¿De dónde nacen los encantos? ¿Cuándo? ¿Por qué?
Son esos momentos dulces en los que algo bueno pasa y se queda regalándote felicidad, ese sentimiento provocado por la benevolencia de los instantes, por el divertimento, placer, satisfacción, etc.
¿Por qué mueren? ¿Cuándo? ¿Dónde van?
Los hechizos son efímeros. Su belleza radica quizá en esa fugacidad en la que se mueven y nos hacen sentirlos.
Jamás acierto a ni tan siquiera intuirlos cuando, como por ensalmo, ya se han ido sin despedirse...
El sortilegio acabó marchándose por la ventana. Salió el sol sin que apareciese y yo esperando lánguida su vuelta, asomé mis ojos en su busca. En las nubes se apreciaba una bruma rojiza, reflejo de su ira dolorida.
Tal vez.
Quedó mi mirada prendida en ella.
Fue entonces cuando mis pensamientos salieron tras el embeleso sin yo desearlo. Tropezaron con obstáculos terrestres; enredándose en las hojas de los árboles, perdiéndose tras el horizonte marino, angustiándose en caminos de retroceso al pasado, pasándolo bien en momentos felices.
Todo por buscar el embrujo desencantado y huido.
Tras mucho divagar por caminos ciertos e inciertos, llegaron a una conclusión desoladora:
Son esos momentos dulces en los que algo bueno pasa y se queda regalándote felicidad, ese sentimiento provocado por la benevolencia de los instantes, por el divertimento, placer, satisfacción, etc.
¿Por qué mueren? ¿Cuándo? ¿Dónde van?
Los hechizos son efímeros. Su belleza radica quizá en esa fugacidad en la que se mueven y nos hacen sentirlos.
Jamás acierto a ni tan siquiera intuirlos cuando, como por ensalmo, ya se han ido sin despedirse...
El sortilegio acabó marchándose por la ventana. Salió el sol sin que apareciese y yo esperando lánguida su vuelta, asomé mis ojos en su busca. En las nubes se apreciaba una bruma rojiza, reflejo de su ira dolorida.
Tal vez.
Quedó mi mirada prendida en ella.
Fue entonces cuando mis pensamientos salieron tras el embeleso sin yo desearlo. Tropezaron con obstáculos terrestres; enredándose en las hojas de los árboles, perdiéndose tras el horizonte marino, angustiándose en caminos de retroceso al pasado, pasándolo bien en momentos felices.
Todo por buscar el embrujo desencantado y huido.
Tras mucho divagar por caminos ciertos e inciertos, llegaron a una conclusión desoladora:
http://uploads.blogia.com/blogs/a/an/anu/anuskafm/upload/20061217124626-ojazo.jpg
El encantamiento había perecido.
Al fin y al cabo nada dura mucho tiempo.
ResponderEliminarComo por ensalmo. Como por encanto.
ResponderEliminarAlguien perdió sus letras cuando caminaba.
Otro alguien las recogía y quiso hacer otra historia con ellas; pero no pudo igualar el trabajo, aún habiéndolas recogido todas; entonces oyó un voz que le dijo: amigo, las letras son las letras, pero el alma, es el alma, y tu no puedes imitarla.
Amiga, ese alma la tienes tú y no puede ser traspasada.
Un abrazo por compartir tanta belleza.
Jecego.
Estoy de acuerdo en que la fugacidad ayuda a destacar la belleza de un momento. Tal vez por eso nunca no nos cansamos de admirar el amanecer o la puesta de sol: saber que ese segundo será irrepetible por muchas veces que lo observemos le da un toque especial.
ResponderEliminarUn beso y un abrazo. Feliz domingo.
La mente con sus pensamientos es el mayor enemigo de los encantamientos y la magia que supone vivir sin ese ruido en la cabeza.
ResponderEliminarUn beso
El hombre de Alabama:
ResponderEliminarExacto,todo es así.
Un besito.
Isidro Jesús:
Eres muy amable y te lo agradezco de corazón,recogedor de letras :)
Un beso.
Eduardo:
Sí,supongo que la belleza de las cosas reside precisamente en eso,en su fugacidad y en saber que sus instantes son distintos e irrepetibles.
