Quiero mirar la vida como lo hace una flor...
Marinel.

miércoles, 31 de diciembre de 2014

Fascinaciones...

En un minuto fascinante, levanto las manos hacia el cielo cuajado de estrellas y al segundo, advierto bullir en mis palmas el cosquilleo feliz de saltarines movimientos mientras ráfagas de luz chisporrotean  entre mis dedos expandiéndose por doquier.
Noto temblar las comisuras de los labios cuando al fruncirse, gestan besos grandes, musicales, dulces y viajeros que al partir dejan colgando la sonrisa. De mis brazos, como ramas de árbol cobrando vida, nacen abrazos sin límite echando raíces en otros cuerpos.
Tantas cosas siento posibles en ese momento insensato, que me sé embargada por la enajenación.
Sin embargo, pienso, bendita ella, capaz de desdeñar toda coherencia persiguiendo ufanas fantasías.
Porque...
Me pregunto:
¿Acaso la cordura permanente, no es un estado permanente de locura?
...
Brindo por esas ilusiones que nos fascinan, porque el nuevo año venga cargado de ellas, porque seamos capaces de hacer de algunas realidad, porque la realidad que nace, deje los mejores momentos pasados como los peores de los que tienen que llegar.
Comenzando por el de esta noche, a repiqueteo de campanas.
    ¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO, AMIG@S!!!



¿Brindamos?
¡CHIN-CHIN!

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Detalles nimios.


Engarzo el detalle que presagia lo bueno como una gotita de rocío se engancha a la flor en el frío amanecer perfumado de sol. Ese momento único y afable en el que se obvia cualquier posible desafección venidera.
La gota se seca tras la madrugada, la absorbe el ambiente, la flor enmudece al beber la chispa de agua que por unas horas hizo de inquilina de su corazón.
El detalle es, pues, un embrujador de los sentimientos; arriba, se instala, se nos acurruca, damos y nos da presencia y morada. 
Tras el gesto mágico, aún evaporado, nos queda su estela, de manera tal, que con su recuerdo, una y otra vez, vuelve a sobrevenirnos esa sensación siempre fascinada de aquel lapso grato vestido de aprecio y hermosa humedad.

*Agradezco vuestros detalles así, de ésta manera tan particularmente mía. A tod@s...
  ¡Atrapad muchas gotas!
Gracias por vuestros correos, ya sabéis a quienes me dirijo.
;)
Besos y Feliz Navidad.

sábado, 13 de diciembre de 2014

Felices fiestas.


Sencillamente...no podía no felicitaros estas fiestas.
Besos.

lunes, 8 de diciembre de 2014

Siempre gracias.



Quiero pediros disculpas por mi exabrupto, mi, otra vez, desahogo emocional; otro de tantos.
He llegado a la conclusión, de que tampoco importa demasiado que lo haya hecho. Lo necesitaba, lo dije y como este espacio al que llamo isla, es, precisamente mío, en él vuelco todo lo que me corroe.
No obstante...uffff, me pasé tres pueblos con la extensión y aún así, sois estupend@s dejándome vuestras palabras de aliento.
De altibajos voy bien servida, no cabe duda.
De nuevo, mis sinceras disculpas por haceros partícipes de todo lo que sienta, para bien o para mal. Bueno...de todo no, si lo hiciera de todo os dormiría de aburrimiento.
Hasta pronto.
:)
Gracias.
En esta entrada inhabilito los comentarios, me basta saberos ahí.
Ciao.

sábado, 6 de diciembre de 2014

Tomando aire, eso sí, romántico...

El romanticismo a lo largo de la historia ha estado ligado a los hombres. Hubo grandes e ilustres poetas y/o escritores románticos que llegaron con sus letras al corazón de quienes los leían.
Ocurre que indagando en esa misma historia, nos damos cuenta fácilmente, de porqué la mujer no desarrolló su actitud intrínseca hacia esa sensibilidad y la mostró tan abiertamente; sencillamente, la mujer estuvo siempre al margen de esa posibilidad. La mujer era un florero. Era educada para ser culta en su justa medida y en todo lo relacionado con la feminidad. Criada para ser madre y esposa amantísima. De ese modo, las poquísimas que se atrevieron a desencorsetarse, hubieron de hacerlo bajo seudónimos masculinos.
En los blogs pululamos gran cantidad de mujeres. Todas hablan en sus espacios de cosas interesantes, hermosas, divertidas, apetitosas. Todas...menos yo, qué le voy a hacer.
Hoy, lo reconozco, tengo uno de esos bajones tontos. Lo sé. 
Esto del blog para mí es, digo siempre, como esa pieza de puzle que se pierde una y otra vez en la caja y sin ella es imposible terminar la composición. Hay que buscarla para completar lo incompleto.
Bien. A veces me planteo dejarla perdida, porque como en los puzles que haces y deshaces...¿qué sentido tiene?
Escribir me reconforta, me complementa, sí, pero, ¿puedo vivir sin ello?
No, pero podría hacerlo sin exponerlo por aquí, como hice durante años hasta que mi hijo me abrió mi primer blog. Tengo cantidad de folios, libretas y retales de hojas escritas. En realidad, si escribo para mí, ¿qué más necesitaba? ¿ésto?
Hay días que me levanto dudando al respecto.

