Nos encontramos no hace mucho tras más de veinte años sin vernos. A pesar del paso del tiempo sobre nosotras, nos reconocimos de inmediato. Fue una alegría inmensa. Quedamos en vernos. Nos hemos visto y como suele suceder en estos casos, los recuerdos han venido en tropel a socorrer silencios avezados que intentaban colarse entre nosotras.
En medio de la bruma del pasado, nos apisona sin remedio la amargura de un suceso que trastocó tu vida e hizo trastabillar mis ideas algo ingenuas sobre la vida...
Me dices que ella, su novia, venía a menudo a tu casa, pero acababa por marcharse anegada en lágrimas...así, de a poco acabaron sus visitas y nada más supistéis.
-Se la tragó la tierra. En cierto modo murió con él...
Él; era tu hermano. El que no supo o no tuvo oportunidad de darse otra oportunidad. El que trajo una vejez prematura a los rostros de tus padres, al tuyo, al de la mujer que lo amaba...
Yo anduve confusa ante la situación nueva y escribí entonces, lo que con afan he buscado ahora entre mis escritos de aquella època , para plasmarlo hoy aquí,como antes, como siempre...
A mi modo...
Se precipitó al vacío como un saco de peso descomunal al que la fuerza de gravedad, atrajo rápida e indefectiblemente hacia la tierra. El tiempo se tradujo en pocos minutos de descenso, tan veloz fue, que en un visto y no visto, sus huesos quedaron deformados en la planicie antes lejana.
Una pierna aquí, otra acullá. Un brazo irrisoriamente colocado, el otro convertido en miles de bracitos. Su cabeza le produjo la sensación de sonajero repleto de bolitas en constante movimiento. De sus ojos brotaban lágrimas, no acertaba a saber si por el aire en su rostro al caer o por toda la tensión, la ilimitada pena alojada tanto tiempo en su interior, que al fin y como él, había estallado.
Por unos segundos, terribles segundos, deseo caer de pie-como los gatos-pero en el último suspiro antes de proceder al declive de su vida, rodó en el espacio intermedio entre el vivir o el morir, haciéndose un ovillo.
¿Un brote de remordimiento? ¿Duda cruel ante lo inevitable? ¿Manera sutil, tal vez, de amortiguar el golpe?
Yaciendo tragicómicamente sobre la dureza de aquella superficie elegida tiempo atrás, comprendió que no importaba nada de lo pensado en la brevedad del recorrido. Ahora era un muñeco de trapo desbaratado e inútil de imposible recomposición.
¿Había valido la pena tanto esfuerzo, tanta meticulosidad en el planteamiento del hecho ya consumado?
Sus ojos se cerraron lentos. Su boca se llenó de jugos desconocidos, sus manos recogieron entre sus dedos, parte de la arena arremolinada a su alrededor para llevarla consigo allá donde se fuese tras el paso por la vida.
Una lucidez aterradora de postrero final, vino a torturarle…
Mañana el sol saldría de nuevo. Las flores continuarían con su ciclo vital. Los ríos no se secarían. El mar seguiría su ritmo. La música decoraría instantes. Todo, todo ignoraría su estúpido arrebato, su cobardía ante el mundo, su imposibilidad de enfrentarse de cara a los problemas.
Además, estaba el hecho trascendental del dolor producido a los que lo amaban…
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Una historia desgarradora, tremenda.
ResponderEliminarUn beso
Qué tremendo lo que narras,Marinel. Casi que se me ahoga el alma leyéndolo.
ResponderEliminarHay tantas y tantas circunstancias así de desgarradoras en la vida (lamentablemente). El mundo se les hace grande a muchos, es más, no les pertenece,nada les pertenece y el dolor y la amargura que llevan dentro les gana la partida; pero el mundo sigue...(sólo que cuando se te muere alguien tan querido y miras el mundo como continúa en su mover...ay,mejor no sigo).
ABRAZOS MILES.
Triste y dolorosa historia ¡ Y¿ quien soy yo para juzgarlo?
ResponderEliminar¿cobardía , quimera, locura , dolor;?
Aun quedan rescoldos que queman y producen dolor?
¿para que soplar sobre cenizas'
Un beso
Una historia de vida terrible. Y desgraciadamente se repite por distintos motivos. La has narrado con respeto y me parece que así debe ser, nadie puede juzgar esos corazones perdidos.
ResponderEliminarUn abrazo.
mariarosa
Suscribo el comentario de Andre.
ResponderEliminarSer cobardes es muy humano.
ResponderEliminarPero qué maravilla de descripciones! Me ha encantado la materialidad que hay en ellas como cuando hablas del sonajero, o de un "brazo irrisoriamente colocado", me ha gustado mucho porque pareces abordar un agónico momento, del último momento y ese contraste entre lo material de la forma y lo espiritual del discurso me ha parecido fascinante.
