Entretejida a tus faldas caminaba persiguiendo tu aroma. Caminabas por el pasillo que iba a la cocina exhalando ese perfume a jazmines que se tatuó en mi olfato para siempre. Era yo niña entonces; niña rara me decías sonriente cuando te me quedabas observando largamente desde tu sillón y yo, encogida sobre mis rodillas, leía, leía, leía…
Pero vuelvo a esa persecución:
Tu paso firme me daba la espalda. La cocina era pequeña, el patio era grande, pero tan lleno de macetas que sólo quedaba un pequeño rectángulo en medio para tomar el fresco.
Bajo un techado: la alacena
Era el armario de los víveres habituales, los que guardabas celosamente mirando las fechas para que no caducasen, “por si acaso”
-¿Por si acaso qué? Pregunté una vez
-¡Hija mía…yo viví una guerra y lo de después! Dios quiera que jamás tengáis que pasar algo así, pero por si acaso…guardo comida. Tú déjame que haga estas locuras, así soy más feliz.
Y yo, que la quería más que a mi vida, lo que más deseaba era que fuese la madre más feliz del mundo.
Madre e hija – Gustavo Schlottamnn
Ay, que se me va el pasillo diluido entre recuerdos…
Llegábamos al armario imponente y tú, como siempre, me indicabas ésta o aquella flor, la planta de allí, la hortensia de acá, (tus hortensias queridas, cómo olvidarlas)
Todo para despistarme y echar mano a eso que me ibas a dar por las buenas notas o por haber hecho bien cualquier cosa que me hubieses mandado. Ignorabas que sabía perfectamente el escondrijo porque mi hermano y yo,” curioseamos” cierto día…
-Toma cariño. Aún no logro entender por qué siempre prefieres esto y no muñecas o juguetes o sencillamente gominolas! Pero si esto es lo que quieres, tuyo es.
Ahí estaba mi nuevo libro de cuentos, impecable, ansioso por ser leído. La sonrisa cuajaba en mi rostro como la leche que hervías en el cazo para las tortas de queso. Me arreglabas el largo pelo en una coleta y tomábamos juntas el pasillo en dirección al comedor. Tú a tus labores, yo como una lapa tuya, en el rincón más cercano a ti…disfrutando mi tesoro…
Esos recuerdos de la madre son dulces como el aroma de los jazmines.
ResponderEliminarMecerse en ellos es un regalo de la memoria que en su vaivén nos acuna de por siempre en una deliciosa nostalgia que tiene el resabio de las gominolas y de los libros de cuentos.
Dulce y tierno relato.
Besos, Marinel.
Del mismo modo de leía aquellos cuentos, leerá esta preciosa y emotiva entrada, sonriendo desde una estrella de felicidad al hacerlo.
ResponderEliminarBesos
También era yo niña de tesoros encuadernados. Acompañaba siempre a mis padres en sus visitas a la capital con la única condición de volver con tesoros rebuscados en la librería más antigua de Córdoba, al menos para mí, la librería Luque de la calle Gondomar.
ResponderEliminarMi madre olía a polvos Maderas de Oriente, unos polvos transparentes que ponía con gran salero sobre cara y escote dando golpecitos a un gran ponpón de terciopelo rojo.
Un pequeño salto al pasado.
Muack
Siempre me tocas la fibra escondida, pero hoy me desarmas. ¿Sabes?, mi madre olía a flor de mariposa (aquí no se conoce), muy semejante al perfume del jazmín y casualmente su perfume predilecto era Maderas de Oriente. Vaya, cuando no esté tan blandillo quizás te hable de eso :)
ResponderEliminarMe he quedado prendado de tu texto.
Un beso y un abrazo.
Que Deus abençoe você
ResponderEliminare a mim também.
Que a nossa amizade tão linda
nunca chegue ao Fim.
Que a paz que trago no
peito seja cada dia maior.
Que sinceridade seja
minha maior virtude
Que o amor que sinto no coração
seja tão grande
o maior que uma pessoa pode ter.
Que sua semana seja uma
benção Divina.
Com carinho beijos no coração,,Evanir..
Te seguindo amei seu blog e sua postagem.
Que hermosos recuerdos mi querida amiga, los recuerdos de la niñees son los más dulces de nuestras vidas y se quedan para siempre impregnados en nuestras almas un maravilloso escrito.
ResponderEliminarBesos que tengas un hermoso día gracias por tus bellas palabras en mi espacio estás en mi corazón.
Amiga, ahora eres tu la madre y es tu hija la que vive en un mundo de ensueños en torno tuyo...
ResponderEliminarUn abrazo fuerte, Marinel
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLos jazmines, mi flor favorita, mi perfume favorito.
ResponderEliminarEl aroma de tus recuerdos es precioso. Un tesoro que guardas en el alma...
Que tengas un maravilloso día, Marinel.
Qué postal de recuerdos preciosa !!
ResponderEliminarTodos nos podemos acomodar en ella.