Un beso y un abrazo.
Feliz domingo.
Añil:
No hay duda de que los pensamientos pueden romper muchos encantamientos.
Un beso.
Amiga, ni tan siquiera leí lo que has escrito... Solo quiero decirte que me ha dado una alegría inmensa "verte"... De verdad...
ResponderEliminarUna alegría inmensa...
Marinel antes que nada amiga, existen momentos que me encuentro desbordado de tiempo, me faltan horas para hacer lo que quisiera, por eso de tanto en tanto cierro comentarios, nada más, no me agrada no poder corresponder, te doy las gracias por tu paso, jejej, supiste buscar porque en cavilaciones sensitivas todos los post están cerrados, y como por alquimía donde comentaste se me olvidó clicar no comentar, eres la única, lo he dejado evidentemente.
ResponderEliminarGracias sinceras por tu paso leer el perfil, étc:)
A Cheste y Chiva voy/vamos con frecuencia, nos une los lazo de la tierra.
Los encantos nacen en el momento más inesperado y desaparecen cuando quieren de la misma manera, hay recuerdos que aparecen y nos matienen algo más vivos.
La vida simplemente como dice Aute, "es verla pasar" ella sola se encarga de todos los hechizos que pensamos nos ocurren.
Besos.
Creo que deberíamos pensar más a menudo , que los momentos son único e irrepetibles, así los disfrutaríamos más, me encantó tu reflexión...
ResponderEliminarBesitos en el alma y uno especial para tu princesita
Scarlet2807
Precioso Marinel tus palabras derramadas son como un pintor con su pincel recrando espacios llenos de belleza...me encanta leerte .Esto encantada que os haya gustado el cuento, por cierto cmo se llama tu hija????pasaré despacio por su blog tan divertido!!!! Yo tambien soy una enamorada de la pintura de Sorolla, tenemos muchas cosas en comun, un abrazo inmenso como el mar de Begoña
ResponderEliminarTú crees que los hechizos son efímeros?
ResponderEliminarYo lo dudo.
Por ejemplo, la maldad anida en el ser humano desde que el hombre es hombre.
No es efímero, pero, ¿es un hechizo?
Saludos.
nada es para siempre y que bueno que así sea, así aprendemos a disfrutar de la vida
ResponderEliminarbesitos y buen inicio de semana
Los momentos más bellos siempre son como estrellas fugaces. Hay que vivirlos a pleno antes que desaparezcasn. Muy bello texto, de exquisita sensibilidad.Un abrazo.
ResponderEliminarMarinel, los encantos los traen los duendes... Estoy seguro de ello... Lo soñé cierta noche y los sueños son la realidad...
ResponderEliminarUn abrazo, amiga
Antiqva:
ResponderEliminarLa alegría es mía de que volvamos a vernos,de verdad que sí.
Ya me conoces y soy como una ola que viene y va de esta orilla,pero mira tú que siempre vuelvo.
Lo mismo digo.
Un beso amigo mío.
Igna:
Por favor,para nada has de darme explicaciones,jajajaj
Es que yo soy así de sincera y como no podía comentarte...te lo dije y punto.
¡No me cambian ni los años,maldita sea!
Se podría decir que estuve casi tres meses viviendo en Chiva,porque hice allí unos cursos como jefa de tienda y pasaba horas y horas en ese pueblo. Cheste también lo conozco,por supuesto,pero mucho menos.
Sí, sin duda la vida es la mejor bruja que conozco.
Besos.
Scarlet:
De eso se trata,de exprimir mejor los buenos hechizos,pero no siempre sabemos que suceden.
Besos guapa.
Javier:
Hay hechizos permanentes,como ese odioso que es la maldad intrínseca del ser humano,pero hay otros tan eternos como ese y que son estupendos.Aquello del yin y el yan,¿te suena?
Luego están esos pequeños placeres que en muchas ocasiones se nos escapan sin habernos dado cuenta de que los teníamos en las manos.
Piensa,(no en exceso,pero sí un poco)en ese viejo bar que tanto te aporta...a esos instantes me refiero,por ejemplo.
Un beso.
Elisa:
Hay cosas que son tan para siempre como nosotros mismos,porque las llevamos dentro y mueren con nosotros.
