Tengo un pantalón azul...
Así voy a comenzar esta entrada. Lo hago porque todo parte de él, de esa pieza de ropa de la que me enamoré un día de compras cualquiera. Es mi prenda fetiche, esa que sólo con ponérmela me da buenas vibraciones, me hace sentir capaz de todo e incluso tiene el don de hacerme creer que con ella puesta las cosas buenas llegan más fácilmente.
Entre la marabunta de gente, buscaba algo confortable, llevadero, bonito...lo vi y supe de inmediato que era mío; un flechazo auténtico. Aún antes de probármelos, sabía que me quedarían bien, como así fue.
Lo tengo en mi armario, no en el fondo de armario, sino al principio de él como parte fundamental de mi vestuario. Al ponérmelos se hacen una segunda piel. Una piel abrigando la otra, superponiéndose y adaptándose.
Con ellos, me siento a gusto conmigo misma, soy yo con total libertad de movimiento, camino sin mirar atrás, confío en su abrazo en la parte baja de mi espalda, siento que me empujan hacia delante con determinación. Los adoro. Nada me importa con que pueda conjuntarlos, quedarán bien porque son ellos los que me hacen brillar.
Los cuido esmeradamente. Sé que envejecerán, que tendrán achaques. Probablemente, algún día haya de deshacerme de ellos...o no. ¿Acaso nos deshacemos de las personas que queremos?
Cuando su vetusta presencia me hiera, los guardaré delicadamente en un lugar donde se sientan cómodos. Tengo otras prendas que me encantan, sin embargo, me ocurre como con las personas...
Hay muchas que te acompañan a lo largo del camino, unas más especiales que otras; y luego están esas a las que siento de igual modo que mi pantalón azul, esas que te sacuden el alma con tan sólo verlas y aún antes de conocerlas, sabes ya que van a ser parte importante de tu vida. Esas personas, tan solo con su presencia a mi lado, me hacen brillar. Son esas poquísimas personas que no están en el fondo de mi rojo armario, sino al principio de él...
Los cuido esmeradamente. Sé que envejecerán, que tendrán achaques. Probablemente, algún día haya de deshacerme de ellos...o no. ¿Acaso nos deshacemos de las personas que queremos?
Cuando su vetusta presencia me hiera, los guardaré delicadamente en un lugar donde se sientan cómodos. Tengo otras prendas que me encantan, sin embargo, me ocurre como con las personas...
Hay muchas que te acompañan a lo largo del camino, unas más especiales que otras; y luego están esas a las que siento de igual modo que mi pantalón azul, esas que te sacuden el alma con tan sólo verlas y aún antes de conocerlas, sabes ya que van a ser parte importante de tu vida. Esas personas, tan solo con su presencia a mi lado, me hacen brillar. Son esas poquísimas personas que no están en el fondo de mi rojo armario, sino al principio de él...
Ohhh! tengo un pantalon de ese azul, lo vi en un escaparate, entre y me lo probé, demasiado caro, baje la calle, volví a subiela por la acera de enfrente y al llegar a la altura de los pantalones azules crucé y me los compré, y son para mi todo eso que dices tu. Un abrazo hoy sin poesía pero con cercanía
ResponderEliminarEster, me alegro de que al fin imperara la lógica...si te gustaban, a pesar de ser caros, tenías que comprarlos. Hay que permitirse caprichos de cuando en cuando, más si se trata de un flechazo!
Eliminar;)
Un gran abrazo.
Cuando una encuentra aquella pieza especial que la hace sentirse unica, es cuando puede ir por todas partes derramando sus mejores sonrisas.
ResponderEliminarBesos.
Ilesin, ¿a que sí?
EliminarSon esas cosas que no sé porqué pero ocurren, al igual que con las personas...
:)
Besos.
Marinel, ¡cómo me has llegado hoy! con un tema aparente trivial, pero que en tus palabras toma una dimensión sensorial, espiritual, filosófica....
ResponderEliminar¿quién no ha sentido eso que tan maravillosamente nos cuentas con algunas prendas del armario y que se extrapola también a las personas?
