A ti, sí, te ruego, te imploro, te suplico.
¿Qué más da la palabra a utilizar?
Yo sé tu cometido.
Naciste como puerta de dos mundos
y en un impasse me colaste en uno.
¿Qué momento harás crucial?
Sobre ti el peso de horadar...
Oteas cual vigía en busca del indicio.
Cerrarás la puerta que me abriste.
Meollo de mi amor...
¿Cómo decirte?
Elijas cuando elijas que he
de transitar, serás inoportuno.
No digo más.