Ser romántica y sensible es comprendido por aquellos seres que también lo son, poco más. Mi blog no es interesante, no hablo de temas candentes, no coqueteo con la política. Tan sólo dejo libre mi alma sensible para esas mujeres fieles que siempre llegan y esos dos o tres hombres que no temen mi empalago. Sé que no voy a cambiar, así pues, hay días que me pregunto qué hago aquí y me digo que tal vez debiera cerrar la tapa de este baúl que soy, dejar dentro mis derrames y si algún día me desbordo, volver a mis libretitas...

No sé. Hoy estoy plof. Quizá deba coger aire. 
No os voy a comentar en unos días. Os leeré solamente, así, sin dejar mis comentarios, no tenéis, tal vez, la obligación de venir a comentarme.
Gracias a vosotras que siempre estáis y a esos de vosotros que no tenéis problema en venir.

jueves, 4 de diciembre de 2014

Frente al mar.


Se eleva el aire cual plegaria queriéndola encontrar 
tras una marejada de confusas sensaciones.
Ella lo espera como el que espera nada.
Se pondrá su vestido de espuma  ornamentada.
Nadará sin nadar, por vaivenes de ilusión balanceada.
Se hará espigón para que al llegar la bese efervescente
 entre guirnaldas sonrojadas.
Mira a lo lejos, sosegada, la infancia que partió.
Entre arrecifes, los sueños de coral,
cubiertos de piélagos de vida arracimada.
Sobre las rocas que crearon los embates violentados
por negros nubarrones de tormentas, estará...
Tendida frente al mar.



martes, 2 de diciembre de 2014

Personas como pantalones, (azules)


Tengo un pantalón azul...

Así voy a comenzar esta entrada. Lo hago porque todo parte de él, de esa pieza de ropa de la que me enamoré un día de compras cualquiera. Es mi prenda fetiche, esa que sólo con ponérmela me da buenas vibraciones, me hace sentir capaz de todo e incluso tiene el don de hacerme creer que con ella puesta las cosas buenas llegan más fácilmente.
Entre la marabunta de gente, buscaba algo confortable, llevadero, bonito...lo vi y supe de inmediato que era mío; un flechazo auténtico. Aún antes de probármelos, sabía que me quedarían bien, como así fue.
Lo tengo en mi armario, no en el fondo de armario, sino al principio de él como parte fundamental de mi vestuario. Al ponérmelos se hacen una segunda piel. Una piel abrigando la otra, superponiéndose y adaptándose.
Con ellos, me siento a gusto conmigo misma, soy yo con total libertad de movimiento, camino sin mirar atrás, confío en su abrazo en la parte baja de mi espalda, siento que me empujan hacia delante con determinación. Los adoro. Nada me importa con que pueda conjuntarlos, quedarán bien porque son ellos los que me hacen brillar.
Los cuido esmeradamente. Sé que envejecerán, que tendrán achaques. Probablemente, algún día haya de deshacerme de ellos...o no. ¿Acaso nos deshacemos de las personas que queremos?
Cuando su vetusta presencia me hiera, los guardaré delicadamente en un lugar donde se sientan cómodos. Tengo otras prendas que me encantan, sin embargo, me ocurre como con las personas...
Hay muchas que te acompañan a lo largo del camino, unas más especiales que otras; y luego están esas a las que siento de igual modo que mi pantalón azul, esas que te sacuden el alma con tan sólo verlas y aún antes de conocerlas, sabes ya que van a ser parte importante de tu vida. Esas personas, tan solo con su presencia a mi lado, me hacen brillar. Son esas poquísimas personas que no están en el fondo de mi rojo armario, sino al principio de él...

domingo, 30 de noviembre de 2014

Cuchicheo...