Me gustó tu delicadeza que llegó más allá de su uso, como era de esperar.
Precioso!!!
Tracy, de trivialidades a veces nacen grandes temas o como poco, interesantes. Yo al ponerme esos pantalones, pensé en las personas a las que considero talismanes, a las que adoro desde el momento en que las vi...y una cosa llevó a la otra y esa otra a esto, ja,ja,ja
EliminarGracias!!!
Totalmente de acuerdo...hay gente que desde luego, siempe están..se amoldan al cuerpo de uno..-por esos los queremos..los necesitamos..un beso desde murcia...
ResponderEliminarAlp, son como una segunda piel, porque los tenemos tan adentro que son como una parte de nosotros,¿verdad?
EliminarSin esas personas pantalones, no sé qué haríamos.
Un beso desde Valencia.
A veces hay que tenerle más cariño y se siente uno más arropado con la ropa que le gusta y lleva puesta que con algunas personas.
ResponderEliminarBesos Marinel.
Rafa, también es verdad...pero una verdad muy triste, ¿no te parece?
EliminarYo también he sentido eso a veces y me parece desolador...
Besos.
Un texto precioso y reflexivo.
ResponderEliminarA través de una cosa "trivial" haces una profunda reflexión sobre las personas.
Personas que tenemos al lado y sirven para alguna ocasiones y personas que tenemos pegaditas a la piel, como tus pantalones, y nos abrigan y acarician el alma incluso sin palabras, solo con su suave presencia en nuestra vida.
A veces ni siquiera es necesario tenerlas al lado para sentirlas dentro del corazón.
Besos dulces, Marinel
Feliz día
Maduixeta, creo que ya vas viendo como soy y sí...me dejo a la deriva con cualquier cosa que quiera llevarme. Mis pantalones azules me hicieron pensar en esas personas, cercanas o lejanas, que viven en nuestro interior como parte vital de nuestros latidos.
EliminarEa, una que es "asín" de maleable, ja,ja,ja
Besos dulces, dulce Maduixa.
Feliz día para ti.
Entiendo tu sentir hacia esos pantalones azules.
ResponderEliminarYo todavía guardo en mi armario algunas de las prendas que, pese a que no se lleven, a mí me traen recuerdos inolvidables y, cuando me las pongo, siento que me acarician la piel.
A ti no te hacen falta esos pantalones azules para brillar, lo descubrirás más adelante cuando dejes de ponerlos y vuelvas a sentir esa misma sensación en tu piel.
Ah! yo me conformo con estar en tu armario. Sonrío.
Cariños en el corazón.
kasioles
Kasioles, yo soy de cuidar tanto la ropa que puede llegar a aburrir de tanto que dura. Tengo suerte de que me vengan muchas cosas que ya les pasó su tiempo según para quienes, porque si me gusta algo, no me rijo por la moda...lo que me sienta bien y me gusta es lo que llevo.
EliminarComo a las personas...las que me sientan bien, sean de la edad, el tiempo, el espacio, etc, que sean, me las pongo.
;)
Tú estás nada más abrir el armario, hermosa.
Besos.
También tengo "un pantalón azul"... ojalá esté/n siempre...
ResponderEliminarMarinel, hoy me has emocionado especialmente.
Un abrazo grande
Milena, me alegra saberlo, aunque no me sorprende.
Eliminar;)
Un fuerte abrazo.
Me ha encantado tu post, porque trasmites tanta energía positiva como ese azul de tus pantalones... A mí, me pasa como a ti, tengo prendas guardadas de hace años, que me encantan... forman parte de mi vida, de mis recuerdos... y me gusta tenerlos bien acomodados. En mi caso, tengo un pantalón vaquero, que es con él que me siento cómoda en todos los sentidos... Y si, querida Marinel, hay personas que siempre estarán junto a nosotros, aún en la distancia... son las que nos hacen sentir «vivos».
ResponderEliminarAbrazos desde mi mar... azul
Ángeles, prendas y personas cuya sola presencia es impagable, son las que pase el tiempo que pase, nos hacen vivir...
