el placer sentido al asegurar mi hijo que se dedicaría al periodismo...
Siento algo así, como que mis sueños fueron inyectados en mis vástagos, para de alguna manera, ésta vida que tanto obstaculizó mis pretensiones, me devolviera parte de lo robado.
Es algo de agradecer a pesar de los pesares, sin duda.
Así pues, tras haber realizado un tramo del camino, de mi camino, sigo sin entender esa determinación mía por unir letras, cosa que realizaba años ha, sólo para mí, y que un buen día abrí al exterior, a otros ojos humanos distintos a los míos.
Comencé avergonzada, temerosa e inequívocamente inexperta acumulando errores, algunos garrafales gramaticalmente hablando, ya que en mi cabeza surgían perfectos,ja,ja,ja
¡He aprendido tanto leyéndoos!
Así que esta disertación, digamos... "Ad hoc", es para daros las GRACIAS, no sólo a l@s que comento siempre desde el corazón, sino a l@s que del mismo modo leo sin dejar otro rastro que no sea el de mi mirada y mis latidos.
Y en un a parte, comentar así, bajito, casi en siseo a mi amigo, el profesor Luis Antonio, que el resultado de mi prosa es un desastre similar a mis intentos poéticos, pero extendido, ja,ja,ja
Que jamás podré expresarme tan maravillosamente como tú o tant@s otr@s, pero que no dudes ni por un segundo que lo intento, además de lo mucho que agradezco tus consejos y comentarios.
Muakkk para ti.
Besos también para el resto, naturalmente, mis amig@s querid@s, por vuestra benevolencia para conmigo y por esas sabias lecciones, que inconscientemente dais a ésta que escribe porque le sale de las venas.
Al final creo que esa es la respuesta,sí.
*Aún estoy de relax, moviéndome de aquí para allá, pero imagino que volveré.
O no,realmente no lo sé, no me propongo nada. De momento, escribo en cuentagotas mientras el verano se pasea por mí.
Os sigo.