Pssstttt...
Ven, acércate a mi boca y te diré muy quedo en el oído:
No puedo. No consigo. No concibo.
Hablar si no es contigo, dejar que las palabras se conviertan
en peces lujuriosos atreviéndose a nadar(te).
Mis labios en tu lóbulo prendidos harán que pierdas el sentido
de ese océano que albergas tras tu ombligo.
Olearás tu rostro hacia el mío anhelando la sirena de mi mar.
Cuchicheo suave, un roce estimulante, un suspiro.
Buceando las orillas trataremos de arribar
 a la ensenada del olvido hasta caer rendidos...
Y flotar.
Pssstttt...
Ven, acércate a mi boca y te diré...


jueves, 27 de noviembre de 2014

Dejándome llover.

Se desata la lluvia y yo aquí, viéndola caer, me entrego a su belleza. Ese llanto tejido desde un cielo resquebrajado y oscuro, viene a recordarme la fragilidad de lo humano, lo supeditados que estamos a los caprichos de la intemperie, lo poco o nada que somos frente al tiempo que se nos resbala.
Elucubro maneras de distraerme de ella, sin embargo, aquí estoy, rindiéndole pleitesía.


miércoles, 26 de noviembre de 2014

Nada nuevo.

Buenos días, le digo.
Me mira sonriendo o no.
Según se ice la entraña
en el nuevo telar del día.
Me devuelve lo mío,
¿qué si no?
¿Qué me puede ofrecer mi propia imagen?
Soy yo la que mira al espejo.


domingo, 23 de noviembre de 2014

viernes, 21 de noviembre de 2014

De soplo en soplo...

Hay cosas de mi fuero interno imposibles de remediar, quisiera hacerlo a veces, pero es un sueño inalcanzable. Uno más. Soy romántica hasta la médula desde que recuerdo e incluso no sabía poner nombre a esta sensación de involucrarme tanto en lo hermoso del entorno. Este sentirlo todo, en ocasiones hasta el dolor.
Si un día descubrí la poesía y mis ojos se anegaron, el latido comenzó a ser salto y las manos fueron devastadas por un pequeño seísmo. Al siguiente, la mirada me asombraba descubriendo la belleza de una mariposa prendida en el ojal de un árbol. Al otro, advertía que el viento me hablaba bajito para que el resto del mundo no lo oyese. En cualquiera de mis días, bastaba un instante dentro de las horas, en el que la sensación de ser distinta, me producía una desazón que aparecía y desaparecía casi al mismo tiempo, ya que siempre hallaba algo que distraía ese sentimiento diferenciador, me hacía perderme en pesquisas inventadas por mí para descubrir el nacimiento de algo inverosímil que sólo yo había advertido. Era algo así como una Sherlock Holmes, creando casos que solucionar porque de lo contrario, el mundo parecía rutinario; en excesivo evidente.
¿Venir para morir?
Sí, claro, esa era una misión irrefutable, pero... y ¿mientras tanto? ¿el mundo era sólo eso?
¿Las cosas distintas, las que se salen de lo "normal" con qué motivo fueron puestas ante mí?
Tal era yo desde que fui creciendo, casi más hacia dentro que hacia fuera.
Sé bien de mis volatilizaciones, de que pocos entienden este ser así. Serlo, me ha llevado muchas veces a sufrir lo indecible, de que seguiré haciéndolo a pesar de la coraza que fui construyéndome con los años y los reveses....
Seré siempre como esa fruta que, a la que te descuides, se hace blanda por dentro y se deshace.


Un soplo de vida. Un halo de luz venciendo lo arcano
de este transitar. Una sensación de llenar vacíos, 
tan solos, tan míos...
Toda algarabía.
Lágrimas al mar.
Sonrisas o risas y hasta los hipidos en el sollozar.
¡Son tantas las cosas que cual soplo vivo
me hacen vibrar!


miércoles, 19 de noviembre de 2014

De temor mundano o amor ilusorio.


Le rogó un detalle en el que pensar en sus horas tenues, 
cuando la nostalgia se prende en los huesos
dejando exánime lo antes vivaz. 
Extiende las manos, le dijo muy quedo.
Y en su blanda mano quedó cobijado un planeta entero.
La tierra donde sus pisadas fueron recorriendo, mares de sus lágrimas, 
puro fuego de un sol de latidos donde convergieron
 furias y pasiones; todos sus secretos.
Que vasta extensión en tan poco espacio, tartamudeó...
¿Y si lo perdiese? ¿Qué sería de ti?
¿Qué será de mí si tu mundo pierdo?


lunes, 17 de noviembre de 2014

viernes, 14 de noviembre de 2014

De repente...¿El destino?