EliminarAbrazos de mar azul.
Me ha encantado lo que has escrito. Es cierto que hay prendas que te hacen sentir como tú cuentas tan bien, al igual que hy personas en nuestra vida con las que nos pasa lo mismo. Con eso es con lo que nos tenemos que quedar... Para qué más?
ResponderEliminarMuchos besos
Sakkara, es lo que tiene dejarse llevar por el sentir, que cualquier cosa nos transporta a lo de dentro.
EliminarUn simple pantalón que te hace sentir felicidad, te lleva a la felicidad de darte cuenta de las personas azules que te rodean...
Muchos besos.
Bonito color y de los que no se notan aún llevándolos puestos, como las personas
ResponderEliminarNoel, lo notamos quienes los llevamos que es lo importante,¿no crees?
EliminarEl azul es uno de mis colores preferidos, te entiendo perfectamente, a mi también me pasa...También me gustan las "personas con el alma zul...", esas que son eternas...Mi gratitud y mi abrazo siempre, Marinel.
ResponderEliminarM.Jesús
Mª Jesús, también el mío por si no se había notado, ja,ja,ja
EliminarSomos almas gemelas en eso, pues.
;)
Fuerte abrazo para ti.
Los pantalones son un reflejo de las personas, o se adaptan a ti o los desechas.
ResponderEliminarBesos,
Saudades, así es. Todos somos, en cierto modo, pantalones azules para otros:
EliminarO nos adoptan porque nos adaptamos o nos desechan...
Besos.
Siempre es bueno tener un ropero con buen fondo para poner en él lo que nos estorba.
ResponderEliminarMe parece una buena analogía.
Besos.
Aída, no hablaba precisamente de lo que nos estorba, sino más bien todo lo contrario...lo que nos hace felices, como las personas que se llevan en el corazón.
Eliminar:)
Besos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¿Qué crees Marinel? mis pantalones azules,que tienen una historia semejante a la tuya... se han desteñido, ya no me quedan y los he tenido que guardar en le cajón de la ropa que ya no me sirve. Han perdido su fulgor y se han vuelto una prenda vieja simplemente. A pesar de todo, los conservo con cariño, aunque parezca raro ¿encariñarse con una prenda de vestir?
ResponderEliminarUn bello monólogo compartido querida amiga, y en primera persona... rico. Besos
Leticia, a mí no me parece raro encariñarse con una prenda u objeto, porque todo está relacionado con lo que se siente con ello. Como las personas....repito:
EliminarNos entran como un soplo y se nos quedan por lo que nos hacen sentir.
Gracias.
Besos.
Siempre amé el color azul, aunque sólo fuera por instinto… (a partir de hoy, ya tengo un motivo). Si la gente fuera ropa, tú serías un hermoso pantalón azul, pero como no tengo armario donde guardarlo, lo llevo puesto en el corazón.
ResponderEliminar¡Saludos azules!... (Con el respeto de siempre)
Juan Carlos, es bonito,¿verdad?
EliminarY en toda su gama.
De ahí viene mi escrito...de esas personas pantalones azules que se llevan en el corazón porque un día cualquiera nos llegaron al alma.
¡Saludos azules y gracias!
Eso es porque vibras en la misma frecuencia que esas personas, por eso te llegan tanto. Es como que has sintonizado con ellas.
ResponderEliminarBesos !
Ion, así lo siento sí.
EliminarSólo que a mí, como que me cuesta un mundo decirlo tan abreviadamente y exacto como tú lo haces.
;)
Besos.
Esta entrada de hoy me ha parecido magnífica.
ResponderEliminarHas dibujado con palabras sencillas esas sensaciones que, supongo, todos hemos sentido alguna vez.
Mi enhorabuena y mi admiración por esta "parábola del pantalón azul".
Ojalá este mundo se llenase de personas azules.
Un beso
JJ, así lo imaginé al exponer mis cosas.¿ Quién no ha sentido que una prenda era algo infinitamente más de la simple apariencia?
EliminarComo las personas que a simple vista sólo son eso...pero para un@, son un tesoro.