ResponderEliminarAh! y bueno, dices que puedes parecer exagerada, pues entonces prepárate conmigo (sonrío) que me tengo que coser las emociones cuando comento a muchos de mis compañeros.
Me alegra un montón haberte descubierto!
Un abrazo enorme.
Tremendo hecho, lo que tan bien relatas.
ResponderEliminarPero no culpo al suicida por el daño a sus seres queridos. No se piensa asì en esos momentos.
Se piensa que se los està dañando, permaneciendo en vida.
Y se acaricia esa decisiòn.
Un abrazo.
la realidad es más dura que la ficción
ResponderEliminarHola Marinel!! Que tristeza amiga. tus palabras emocionan. La vida sigue pero el que queda no sé como lo hace. Muy bueno.
ResponderEliminarUn beso grande
Perdí a uno de mis mejores amigos durante la adolescencia así...
ResponderEliminarEl vacío es terrible.
Besos, Marinel
Tremendo, pero no soy juez ni verdugo.
ResponderEliminarBesos.
Nunca suelo quedarme asombrado con un relato, pero de veras te digo que este ha sido, por la estructura, por la manera de contarlo, por todo, uno de los mejores que leí nunca. Felicidades.
ResponderEliminarEs tremendo el relato pero juzgarlo es ponerse al lado de esa historia personal.Que bien lo haces Marinel.
ResponderEliminarun fuerte saludo
fus
Cuando tenía 22 años perdí a mi amigo de toda la vida, así es la vida que
ResponderEliminarnos toca vivir, unas veces con alguna alegría y otras muchas muy triste y muy dura.
un abrazo.
Amiga Marinel, como dije antes, la vida es una inmensa llanura llena de barrancos donde cabe todo. Lo mejor no contarlo porque mientras lo contamos estamos sin pensarlo, sumergidos en ese abismo.
ResponderEliminarUn abrazo amiga.
Gracias por compartir.
Jecego.
Querida Marinel, el relato es impactante y conmovedor...enigmas que se van a la eternidad... ¡Triste!
ResponderEliminarTe dejo mi abrazo sincero.
A veces somos egoistas y no pensamos en el daño que hacemos.
ResponderEliminarUn beso
¡Estremecedora y dolorosa historia, Marinel! Pero no lo voy a juzgar porque no soy quien para hacerlo. No le habrá sido nada fácil tomar una determinación de semejante magnitud; sin dudas, en un estado de desesperación y aturdimiento no logró encontrar otra salida. Para los que quedan, habrá sido una absurda sinrazón pero no estuvieron ni en su piel ni en su mente. Hay situaciones que escapan a nuestra comprensión: sólo suceden y difícilmente podamos hacer algo para evitarlo. Un beso grande, amiga!!!!
ResponderEliminarAnte cosas asi, amiga, no hay palabras...
ResponderEliminarCreo que nunca entenderemos los misterios de la vida... Todo es demasiado complicado...
La vida es bella, pero muy, muy, complicada...
Y algunos, no lo resisten
Un abrazo fuerte, Marinel
Al publicar esta entrada,lo hice desenterrando este escrito de entonces,algo retocado,perfeccionando el lenguaje y la forma de escribirlo,ya que voy aprendiendo a fuerza de escribir.
ResponderEliminarLa esencia es la misma,el hecho terrible al que tuvo que enfrentarse esa familia y el entorno más próximo.
Yo formaba parte de ese entorno,porque su hermana era compañera de trabajo y amiga y quedé totalmente impresionada.
Hay seres cuyo deterioro físico o mental,no importan las causas e incluso la mayoría de las veces,se desconocen, les llevan a hacer algo así y los de alrededor advierten asustados que pueda suceder.
No era el caso.Era un joven lleno de vida y simpatía, a punto de casarse, con todo preparado para ello y la novia,una chica estupenda,lo amaba profundamente.
Así pues...¿cómo esperar semejante desenlace?
Me hiere aun recordarlo,pero más me duele ver que a ella,mi amiga,no le ha sido posible olvidar.
Y claro...¿cómo olvidar algo así?
Jamás lo juzgué ni creo que nadie lo hiciese,es sóloque nadie lo entendió;lo entedimos.
Gracias a tod@s,como siempre,por vuestros comentarios.
Besos.
Tremendo, desgarrador Marinel, he vivido bastante cercano algo semejante y me quedo sin palabras...Tan bien descrito y con tanto detalle, ufff, terrible.
ResponderEliminarHe entrado en un mal momento, pero desde luego,reconozco que escribes maravillosamente bién.
Besos.
Lo pincelaste, Marinel.
ResponderEliminarEste instante de lucidez antes del final es lo que más impacto me causó.
Felicitaciones. Magnífica la puesta de esta historia.
Otro beso
SIL