Tienen los destinos ese algo indolente de sonrisa lívida y aire recurrente. Son como atavíos siempre apetecibles. Hora nos desvisten. Hora nos arropan de miles de incógnitas hechas de repente. Hilos cosiéndose solos en un mundo agreste donde mares rugen, vientos enmudecen, seres se demudan al son que les tejen... versos extraídos de un poema doliente, donde aquel poeta de nombre Neruda, se hicieron curiosos:

Ahora, ¿qué imprevisto paso hace crujir los caminos,
qué vapor de estación lúgubre, qué rostro de cristal,
y aún más, qué sonido de carro con espinas?

Vacuos los destinos nos miran de frente, hurgan con denuedo zonas abisales de estos enseres que llamamos cuerpos.
¿Somos sólo uno; un triste destino, cientos, miles?
Yo tildé a los míos, los multipliqué, los llamé asombrosos. Los veo venir  en sigilo sobre la hojarasca, dejándome ver su vaho taciturno en el horizonte donde habito y moro hecha floritura para las costuras de los descosidos de ese traje inerme que viene adherido. Mi grato asesor  de placer vehemente... Bésame el latido, hila mis sentidos hacia tu destino y si has de perderme entre tu tejido:
Sea de repente...



*De repente, ayer, tuve que viajar a Madrid. Un virar de rumbo repentino y frágil me llevó a pensar, mientras me alargaba a esa ciudad, lo que somos todos...en el destinar que nos teje en nada, que ésta es un todo por quien suspirar..
Paso a contestaros, luego a disfrutar de vuestra lectura, porque si algo es certero, es que viajamos raudos y veloces  por este sendero que llamamos vida, que hay que disfrutar de las pequeñeces.
Besos y gracias por vuestra paciencia.

lunes, 10 de noviembre de 2014

He llegado a una conclusión...

...los libros son como las fotos.
Puede que parezca una afirmación desacertada; no para mí.
Ayer muy de mañana, observando detenidamente las estanterías, con la sana intención de desvestirlas de esos tomos que acaban por acumularse en perfecto desorden y en cuyas espaldas a buen seguro hallaría partículas de polvo, pensé al mirarlos, en que tengo libros de todas las edades; las mías.
Pensé, naturalmente, en esos muchos encajados ya por falta de espacio. Los imaginé amortajados eternos sin que la muerte se atreva jamás a llevárselos, entre otras cosas, porque yo no se lo permitiría. Me gusta sacarlos de cuando en cuando, dejar que mis ojos se posen en sus portadas, en las letras más o menos pequeñas, en mis letras por rincones, laterales, esquinitas...en aquellas flores en algunas de sus páginas llamándome a recordar el motivo de su seca apariencia entre las hojas.
La pereza tibia envolvía mis manos, casi parecían querer resguardarse en los bolsillos de mi bata dejando para otro momento tan ardua tarea, sobre todo, a sabiendas de la predisposición de ésta que escribe por perderse en los recovecos ocultos de la memoria.
Así fue como, tras lanzarme de lleno a su aseo, comenzó mi mente a pasear hacia atrás.
Un cangrejo caminando por la orilla del recuerdo. 
Este libro lo compré a los pocos días de salir del hospital...y me vi a los diecisiete con mi pijama de lunas esperando que me operasen de apendicitis. Los médicos me concedieron permiso para ponerme pijama mientras el resto de gente iba con aquellos camisones ridículos que se abren por detrás dejándote las posaderas desnudas al aire.
Aquel otro me lo regaló aquella amiga que marchó tan lejos, a la que con el tiempo fui perdiendo de vista hasta no verla más. Ese, ay ese, ese me lo encontré un día en el pupitre del instituto con una flor encima...nunca supe quién me lo regaló. O ese librito que mi hermana me regaló por mi cumpleaños en plan divertido...¡vaya título! dije cuando me lo dio. Ella reía con su risa de cascabel...recordarla me estremece, hace que  me duela el pecho, arrastra lágrimas que creía ya extintas.
Llego con la bayeta a cada uno de ellos como si fuesen hijos pequeños que yo no parí, pero a los que crié y terminé amando sin remedio. Hallé de nuevo aquel de poemas de Rumi, el poeta persa que desconocía hasta que aquel profesor de filosofía me lo regaló un día en el que me pilló en la cafetería absorta en mis pensamientos, abrumada aún por la pérdida de mi padre. Recuerdo, inevitablemente, cómo se sentó a mi lado recitándome...

La princesa está triste, ¿qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que a perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro,
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor...

