Quiero mirar la vida como lo hace una flor...
Marinel.

domingo, 30 de junio de 2013

Miscelánea.

Errante  y condensado,
álgido  y ardiente,
ostensible y velado,
práctico y utópico...

...A cada cual su mundo
*Imagen de Google.

sábado, 29 de junio de 2013

Paño de lágrimas.

¿Dónde están los llantos? 
Díme, ¿en qué lugar?
Los hallo. Los pierdo.
¿Hacia dónde van?
¿Son quizá un aljibe, un pequeño estanque, acuífero al fin?
Siento en mis tejidos un algo esponjoso,
un lino delgado, ¡tan fino su hilar!
Yace en mis entrañas como telaraña
un lienzo capaz de empapar
todos los sollozos, el lagrimear.
Algunas se escapan, otras permanecen
ahí absorbidas.
Son las sin retorno.
Lágrimas perdidas que no volverán...


Imagen de Google.

jueves, 27 de junio de 2013

Abovedada.

Sigiloso el ocaso, enmudecido, casi amilanado, marcha. Hay pájaros lunares al acecho, parapetados en alféizares de luz blanquecina, observando la partida irremediable del día hacia el lecho espectral.
Con el alma apretada, gondoleros celestes surcan nubes grisáceas prestas a enlutarse. Viajan solos al ritmo de sus varas perpetuas que cual gas estelar, apagándose van.
En mis ojos una jarcia se tensa a lo lejos. Es de un barco encallado en mi cielo nocturno, donde viajan los sueños en constante sopor. Si los miro de lejos, los advierto marchitos, dándose por vencidos a vagar y vagar sin llegar a la isla.
Desde aquí, en la ventana del beso, a lo lejos de escolleras celestes, los proyecto hacia cimas muy altas como olas que saltan intentando alcanzar una brizna del techo del mundo. Encorajinados, sin miedos ni nudos, libres como el viento.
Deleite fantasma, crepúsculo antes de lo onírico. Bajo mi mirada nacen otros universos en los que no tengo patria potestad.

Imagen tomada de Google.

martes, 25 de junio de 2013

Destello sensual.

Nació en la entretela de la piel
 río lunar, arpegio musical
e incandescente.
Pobló el vientre un  suave fulgor
 fragante de energía en ascensión.
Sus senos revelaron el deseo,
 ramaje entre los dedos,
el tronco se erizó.
El cielo se tupió de terciopelo
cubierto de rocío.
¿Recuerdas amor mío?
Imaginó...
La timba de luceros se prendió.

Imagen tomada de Google.

domingo, 23 de junio de 2013

Mirando al mar.

A la orilla arriban las olas cansinas, amodorradas, reptando bajo el sol torrencial e insolente. En el firmamento, sudorosas las nubes, ansían anidar el celaje marino. 
Alboroto a lo lejos, porque las gaviotas tienen apetito. Los peces huyen pavorosos dejando un reguero de escamas; odian ser manjar de esas aves garfio. 
La quietud del entorno se rasga en profundos sonidos:
Rumor de las olas,  siseo de palmeras vistiéndose al viento, comadreo palmípedo sobre sus viandas, el runrún de sal o el suspiro exhausto de un náufrago a solas.
Canta una sirena en mágico arrullo atrayendo el sueño.
Toda su materia presagiaba el brote, esa pleamar de nostalgia viva que asoma a sus ojos, arrasa pupilas y nubla el ambiente. Lluvia  sobre manos trémulas, relincho furioso es el corazón.
Espíritu indómito anclado en bajura, calma chicha el mar.
Remanso tras de la zozobra de un instante insano.
¿Quién no ha sido nube, gaviota, pescado o sirena, náufrago u ola ante el mar?


Imagen tomada de Google.

jueves, 20 de junio de 2013

Delicadeza en flor.


De como algo delicado,
 trasgrede los espacios sentimentales, 
colándose por los intersticios suavemente,
 pugnando sin encono a la arribada de un latido que la nombre,
 la presagie y anhele su aroma cautivante, su presencia recóndita,
 el cáliz donde el polen la hace aire.

viernes, 14 de junio de 2013

Un lapsus hasta el retorno.

No sé si os pasa, pero a mí, cuando tengo muchas cosas entre manos...chassss, éstas se me entorpecen, se me desbarajustan, es como si de pronto fuesen el colmo de la debilidad y no puedan soportar peso alguno.
Suelo llamarlo síndrome de manos blandas.
Todo se me cae, lían en nudos intangibles lo imposible de anudar. De pronto son resbaladizas, casi tobogánicas, ya que cosa que se sube a ellas, se desliza. Como podréis suponer, bajo estas dos damiselas, no hay un acolchado de parque infantil, solo el duro suelo.
Es cuando más vasos y platos desaparecen de la despensa, yo asevero con empaque, tiempo más tarde, una vez curada de este extraño mal, no recordar haberlos roto... Sinceramente creo preferir borrarlo de la faz de mi mente, por aquello de sentir la torpeza punzándome por dentro sin misericordia alguna.
Borrón y cuenta nueva.
El hecho es que, gracias a no ser la primera vez de esa blandura táctil, una va aprendiendo a domarlas un algo, más bien a derivarlas a otros derroteros esquivando para ellas el estrés que las imposibilita.
Las alzo al vuelo, las rumbeo, las filigrano, ejercitándolas en sinuosos pasos de baile al aire y así, con esos contoneos bailarines, olvidan su delicadeza momentánea.
Salen airosas de ese zapateao o danza en punta según la música del instante, victoriosas, reforzadas, envalentonadas hasta el meñique.
Es mi recurso, uno como otro cualquiera para darles confianza, hacerlas saberse completamente útiles a mis brazos y mi abrazo.
Cada cual tendrá el suyo en casos como estos, porque imagino que todo el mundo, alguna vez, habrá padecido este misterioso síndrome de manos blandas...¿o no?
Contadme, contadme.
Yo os cuento, que escribiendo esto, me ha venido a las manos el poema de Miguel Hernández, intenso,hermoso, reivindicativo hacia ellas.
Os dejo un retazo de "Las manos"

No han sonado: No cantan. Su dedos vagan roncos,
mudamente aletean, se ciernen, se propagan.
Ni tejieron la pana, ni mecieron los troncos,
y blandas de ocio vagan.

Imagen de Google.

Bonita poesía la de Hernández, ¿verdad?
+
+
Ya queda menos...Os echo de menos!!!
Muakkkkkssss

Unas palabras profundas...

Ahí afuera, mas allá de ideas de bien o mal,

hay un lugar.

Nos vemos ahí.

Cuando el alma yace sobre la yerba.

El mundo esta demasiado lleno para hablar de él.

Las ideas, el lenguaje, incluso la frase 'cada uno'

No tienen sentido.



"Yalal ad-Din Muhammad Rumi"
















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