Ojalá!
Un beso.
Pues a mí me pasa igual, hay ropa que me la pondría hasta para dormir de lo bien que me siento con ella, y ese pantalón azul seguro que te haría tener dulces sueños. Y esas personas que son importantes que te hacen brillar tenlas cerca, siempre es maravilloso sentirse así. Un beso.
ResponderEliminarLola, sí, sí que es maravilloso sentirse así. Ocurre poquísimo, también es cierto, pero tal vez ahí radique sentir las mil y una sensaciones placenteras que se sienten cuando se tienen.
EliminarUn beso.
Eso es lo que no comprenden mis hijos, que me guste una prenda y me la ponga una y otra vez, porque me gusta y estoy comodo con ella, aunque esté un poco ajada.
ResponderEliminarBonitos esos pantalones azules,.
manolo
Manolo, sabes lo que pasa...que los hijos somos así: queremos que vayáis guapos, cómodos y relucientes....pero hasta que no crecemos hacia dentro no entendemos el significado de las cosas.
EliminarComo digo en mi escrito, por mucho que nos duela, llega el día en que esa prenda se ha de guardar...otras habrá que nos hagan sentir tan cómodos y bien como aquella.
:)
Saludos.
Menuda exagerada eres, mira que comparar el cariño a unos pantalones, por muy bonitos que sean, con las personas, aunque si lo pienso bien, a veces ocurre.
ResponderEliminarUn abrazo.
Emilio, hay que recordar que soy de origen andaluz...por aquello que dicen que somos unos exagerados.
ResponderEliminar:)
Un abrazo.
Es maravilloso que una prenda te haga sentir bien...algunas personas no consiguen ni eso.
ResponderEliminarFeliz día
Besos
José Manuel, sí que es verdad, por eso, las personas que nos sientan bien...hay que ponérselas!
Eliminar:)
Feliz día.
Besos.
A mi también me sucede, tengo prendas a las que me siento unida, es como si tuvieran un algo especial
ResponderEliminarque me hacen sentir bien.
Un abrazo muy grande
Marisa, eso es. Hay personas con las que nos sucede lo mismo, nos seducen de manera especial
Eliminar:)
Un abrazo enorme.
cual una parábola,
ResponderEliminarcon imágenes que hacen pensar
me gustó
saludos
Omar, aún sin pretenderlo, pudiera serlo, pero sin mucho artificio, la verdad.
Eliminar:)
Gracias.
Saludos.
Muy buena analogia
ResponderEliminarAbrazos
Lapislázuli, gracias.
EliminarAbrazos.
Hola Marinel, que bien lo has explicado lo que a muchos como a mi nos pasa con alguna prenda u otra cosa, que cuando nos gusta o nos sentimos cómodos no hay dios que nos haga cambiar de idea por mucho que nos digan, a mi me pasa lo mismo que a ti con tus pantalones azules (mi color favorito), yo lo que digo siempre que aunque vaya digamos siempre igual, yendo limpia es lo que importa y los demás que digan lo que quieran, y con las personas cuando estas agustito con ellas pues que te voy a decir verdad?, me ha gustado mucho la entrada:)
ResponderEliminarBesos.
Piruja, lo de la ropa es tannnn personal!
EliminarA mí me gusta variar, ir limpia, por supuesto y perfumada siempre, pero lo que más me gusta es sentirme a gusto con lo que lleve, sea lo que sea. Lo de ir encorsetada por modas y demás va a ser que sólo si me hace sentir bien.
Igualito que con las personas...sólo las que me hacen sentir bien.
;)
Me alegra que te haya gustado.
Besos.
Hay días grises que pesan, pero hay quien les da mucha luz, y menos mal que es así...menos mal que siempre tenemos el pantalón azul.
ResponderEliminarUn beso.
Pitt, así es...hay días oscuros casi negros que son como un yunque en el alma, peeeeroooo...
EliminarSiempre hay alguien que llega a iluminarlos, nos pintan un sol y ya: vuelven los colores.
Tú, por cierto, sabes mucho de colores, ¡eh!
Que no nos falten pantalones azules.