 Toma, me dijo, compartes apellido con un ilustre poeta, leélo, siente sus poemas. La poesía ayuda a evadirse, a asentarse, a, también, volatilizarse por momentos.
Ahí estaba como siempre, impertérrito, llevándome de nuevo a aquel instante. 
Tras la limpieza, una vez desalojados de ese peso inútil que los afea, pensé en todo lo que me habían dado de nuevo. Volvieron a llevarme al tiempo de su tiempo, de su mano, retrocedí a mis edades, a los sucesos donde ellos fueron conmigo.
Así llegué a esa conclusión que puede parecer desacertada, aunque no para mí tras leer mi corazón.

¿Qué pulido podría necesitar el espejo del corazón?
Entre el espejo y el corazón ésta es la única diferencia:
El corazón oculta secretos, pero el espejo no.
Rumi.


*Siento la extensión.  Ya sabéis...se me derraman las letras...

viernes, 7 de noviembre de 2014

Aromas...



Hay personas cuya esencia es como un buen perfume:
Te incitan a soñar...

miércoles, 5 de noviembre de 2014

"Que"

A veces creo que  sólo soy una hoja al viento de un otoño despistado que olvidó sacarme de su rama.
Un copo de nieve que creyéndose de piedra, no se diluyó. 
Cualquier flor primaveral que pensándose eterna, se enraizó obviando los caprichos de temporada. Aquel rayo de sol que aún llegado el frío, aterido, busca furtivo filtrarse por la ventana en busca de calor.
Quien me dio el pasaporte para venir, sabrá bien mis limitaciones, mientras tanto, vivo aferrada a ese documento impalpable que me da la posibilidad de creerme materia, dispuesta en su osadía, a superar cualquier obstáculo de los muchos engendrados en cualquier estación.
 ¿Por qué he de dejarme llevar? 
Lo más importante...
¿Qué sé yo cuándo prescribo?

lunes, 3 de noviembre de 2014

De gestos de amor.

Estiró el horizonte marino, alargó su azul profundo 
sobre las olas en calma planchando con suavidad
 las ondas dejándolas lisas para su mirada.
Se hizo gaviota de vuelo raudo sobre la línea infinita del mar.
Fue beso de cielo y piélago en el confín sorprendente y hermoso. 
Satinó con estrellas las aguas  nocturnas para que
 prendiesen en sus ojos al mirarla...



viernes, 31 de octubre de 2014

Albura.


Oh claridad. Mi claridad. Eres dama caminando lívida y
 expuesta a los colores que pugnan por teñir la albura de tu piel.
 Refugio poroso donde un pájaro dormita en ti cual si fueras una nube licuada. 
Tus lívidos caminos rodean en círculo al duende de risa sonajero. 
Oh claridad. Mi claridad. Bajo la vaina de los huesos,
asiéndolos con firmeza, habitan ruborizadas raíces acaloradas
por un sol que  huyó de otro cielo que no fueras tú.





miércoles, 29 de octubre de 2014

Hoy me dió...(Pensamiento divertido y apetitoso)

A ver si me ayudáis...
No concibo sentarme al ordenador sin comerme una manzana.
¿Alguien puede explicarme esto?
El caso es que si cada vez que pongo mis dedos sobre el teclado me como una manzana, llegará un día en que tendré que llamarlo vicio, adicción o manzadicción, manía...
Si a ese devanarme los sesos le sumo la cantidad de kilos necesarios y el consiguiente gasto económico...
No sé.
¿Tendría que sentirme frustrada o abatida?
¿Debería consultarlo?
Eso sí, ni se os ocurra pensar que como cualquier manzana.
Ha de ser grande, olorosa, brillante y jugosa.
Ja,ja,ja,ja

viernes, 24 de octubre de 2014

Quieta.

Sé que me pierde el silencio.
Me perdió el día en que nací aquel helado enero cuando el llanto ausente se negaba a venir.
 Con el tiempo fui descubriendo mil maneras de perderme a su lado.
Hasta he aprendido a perderme en ti callada por si verme te espantara.
El problema, de tanto perderme,  es que me cuesta encontrarme.
Entonces suelo quedarme quieta como una brizna de algo en medio de una tupida indolencia circundante, plegada, por si otras palabras pudieran encontrarme antes que yo.
Si me ves, mata el silencio, esa mudez abigarrada amiga a capricho.
Deja que tu voz me oriente hacia mí de nuevo.

miércoles, 22 de octubre de 2014

Guardiana de lunas.

                                   








domingo, 19 de octubre de 2014

Camino del encalmo...

