Se alejaba en el verde horizonte haciéndose diminuto por momentos. Ella observaba su partida como se observa el adiós y no el hasta luego; con dolor.
Una furtiva lágrima deslizaba su acuosa sustancia por la mejilla de satén de su amada; sólo una y a él, le parecía que se la iba a tragar el mar. Intentó zafarse de sus pies para volar hacia esa figura querida hasta la médula, a ese cuerpo deseable hasta el límite, a esa mirada contertulia de la suya.
Se lo tragaba el verdor circundante, pensaba ella vacía de felicidad. Unas fauces invisibles lo hacían desaparecer poco a poco de su vista, devorándolo sin piedad.
Quieto él. Ella parada junto a las flores marchitas como su risa.
Se rociaron las pupilas con deseos de saborearse, de ser uno para siempre mientras sus miradas contemplativas de tantos días, se cerraban en leve parpadeo...
Él, sabiendo de imposibles…ensimismado en el silencio. Ella, amiga de roturas…recitando en sus adentros:
Oh cuán triste me siento sabiendo de tu partida!
Soñaba sin renegar, con complacencia absoluta,
Que tú y yo seríamos uno.
Que yo sería tu querida.
Formaríamos uno solo en los campos de la vida.
Pero te fuiste alejando
Haciéndote diminuto en tu jugoso tamaño.
Ya no habrá pieles unidas en sabores placenteros.
Te quedaste rezagado entre verdes traicioneros.
No catarás mis amores.
No te tendré en mi frutero!
El meloncito chiquito fue liberado al fin de las raíces terráqueas, pésimas madres ausentes en los cuidados maternales necesarios que le hicieran crecer bien. Acudieron al funeral todos sus amigos buenos; sépanse:
Las avispitas traviesas
Los conejitos salvajes
Vinieron mil mariquitas
Un escarabajo azabache
Las arañas de los árboles
Las de la tierra también
Los pajarillos cantantes
Los que tragan sin cantar
Hubo tantos que una fiesta parecía
En lugar de un funeral.
Adiós meloncito mío, dijo triste al depositarlo en el contenedor…allí quedaron todos un rato más mirándola alejarse.
Allá voy, allá voy, piedras, esperen!
(Sólo una pequeña estrofa)
En este punto o puerto o parto o muerte
piedra seremos, noche sin banderas,
amor inmóvil, fulgor infinito,
luz de la eternidad, fuego enterrado,
orgullo condenado a su energía,
única estrella que nos pertenece.
piedra seremos, noche sin banderas,
amor inmóvil, fulgor infinito,
luz de la eternidad, fuego enterrado,
orgullo condenado a su energía,
única estrella que nos pertenece.
Pablo Neruda.
Muy bonita la historia de amor,
ResponderEliminarlo has escrito excelente Marinel,
cada día me sorprendes mas,
que tengas una feliz semana.
una brazo.
Hubiera querido decir: Puedo descartar los melones de mi dieta este día, y a lo lejos en mi mente otro yo ¡delira y se retuerce! Así que lo conservamos en el horizonte de las fantásticas frutas y nos olvidamos de sus funerales. Linda prosa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cada vez estoy mas conteta de tu vuelta Marinel, leerte siempre me
ResponderEliminarllena el espiritu!!!! das un toque tan especial ......es una gozada
seguir tu blog!!!!! me gusta como escribes!!!!! Un besazo con aromas del Cantábrico, Begoña
Una historia de amor preciosa, cuando escuchamos a nuestro alrededor y podemos conocer lo que piensa el melón y las avispas, el conejo...la vida cambia y nos sentimos más humanos y felices.
ResponderEliminarUn beso
Muy bello relato jajaja me hizo gracia leerlo mientras leía tuve todo el tiempo en mi mente el melón, me encanta ver los melonares son preciosos bella entrado muy hermoso el verso de Paulo Neruda, gracias por compartir.
ResponderEliminarBesos que tengas un lindo día amiga.
Ay, mi querida Marinel, con este calor...no veas lo que he sufrido con el pobre meloncito! Sí, ya sé que comparado con tu dulce forma de describirlo, mis palabras pueden parecer crueles...pero, porfi...porfi...necesito un meloncito para refrescar...:)
ResponderEliminarUn beso y un abrazo refrescantes.
Querida amiga, una historia de amor preciosa y triste, me encanto como relatas la historia, que bello es leerte, llega al alma.
ResponderEliminarbesitospara ti querida Marinel, que Dios te bendiga.
¿Por qué siento que detrás de esta historia hay mucho más?
ResponderEliminarTiene tantas interpretaciones y diversidad de senderos hacia la esperanza, la tristeza y la rendición que prefiero no decantarme por ninguna de ella y simplemente dejarla fluir en mí como la vida:¡viva!
El una delicia leerte Marinel, gracias
por compartir tus letras.
Besos
Bonito relato.
ResponderEliminarLàstima el final, que entristece.
