Desde el blog: Mis queridas personas, de Yeste Lima, se nos ofreció la posibilidad de hablar cada 11 de mes, sobre músicos, actores, actrices, películas y lo que quisiéramos relacionado con todo esto como nos apeteciese.
Me sumé a lo que ella llama "Tontá" porque es precisamente así, a voleo, como tenemos que hacerlo, que de otro modo, no creo que pudiese: para nada puedo ser crítica o comentarista insigne sobre estos temas, pero, siendo así al modo de cada cual, pues...voy a intentarlo.
Y ahí va mi primera entrada "Tontá"
Por los ojos nos entró esta actriz actriz Holliwoodiense, nacida en Massachutsetts, llamada Bette Davis, apodada la primera dama del cine y cómo no:
Los
ojos.
Marcada por un matrimonio fracasado, finalizado en divorcio cuando tenía diez años, la pequeña Bette, creció junto a su madre y su hermana Bárbara.
Cursó estudios de danza, hasta que en secundaria, decidió estudiar arte
dramático. Graduada en la
academia Cushing, decidió probar suerte en el Civiz Repertory Theatre, de Nueva York, propiedad de Eva Le Gallienne, actriz y
productora teatral, en donde, por cierto, fue rechazada.
Seguro que años más tarde se echarían las manos a la cabeza al ver cuan equivocados estuvieron,¿no creeis?
Bette, lejos de amilanarse, siguió la trayectoria que ya se había trazado, consiguiendo matricularse en el John Murray Anderson School Dramatic's, propiedad de John Murray, completísimo artista dedicado a la dirección y producción además de ser guionista, compositor y bailarín.
John, pudo presumir de tener como alumna estrella a Bette y a otra alumna afamada llamada Lucile Ball, que diría de sus años de estudio, refiriéndose a Bette:
-Yo, era una adolescente intimidada por el hechizo de la alumna estrella: Bette Davis-
Hizo un pequeño papel en la compañía de George Cukor en Broadway, en 1923. Poco más tarde fue elegida para interpretar a Hedwig en "Pato salvaje"
Su oportunidad, llegaría en "Platos rotos" también en Broadway. Fue aquí cuando un cazatalentos, al verla actuar, le sugirió visitar Hollywood, y gracias a eso,se pudo y aún podemos disfrutar de su talento en la gran pantalla.
Resulta curioso pensar que, precisamente en la prueba de pantalla, fuera rechazada hasta en dos ocasiones, sin embargo no escatimó esfuerzos y se presentó a infinidad de pruebas.
¿Quién podría imaginarse, años más tarde, admirando su fantástico hacer, que a esta actriz sin igual pudieran haberla rechazado?
Su camino no puede ser llamado de rosas, pese a realizar papeles diferentes en distintas obras, tuvo que esperar mucho hasta que llegase uno que le valiese el reconocimiento de los estudios y el público en general.
La película fue finalmente " La oculta providencia" en la que actuó como Gracia Blair. Se cuenta que Bette preparaba las maletas para marcharse a Nueva York, cuando sonó el teléfono y del otro lado, un hombre, presentándose como George Arliss,
le ofrecíó discutir la posibilidad de realizar dicho papel, a lo que ella, tomándoselo como una broma e imitando a la perfección el acento inglés, acabó diciéndole: ¡Claro que sí, es usted muy
amable!
Finalmente, convencida ya de la veracidad de la llamada, la actriz tomaría
las riendas del personaje, obteniendo por primera vez, la complacencia de la
crítica y la contratación en Warner Brothers.
Muchas películas después, vendría, “Cautivo del deseo”, dirigida por John Cromwell donde Bette
brilló con luz propia en el papel de Mildred, frente al también mítico Leslie
Howard. Merecedora del Oscar-que no
obtuvo- por su excelente interpretación, si se le fue dado más tarde por “Peligrosa” como mejor actriz principal. Aquí, encarnando una actriz venida a menos cuya vida está marcada por el alcohol y la
miseria, su actuación fue magistral, mostrando el declive de una actriz, cuya personalidad es incapaz de desprenderse del orgullo o la altivez. Este papel le brindó el beneplácito de la crítica, llegando incluso a referirse a ella como la mejor actriz
hasta el momento.
Bette se catapultó a la fama trabajando sin descanso en una
película tras otra, muchas de ellas con la Warner, pero bajo el punto de vista
de que no estaban a la altura de Peligrosa, luchó denodadamente por romper su
contrato con estos estudios.
Anhelaba el papel de Scarlett O’Hara, en Lo que el viento se
llevó, que finalmente no consiguió.
Su desgastada carrera, revivió con el papel de prostituta en
“ La mujer marcada” en 1937 y ya en “Jezabel”, 1938, junto a Henri Fonda,
obtuvo un nuevo y último Oscar interpretando a Julie Marsden.
Davis siempre se refirió a “Amarga victoria” como su
película favorita a pesar de no ser de las que más éxito obtuvieron, aunque le valió una nueva nominación a los Oscar en contraposición a “ El cielo y tú” en 1940, sin nominación, pero de las más exitosas.
¿Que no se puede decir de ella?
Que fuese una mujer romántica y sensible. Más bien fue una
mujer autoritaria, de personalidad abrumadora cuya vida estuvo marcada por la
anteposición de su carrera en detrimento de su vida afectiva y personal.
Casada en cuatro ocasiones, divorciada en tres de ellas, con
constantes rumores de affaires, fue la primera mujer, en 1941, presidenta del Academy of Motion Picture Arts and
Sciences, del que dimitió poco más tarde por no ser recibidas bien sus
propuestas.
Algunas de sus películas más conocidas, podrían ser estas, donde cautivó su actuación y cómo no, su mirada profunda, casi fría y extraordinariamente expresiva.
La carta (1940)
La loba (1941)
La extraña pasajera (1942)
Eva al desnudo (1950)
¿Qué fue de Baby Jane? (1962)
Esta última, junto a la también
grande, Joan Crawford, con la que jamás se llevó bien e incluso llegó a palparse una auténtica animadversión entre las dos, lo que no fue óbice para bordar sus interpretaciones.
Casada en cuatro ocasiones, (Harmon Nelson, Arthur
Farnsworth, William Grant y Gary Merril)
Tuvo tres hijos, una natural con William, llamada Bárbara y
otros dos adoptados junto a Gary Merril; Michael y Margot.
Bárbara, años más
tarde escribiría el libro:
My Mother’s Keeper ( El guarda de mi madre)
Una biografía en la que escribe sobre los problemas con el
alcohol de su madre, las amenazas de suicidio constantes, ante la entonces
Bárbara niña…
Bárbara, resentida y marcada por una infancia difícil junto
a Bette, llega a tildar a ésta en su libro, de neurótica, manipuladora e
incluso malvada.
Dijo que el libro podría habérselo enviado a su madre sin
publicarlo, pero que no lo habría leído, viniendo a decir, más o menos y
doloridamente, que su madre no se interesaba por nada excepto ella misma y la
opinión pública, así que el libro era una carta pública para ella…
Murió el 6 de Octubre de 1989 en París a consecuencia de un
cáncer de mama y tras recibir, pocos meses antes, el premio Donosti en San
Sebastián.
Fue enterrada sin embargo en el cementerio de Los Ángeles en
California.
En su epitafio reza lo siguiente:
“Lo hizo de la manera más difícil”…