Pensaba en mi cerebro, en esa carnosidad rugosa debajo del cabello, 
tratando de inventar de otra forma la enjundia de mi ser. 
Qué feos somos por dentro, pensé...
Forcé las cuerdas del violín de la entelequia 
fascinante a la que me doy por vencida una y otra vez 
e imaginé metamorfosearse esa masa extraña en un jardín.
¿Por qué no?
De rododendros plagados de poéticos pompones exaltados.
Un camino separaba los arbustos perfectamente alineados a la par que ingobernables.
Me vi pasar diminuta, apenas alfiler en el verdoso telar que se extendía, 
en medio de aquella frondosidad recién fabricada.
Perdí el paso apresurado, rescaté la soledad de las ruinas que asolan hueras realidades, 
perfumé las células nerviosas de encalmo con la esencia de pimpollos metafísicos
llenando el asombroso paisaje de oleadas de sensaciones tan fértiles,
mágicas y ligeras, que por un instante no fui yo ni mi cerebro desbocado.
Tan sólo el corazón llamó con los nudillos, carraspeó tal vez un algo
 altivo e imperioso tratando de acotar aquel garbeo mío perezoso entre clamores floreados...


viernes, 17 de octubre de 2014

Laconismo.

Mejor dejarse caer.


* Fotografía de Zena Holloway

martes, 14 de octubre de 2014

Al abrigo...

No quiso dejar a la deriva todos los afectos.
Sufría imaginando su sentir rodeado de zozobras
lejos de una orilla donde tomar aliento.
Tomó tiernamente el frágil sentimiento, 
el que con más ahínco dañan los vaivenes,
el que jamás sale indemne del asalto de las olas...
Lo puso a buen recaudo en el festón de arena
del mar de sus entrañas donde un suspiro azul
custodiaría su hálito extenuado.




domingo, 12 de octubre de 2014

Jamás entenderé...

Que se eleve la calma
en busca de la tormenta.



viernes, 10 de octubre de 2014

Alea iacta est...tiempo, tiempo, tiempo...



Nacemos de un tiempo al tiempo sin retorno.
Morir es reingresar a aquello sin recuerdo.
Nacer es arribar abrazados a un misterio
irresoluble, perseguir discernimiento,
sentir que somos limbos que
de un limbo discurrieron.
Arcano indescifrable por mucho
que  miremos el derecho y el envés...


Me río del afán por entreverlo en sus argucias, 
de esa ansia loca en detenerlo.
Nacemos feneciendo.
Él pasa fingiendo no advertirnos; sólo pasa.
Nos trae y lleva el tiempo.
Lanzados a la vida, al juego de sabernos,
saboreamos mieles y hieles jugando la partida
febriles al principio, laxados en la linde
 de este esparcimiento.

Cual dados en trayecto sin saber...el tiempo;
 ese erudito, nos lanza diciéndonos bajito:

Alea iacta est...


martes, 7 de octubre de 2014

Control rutinario.

Hoy comprobé el estado de mis pasos...
Parecen atados a mis piernas.
Allá donde se pierden los tobillos
veo mis pies desempolvando la inercia.



domingo, 5 de octubre de 2014

La Intrusa...

Me enredo entre tu pelo y revoltosa,
desciendo hasta tu sueño.
En un rincón, muy cerca de tu oído, respiro
conteniendo la ardentía y me estremezco
urdiendo mil diabluras.
Palabras sugerentes descienden
por tu cuello al arpa de tu espalda.
 Ni una cuerda dejo sin sonido.
Tus ojos y mis ojos: dos barcos sin timón.
Tus labios en mis besos, bailándolos, ¡bebiéndolos!
avivan el fuego que devora los secretos.
Las aves de tus manos en los cuencos
donde tu boca bebe el néctar del delirio.
A ritmo de tambor trenzamos nuestros cuerpos.
La gula del amor se aleja. Te adormezco.
Saliendo a hurtadillas, tan pícara que entré...
me desvanezco.




jueves, 2 de octubre de 2014

Del cielo al suelo...como pájaro de papel...

¿Qué fue de aquel pájaro llamado libertad?
¿Perdido en el camino?
Tal vez de tanto desconcierto, no sepa retornar.
¿Tan frágil resultó que apenas alzó el vuelo, cayó rendido?


¿Quedó rezagado en trampa o corral o abismo?
Recuerdos de su pico entre los labios picando por la
voz en busca de palabras que lanzar al aire sin control.
Su vuelo pizpireto y atrevido por todos los rincones
sin mirar, sabiéndose seguido por bandadas de entusiasmo.
¿Cercenaron sus alas sin cerrojos?
¿Tuvimos...tenemos en las manos su destino?
Volamos hacia atrás con el recuerdo, cangrejos en el viento
sin ánimo de lucha, peces sin mar, aves sin nido que anidar.
Perdidos sin ese pájaro que cada cual pintó de su color, pero 
que nos llevó, nos elevó encaminándonos a un cielo terrenal
al que jamás pensamos por perdido y ahora...
¿Dónde está?


lunes, 29 de septiembre de 2014

De mucho a poco o nada...