Yo quiero y necesito finales felices.
Un abrazo.
Marinel... qué gusto me da leerte de nuevo... ahora me doy cuenta de "cuanto" te he echado de menos...
ResponderEliminaraissss.
un besazo reina
isla
Es dulcísima la historia de amor, pero más aún la doble lectura, la analogía, el simbolismo que todo relato guarda, como el resto del iceberg que no se ve, y se debe presentir.
ResponderEliminarUn abrazo inmenso
SIL
Ese meloncito es una pena que haya terminado así, pero fue una fiesta y un festín...
ResponderEliminarUn refrescante relato, Marinel.
Besos.
Insisto. escribes muy bello, es un verdadero placer leerte...
ResponderEliminarBesitos en el alma
Scarlet2807
Al leerlo no dejé de pensar en los melones, que te cuento en mi país significa otra cosa algo mAs deseable, me sonreí. Me encanta tu entrada mucho, besos
ResponderEliminarRicardo:
ResponderEliminarBueno,me alegra mucho sorprender para bien.
Gracias Ricardo.
Feliz semana para ti.
Un beso.
Julio Díaz:
El melón es una fruta deliciosa, es sólo que éste en cuestión no creció y por tanto,no pudo ser saboreado.
De ahí mi ocurrencia.
Gracias.
Un beso.
Abedul(Begoña):
Mira que te quiero!
Todo lo que escribo te gusta y me haces de feliz cada vez que te gustan tanto mis letras!
Mil gracias guapa.
Besos.
Camy:
La naturaleza da para mucho. Me encanta escucharla, observarla y como ves,inspirarme en ella.
Un beso.
Gladys:
La idea era darle ese toquecito de humor,quizá algo macabro por lo del funeral,pero quitándole hierro al asunto.
Un meloncito que no creció, sólo eso!
Besos.
Eduardo:
Eso necesitaba yo en mi nevera,pero resulta que la tierra esta es dura y por muchos mimos que tuvo,no dejó crecer este meloncito.
Y se me ocurrió esto al ir a tirarlo...¡pobrecito!
:)
Beso y abrazo.
El sentir del poeta:
Gracias Noemí. Me alegra que el derrame de mis letras te guste.
No son nada comparadas a las poesías que expones tú,pero pongo el corazón.
Besos.
Mistral:
Pues viva la vida!
Mis escritos son como son y cada cual puede interpretarlos como guste :)
Gracias a ti por leerlas.
Besos.
El Gaucho Santillán:
Adoro los finales felices,pero en este caso el melón se secó chiquitito en el suelo,así que era incomible...
No había decoración posible.
Un beso.
Isla:
Como te lo agradezco. Echar de menos mis letras es casi,casi, un acto heroico,querida amiga.
Eres un encanto Isla.
Besos guapa.
Sil:
Me gusta esconder icebergs en mis letras,al menos intentarlo. Dejar que los que leen den rienda suelta a su imaginación.
Beso grande.
Zarzamora:
No veas lo que disfrutaron los otros habitantes de casa, voladores y no,del meloncito incomible y chiquito.
Besos.
Scarlet:
Insisto:vosotros que lo leeis con buenos ojos.
Y os lo agradezco infinito!
Besos.
Mixha:
Jajajaj,mira tú por donde, le di sin saberlo, un toque más íntimo a mi historia del melón,¿eh?
Gracias.
Besos.
Ay, amiga, encuentras poesia hasta en un prosaico melon...
ResponderEliminarMagnifico relato.
Un abrazo fuerte
Antiqva:
ResponderEliminarYa me conoces,soy de desvariar con cualquier cosita que se me presente :)
Besos.
Ays mentirosilla
ResponderEliminarQue bien te guardaste su corazón
Pues de él saldría la próxima generación
Y no recuerdo piedras que no puedan ser cinceladas
Para que al verte pasar te saluden
Sean en río o río entre espumas…
Bsts Velero…
"...ensimismado en el silencio".
ResponderEliminarCon eso es suficiente.
El silencio siempre nos acoge de los pesares y del dolor.
Saludos.
Javier:
ResponderEliminarComprendo lo que dices...pero alargando el silencio,el recogimiento, el rumiar una y otra vez el dolor...creéme...lo único que acaba por conseguirse es amargura.
Yo escribo siempre porque demasiado silencio real hace que estallen mis letras.
Pero toda actitud es respetable,por supuesto.
Un beso.
El Caminante y su sombra:
ResponderEliminarQue no te había visto,caramba!
Jajajaja
¿Ves? estas cosas tienen los escritos...interpretaciones varias, a gusto de cada cual...
Va ché, lo cierto es que lo escribí con ganas de haceros pensar :)
Besos.
Mi querida Marinel, he sido gratamente sorprendida por tu talento, pensé que se trataba de una persona, pero al final me conmovió el funeral del melón, una linda historia y muy bien contada.
ResponderEliminarRecibe un fuerte abrazo.