Os advierto desde ya, que este es un texto algo largo...por si no os apetece adentraros en él.
:)
Es sólo que siento la necesidad de, antes que nada, pediros perdón. Perdón por mis idas y venidas, por mis ausentes comentarios en vuestros espacios, mi tardanza en contestar a vuestras palabras aquí en mi isla, por mis, a pesar de todo, ganas de dejar constancia de que sigo existiendo y derramar mis versos casi obligándoos a venir.
Seguramente debería pedir perdón por más cosas, pero como ahora no me vienen a la mente...de todas formas si se os ocurre algo por lo que os lo debiera pedir, dadlo por hecho.
Jajajajaja
Cierto es que soy voluble...casi diría que soy como una de esas atracciones de feria de subidas y bajadas vertiginosas, pero así soy respecto a esto de escribir y por mucho que lo intente, no puedo apearme de este aparato, tocar tierra firme y caminar hacia un sitio estable. Si lo hago alguna vez, más parezco un marinero recién descendido del vaivén de su barco; aparezco mareante y mis piernas parecen bailar solas a un ritmo trastabillante...
Así soy yo con mis letras a las que amo desde el centro justo de mi pecho y sin embargo tantas veces alejo por no encontrarles la belleza que busqué en ellas cuando germinaron en mí. Soy malvada con ellas porque ellas, siempre me vienen, me invaden, me llenan de alborozo cuando llegan. Me regalan tinturas de amor, perfumes de sentimientos, gestos invaluables...
Y yo...¿cuántas veces las aíslo de la isla que soy?
No queriéndome llamar poeta, reniego de verlas cual versos cuya única ilusión es formar poemas con alas capaces de hacerlos llegar allende de mí hasta el mirador de vuestros rostros.
No nombrarme poeta, no, porque era algo excesivamente grande para este cuerpo mío, una maleta de peso excesivo, un bagaje complicado y exigente...
Con o sin tino, mejor o peor, pero poeta
Volveré después de el verano con los bolsillos llenos de letras que derramar. Serán, como siempre, poemas intento, nunca perfectos, jamás hermosos como los de aquellas personas que sí son poetas con mayúsculas, pero serán míos, mis vástagos paridos del corazón para aquellos de vosotros que siempre encontráis un hueco por el que pasar hasta llegar a mis latidos, a pesar de mis ausencias, mis resquemores, mis prontos, mis todos...
GRACIAS. OS QUIERO.
VOLVERÉ
Y no sé si esto suena más a amenaza...jajajajaj
MILLÓN DE BESOS.
*Ah...dejo comentarios abiertos, para que luego no digáis que los cierro. Contestaré siempre que tenga huecos; es lo único que puedo prometer junto a la promesa de leeros arañando el tiempo y con sumo placer.