Hoy...
Nada.
Dejaré que las ideas 
busquen su luz.


sábado, 27 de septiembre de 2014

¿Más allá es más lejos?

No dejaba de decirme que había que saber ver más allá. Yo siempre lo interpretaba como mirar más lejos, quizá buscando un horizonte allende al más "próximo" ya de por sí, lejano.
En la orilla del mar, mirando la delgada línea que lo separaba del cielo, trataba de advertir cualquier movimiento que indicase  la existencia de algo aún más remoto.
Jamás vi nada más que las ondas del agua en calma chicha o las gaviotas revoloteando y cayendo en picado a por su alimento. Sentí en varias ocasiones pececillos diminutos entre mis pies jugueteando e infinidad de veces, imaginé que la espuma de las olas procedía del baño relajante de sirenas...


En el paisaje accidentado, dejaba vagar la vista por los cortantes de las montañas sin atisbar otra cosa que el planeo de las aves aquí y acullá, el verde convertido en un azul grisáceo al atardecer cuando el sol, ya mustio, cambiaba el turno a la luna; a ésta asomarse tímida al principio para convertirse en reina después en su trono de estrellas.
Siempre; invariablemente, intentando ver más allá en la oscuridad, comprendí que lo único evidente, era que el silencio no era tal, que de él, emergían montones de ruidos chiquitos, pero que al unirse, orquestaban la negrura.
De día, independientemente de la estación, sólo pude advertir los cambios de color, el trasiego del paisaje vistiéndose y desvistiéndose al compás de las horas, siempre embaucador, engalanado con las flores de la época y el tránsito celestial de la estación que aconteciese.
Veía llanto en la lluvia o fuego, a veces de deseo y otras de furia, en el calcinado sol estival.
Entonces, para mis adentros, surgían los ineludibles interrogantes...
¿Llegaré a ver más allá algún día?
¿Más allá es más lejos?

* Óleo de Aldo Rojas.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

lunes, 22 de septiembre de 2014

El vuelo irrealizable.

¿Se puede dar alas a quien no quiere volar?
Somos nosotros quienes vamos engarzando
 rejas a golpe de sentimientos intensos,
incondicionales e incluso eternos.
¿Puede haber libertad esclavizando el pensamiento?
Acabamos por entenderlo...
"Hay vuelos imposibles de atrapar"
No obstante, aún aprisionados, aferramos esa cárcel ficticia
 intentando  alojar la esencia de los sueños cuanto menos.
 No hay rémora entonces para el aleteo anhelante
 en busca de esos flancos imaginados que nos lleven
 a la volada perfecta en el espacio infinito...


jueves, 18 de septiembre de 2014

Bagaje emocional.

Viajo atiborrada.
Comulgo cada día con el propósito de aligerar el equipaje y sin embargo...
Un ramillete de ilusión va a la maleta, que aún antes de cerrar,
 ya se ha desprendido de parte de sus hojas.
 ¡Malditas decepciones!
No hallo ni un lugar que no pueda atrapar en mis sentidos
 o una sola persona que deje de impresionar mi mente fértil.
Así va todo a su lugar; tal vez un recoveco en nada pretencioso,
tan sólo un habitáculo de éste mi mundo particular.
Perdí hace tiempo la fuerza de encontrar
las llaves de cierre o apertura de tanta tesitura
que albergar y observo sorprendida:
 Se va haciendo baúl lo que nació menaje.
 Ingente cantidad de tozudez para enfrentar
 senderos intrincados, anhelos infinitos de llegar...
¿Sé a dónde?
Qué más da.
Cales y arenas  la maleta a rebosar.



lunes, 15 de septiembre de 2014

Hoy, como cualquier otro día...