Besos mil
SIL
Querida Marinel, que bellos recuerdos que atesora tu corazón, me emocionó leerte
ResponderEliminarHoy te toca a ti trasmitirle tanto amor a tus hijos.
mi querida amiga esos son tesoros que el alma guarda y uno busca para revivir esa infancia tan bella.
besitos para ti Maribel, que Dios te bendiga.
Disculpame te puse Maribel, quizás porque estaba pensando en Maribella porque lo eres, asi lo siento en tus letras.
ResponderEliminarbesitos Marinel
Como al poeta Eduardo, tu memoria me ha golpeado y resquebrajado algo adentro mío; por la ternura, por los eventos evocados, pero también porque nunca supe a qué olía mi madre; la perdí siendo muy niño. ¡Puff! Lo solté -mil disculpas-.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Marinel:
ResponderEliminarTiernos y entrañables recuerdos. Me pareció estar en el patio de aquella casa paterna.
Abrazos.
Hola Marinel, muy linda historia, contada con gracia y con gran sensibilidad, hasta acá me ha llegado el perfume de los jazmines. Bellos recuerdos de mamá, un ser maravilloso y especial que Dios nos ha regalado. Me encantó leerte.
ResponderEliminarRecibe un fuerte abrazo.
Tu belleza de dentro
ResponderEliminares la que viste tus palabras
y a buen seguro tus sonrojos
son del sol que llevas adentro.
Desde Jaén fue un honor y un placer el visitar tu blog, feliz semana
Zarzamora:
ResponderEliminarHay aromas que vienen y se quedan para siempre.Cuando huelo a jazmines...se me vienen los recuerdos,¡qué le voy a hacer!
Gracias.
Besos.
Mistral:
Estoy segura de que no se le habrá borrado la sonrisa :)
Besos.
Añil:
Qué emoción ese libro de cuentos nuevo,¿verdad?
También los polvos aquellos de maderas de oriente vagabundeaban por casa,pero mi madre era de maquillarse lo justo y perfumarse como digo con flores de jazmines en sus pañuelos.
Besos.
Eduardo:
Si te toca la fibra es porque rondas la sensibilidad como quien ronda a su amada.
Recordar a aquellos que amamos,es aumentar los latidos del corazón,llenarlo de vida.
Beso y abrazo.
Evanir:
Gracias por tus buenos deseos,por dejarte seducir por mis letras y sobre todo por tu dulzura.
Besos.
Gladys:
Los recuerdos buenos son los que estiramos mientras vivimos,porque creo yo,nos llevarán a una muerte más dulce,menos áspera.
Besos.
Antiqva:
Eso trato de hacer querido amigo,que mis dos hijos aprendan a soñar, a vivir en armonía, sensibilidad y respeto.
Besos.
Luna:
Exacto,nada como rememorar cosas bonitas,para comprender al fin el tesoro que se tiene.
Besos.
Sil:
Una postal para el recuerdo :)
Beso grande.
El sentir del poeta(Noemí):
Gracias.
Intento cada día que así sea. El mundo está aquí y ahora,pero pensando en el futuro.
No te preocupes por lo de Maribel,somos humanos linda!
Besos.
Julio Díaz:
Cuánto siento que te perdieses una larga infancia maternal...
La vida también es de una extraordinaria dureza.Cal y arena...
Un beso.
Rafael Lizarazo:
Me alegra que te hayas visto en el patio de flores de mi casa.
Un beso.
Cinarizina:
Son momentos inolvidables que se graban para bien en la memoria.
Besos.
Miguel de la T.P:
Muchas gracias por tu agradable visita y tu no menos agradable comentario.
Un beso.
Ays qué rara eres mi niña, te diría
ResponderEliminarSabía por sí misma cuan dicha te esperaba
Mas también cuan despierta, y por ello
Triste persona que sufre porque entiende más
De lo que otros saben esconder, para sobrevivir…
No leas tanto, que decían antes, que a esos eran los que cogían…Bsts Velero, que belleza ser mecido por el viento.
Marinel... cómo no identificarse contigo, con tus palabras, con tus recuerdos y emociones... diferentes historias, pero siempre cargadas de sentimiento, .. de amor..
ResponderEliminarMi madre... todavía la huelo..dentro de mi..limpia, dulce, suave..
una maravilla ... doy gracias a la vida ( ó al cerebro) por poder recordar y a tí por traermelo a mi dia..
muchas gracias cariño..
isla
Jacques:
ResponderEliminarLas madres siempre son listas,saben,conocen,entienden los entresijos de los hijos y de la vida,porque llevan más vida vivida.
La niña era rara,pero era su niña
Gracias yate,jejejeje
Besos.
Isla:
Gracias a ti por dejarte emocionar,por identificarte con lo que escribo de crazón siempre,es verdad.
Puedo hacerlo bien o no,pero no hay ni una letra que no riegue con sentimientos
Pero acaso tú no lo haces?
Sabes la respuesta,¿verdad?
Besos preciosa.
Un relato muy íntimo y precioso. Gracias por compartirlo. En algún momento nos hemos podido sentir que el recuerdo era nuestro...
ResponderEliminarun beso
Camy:
ResponderEliminarHay días en los que todo se confabula para traer ciertos recuerdos a la mente y el corazón.
Besos.