;)
Un beso.
Vaaaya! mi color... cómo no voy a decir que somos medio siamesas si hasta en colores y ropa coincidimos..toda mi ropa favoritas es azul o tiene algo azul...todo lo bonito de este mundo tiene algo azul... sin embargo a mi ninguna prenda me da seguridad .. solo los tacones que los uso como los boteros en la construcción en mi trabajo mirar desde arriba sí que te hace sentir menos hormiguita jajapero creo que la seguridad va en la mente, a veces desnuda te sientes más segura que con el traje más impresionante ... fíjate, a mi lo que me hace enamorarme de la ropa además de como queda o lo cómoda que estés es su textura, soy una viciosa de lo suave, sentir que te acaricia, que es confortable y cálido .. eso es lo que hace a lagunas prendas especiales para mi, con los pijamas por ejemplo soy una maniática terrible, como me encuentre a gustito con uno, no pongo otro.. si me lo cambian lo busco de nuevo y sale y entra de la lavadora sin descanso hasta que se cae a cachos jaja y sí tb aun a cachos si algo ha sido muy especial lo guardo en una cajita como los recuerdos queridos o esos tesoros son valor material pero de incalculable valor para nosotros .. y eso que yo soy de tirarlo todo jaja solo los salva el cariño :-)
ResponderEliminarUn beso muuuy grande preciosa!
María, sí, imaginaba que así era...viendo tu blog y leyéndote, no albergaba muchas dudas, la verdad.
Eliminar:)
Tienes razón: todo lo bonito tiene algo azul.
Yo es que soy de comodidades, qué le voy a hacer. Así que lo que me compro me ha de hacer sentir cómoda y bien, por eso odio ir de compras, porque me cuesta un mundo comprarme algo que se acople perfectamente a mis deseos, ja,ja,ja
Lo de los tacones, uffff, yo los llevo moderados, soy tannnnn tonnnnnta, que no puedo mirar a nadie desde arriba y eso que he tenido trabajos en los que debía hacerlo, pero no...no puedo.
También nos parecemos en lo que a suavidad se refiere, ja,ja,ja
Me encantan las texturas cálidas, suaves, lanosas, esponjosas, qué sé yo...todo lo que me haga sentir entre algodones, por decirlo de alguna manera. Me chiflan los pijamas de invierno por eso precisamente, porque me convierten en una oveja, jajajaja
Perdono al invierno por sus texturas, porque friolera soy un rato, brrrr
En fin, que sí, que veo que esta entrada ha atraído personas azules, que es lo que imaginaba...
Mil gracias preciosa.
Un beso enorme para ti.
:)
Tu narración me ha hecho pensar en las prendas que llevo con más agrado, pero son imágenes de personas concretas que forman parte de mi entorno las que ocupan mi mente y mis afectos. Ese es el efecto que me ha causado y tengo que agradecerlo porque me hace sentirme acompañado y bien...
ResponderEliminarBesos, Marinel
Luis Antonio, de eso precisamente se trataba...
EliminarEra una sencilla analogía escrita a mi manera y que provino, como siempre, de manera espontánea tras ponerme mi pantalón preferido.
Cosas mías, ya ves.
Que no te falten nunca personas que te hagan sentir bien.
Besos.
Me siento muy identificado con lo que dices... :)
ResponderEliminarEs verdad que hay prendas de ropa que son algo más que prendas de ropa, a mí también me pasa, y es lo que dices, no es solo el color, es la forma, la manera en que te sientes cuando te vistes con ellas. Y claro, con las personas pasa igual, hay personas con las que sabes que, se ponga como se ponga el día, siempre te van a dar motivos para una sonrisa, o te van a quitar ese frío que se te ha pegado en algún lugar escondido... Y a esas personas, nunca nunca, se las puede guardar al fondo del cajón.
Porque, en el caso de que lo hagas, llegará el día en que la descubrirás allí, y te meterás allí adentro, para hacerle compañía.
Un beso bien grande.
Fe de horroratas: quise decir "guardar en el fondo del cajón" :) Ay, las prisas...
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