Hoy se levantó el día; me llevó en volandas a la cocina, me preparó el desayuno, me lo dio de a poquito, con suma delicadeza como temiendo uno de mis despertares horribles donde la suavidad brilla por su ausencia. Me tomó en sus brazos y tras despojarme del ropaje nocturno, me aposentó bajo una cascada de agua dulce.
Me vistió vaporosa, maquilló mis mejillas, dio color a mis labios, deslizó el amado perfume en los puntos exactos e hizo que mis pies se calzasen sin apenas notarlo.
Hoy tiró de mis manos llevándome por el aire, bajo el sol ya asfixiante sin asomo de brisa. Me paró, me charló, consiguió que mi voz saliera expulsada hacia otros, que mis ojos fijasen la vista y mis oídos escuchasen.
Pero no consiguió atrapar a mi mente que quedó suspendida en el sueño, cobijada en vapores oníricos, vagabundeando por mundos quiméricos tras mariposas de versos, pretendiendo llenar otras hojas distintas de ese libro de vida al que todos nacemos...
Ella quedó. Yo marché; aunque realmente hoy, al volver, supe que jamás me había ido.


viernes, 12 de septiembre de 2014

Pálido paisaje.

Creó tras sus cejas un paisaje blanco donde reposar.
No importaba el cómo, el dónde o el cuándo,
tan sólo anhelaba truncar los colores,
dejarse llevar por el raso lienzo.
Si hay que trazar-pensó- lo haré a mi manera
tras vagar la mente por la claridad.
Difusos contornos que pintó de nácar, y allí, 
en medio de esa albura, abstrajo toda oscuridad. 
Una vez toda la negrura lejos del recinto
mudó a luz virginal el agotamiento.
 ¿Te sientas?
 Me siento.
Yacerá impoluta en su desmadejo, vencida por fuera,
mirándose dentro, sintiendo el misterio
de ver alejarse toda la fatiga tras el respirar.

Fotografía de Tim Walker

miércoles, 10 de septiembre de 2014

"Sinhueso" a la luz de las lunas.

Sin un punto ni una coma ni un suspiro o un jadeo o tan siquiera un respiro casi al límite de la oclusión de los latidos donde el apócope esgrima la bandera esperando concluir la verborrea te dejo la parcela de mis sesos en herencia sin igual plantando en un rincón de mi jardín unas lunas ansiosas de tus labios sin empero moradores de lengua vivaracha y sibarita que ajena a otros sabores anhelen el riego de mi boca saciante cual marmita al fuego de la noche y tus luceros 

domingo, 7 de septiembre de 2014

De mirada de agua...

Miró la pequeña piedra deslizarse sobre la superficie; sus saltos a intervalos levantando el agua mientras dibujaba ondas expansivas a su alrededor. Le parecía que quería atrapar el cielo en tímidos apogeos de felicidad o leves estallidos de valentía, tal vez asomos de locura intentando esquivar lo inevitable.
La vio rápida y veloz llegar a su destino que no era otro que hundirse tras el recorrido que le brindó la mano de la niña, cuya fuerza distaba mucho de lo deseado.
Observó detenida el suceso mientras el sol rallaba ufano sobre la superficie acuática, las estrellas nocturnas emergían líquidas y plateadas intentando aferrarse el día, la brisa susurraba secretos a los árboles atentos, las abejas danzaban sinuosas.
Sonrió abocándose de lleno a las comparaciones...


jueves, 4 de septiembre de 2014

jueves, 21 de agosto de 2014

Siempre...

Siempre...
Que palabra tan grande para un tiempo tan pequeño.


*No es que vuelva ya, pero os echo de menos siempre y el tiempo será nada cuando el retorno sea un hecho. Os dejo esto para certificarlo.
:)
Besos y gracias a tod@s!!!

viernes, 11 de julio de 2014

Evocación.

Llegó suavemente, empujando como sin hacerlo, con leve forcejeo casi imperceptible...
Llegó a quedarse bajo un torrente de sol y noches de luna  meciéndose
en brazos de la brisa. Llegó sin prisa.
Se instaló cómodo y la miró con el arrobo de un enamorado ardiendo de deseo.
El hastío, hecho cúmulo en el hábito de su piel, se hizo arropo de los largos días
estivales en los que la ardentía se abría paso entre los sueños como amapolas.
Se la vio alejarse entre suspiros, trastabillando, decidida a rendirse al sopor...


Alguien dijo viendo su vacío:
Viene por aquí; la recuerdo.

Pues eso...espero me recordéis...

Besos para tod@s y un muy feliz verano.

miércoles, 9 de julio de 2014

Ahí, justo ahí.

Permanecía, inalterable y latente,
en el lado opuesto de su realidad...

Fotografía de Julia Fullerton

Unas palabras profundas...

Ahí afuera, mas allá de ideas de bien o mal,

hay un lugar.

Nos vemos ahí.

Cuando el alma yace sobre la yerba.

El mundo esta demasiado lleno para hablar de él.

Las ideas, el lenguaje, incluso la frase 'cada uno'

No tienen sentido.



"Yalal ad-Din Muhammad Rumi"
















Archivo del blog