Huisss...pues nosotros también somos efímeros pues,¿no?
En fin...
Besos.
Alma:
ResponderEliminarGracias por venir.Sí lo más hermoso es fugaz y hay que saber apresarlo.
Un beso.
Antiqva:
Como sabes que me gustan los duendes,¿eh?
Jajajaja
Sí,estoy convencida de que algo tienen que ver los duendes,trasgos,meigas y demás personajes que tanto me gustan.
Otro beso grande.
Son momentos mágicos que vuelan y vuelan y, como dulces mariposas, se posan en un momento. Y en un momento, se van. Así de efímeros son los encantamientos. Pero yo los busco, y siempre encuentro alguno. Ahora mismo acabo de ver a uno posarse suavmente sobre la pantalla de mi ordenador.
ResponderEliminarBeos.
Y qué triste resultaría la vida sin conjuros ni hechizos que van y vienen para perfumarla con esos sortilegios que nos deslumbran y embelesan.
ResponderEliminarFugaces o tenaces... están en cada instante y a nosotros nos toca percibir su encanto.
Besos, Marinel.
El encanto de esos momentos es precisamente ese... que son momentos, breves, intensos, mágicos... No quisiera tenerlos siempre, mi niña... Perderían su esencia.
ResponderEliminarBusquémoslos y disfrutemos cuando aparecen.
Un beso, linda.
Natacha.
Gracias, amiga.
Que buena descripción, del encantamiento, casi siempre cuando este encantamiento es tan repentino desaparece pero tal ves eso lo hace más interesante una preciosa entrada amiga buen pensamiento.
ResponderEliminarBesitos de colores que tengas una feliz semana.
Miguel:
ResponderEliminarJusto de esos encantamientos hablo,de los mariposeadores.
:)
La verdad es que los momentos en este mundo tienen mucho encanto,sí.
Un beso.
Zarzamora:
Exactamente es así y a eso me refería...a lo negados que somos a veces para verlos.
Yo la primera.
Besos Zarzamora.
Natacha:
Si el problema radica en que no los vemos o sentimos la mayoría de las veces que vienen!
Pero yo los busco siempre,no te quepa duda :)
Besos guapa.
Gladys:
Lo bueno si breve,dos veces bueno,dicen,¿verdad?
Besos.
ABEDUL:
ResponderEliminar¡Que te me habías pasado!
Mis sinceras disculpas.
Eres un cielo al comparar mi escritura con pinceles,pero ya quisiera yo saber pintar!
Yo solo dibujo un algo,nada más.
Mi hija se llama Sandra y el blog es un capricho en el que no la dejo sola para nada y en el que entra poco,pero le hacía tanta ilusión!
Besos hermosa.
Los hechizos son efímeros. Su belleza radica quizá en esa fugacidad en la que se mueven y nos hacen sentirlos.
ResponderEliminarGracias por este texto.
Beso inmenso
SIL
Neceariamente la bellaza, la magia y el encanto se produce en el entorno ¡pero! Son necesarios ojos bellos, mágicos y encantadores para descubrirlos y devolverlos al entorno o a otros. Ya ves la Poesía, no existe hasta que unos ojos la trasladan a la mente y la disfrutan.
ResponderEliminarUn abrazo.
Como dibujar en el aire una flor, ahí, ese instante es encanto...
ResponderEliminarSil:
ResponderEliminarLa fugacidad de ciertas cosas,es lo que les imprime esa belleza etérea,casi mágica.
Julio Díaz:
Siempre he pensado que hay que querer ver y sentir magia para que exista.
Así que tu comentario me gusta mucho porque coincide con lo que siempre sentí.
Un beso.
Luna:
Creo que sabes bien de lo que hablas y sí,algo así es.
Un beso.
De seguro
ResponderEliminarTu pestañeo de jugó una mala pasada
Pues allí se arredró
Y mañana volver, se aleja
Para que la percepción continua te permita dilucidar
Y la perspectiva sea blanca, sobre negra
Los altos existen porque lo son frente a los bajos…
No porque así lo fueran…
Bsts Velero, de excelso velamen…
Santiago:
ResponderEliminarHola otra vez :)
Si es como el yin y el yan,¿verdad?
Más besos.