Respirando, que es gerundio. :)

Reverberando en ti.

Chiquillería del sol

sobre las cumbres lejanas

en arrebol pinceladas.

Remolino de verdor

acompasando caricias

en un clamor terrenal.

Arrumaco en la mirada

intuyendo más allá

Jerifaltes al volar.

Aquel arroyo  jilguero

con su cantar saltarín

brotando del agujero.

Amapolas sensuales

vestiditas de pasión

en  los márgenes de abril.

Esta música sin labios

con batuta e instrumento

que no es otro que el silencio.

Todo...

Todo me habla de ti.

Imagen de Google.

Pensamientos en bruma....

...Como primaveras enredadas

en el ramaje del olvido.

Imagen tomada de Google.

Nota de la autora:

Para romper el hielo  que parece emerger de este intento poético que no consigue ser poema, os aconsejaré algo desde  mi paupérrima experiencia al escribir:..

No lo hagáis recién levantad@s, que os  pueden salir cosas como ésta , que ni tan siquiera estaba bien escrita, ja,ja,ja

Sois un cielo. 

Besos.

Me habla el corazón en el que habito.

Aquí, en este recóndito lugar que se estremece, habitas, levitas y hasta ríes.
Es cálido el instante de revuelo en el que noto la dicha corriendo por tus venas.

Merece la pena estar en ese impasse.

Tus ojos se abrillantan, cobran luz, se estiran sus extremos haciendo de la arruga cosa bella. Debajo de esas dos ventanas abiertas hacia el sol de la alegría, advierto tu nariz en  aleteo lanzando el aire en escalones.

Algo sobresaliente este alborozo, sí.

Tu boca se desgrana naciendo así tus dientes cual ostra prodigiosa guardando no una perla, sino varias. Sorpresa para el buzo que la observa.

En música tu risa se convierte. No es lira, ni piano ni violín, es algo diferente que alza el vuelo y surca el aire haciendo remolinos, creando uno o mil nidos a su paso por todos los rincones.

Te cuento todo esto, tomando ese aire que insuflas de tus labios a los míos siempre rojos, dispuestos  al enojo, al titubeo, a veces seriedad o descontento.

Te hablo de  aquí adentro, en medio de tu pecho que salta jubiloso en el momento en que ventura te sonríe.Ya brinco, zarandeo tu esternón, chisporroteo, y quema en ti la sensación de mis latidos.

¡No hay nada como eso!

Entonces somos dos, al fin, sin parangón:

Mujer y corazón.

Imagen de Google.

Rumor en calma.

Prodigio de belleza...

La calma en los estantes,

del alma cuando cesa.

Materia hecha sosiego.

La búsqueda es el trance

de sueño al abordaje.

Rumor en lontananza.

Oníricos vaivenes,

a olas de distancia.

Foto de Chema Madoz

Mujer, ¿dónde, si...?

¿Dónde vas mujer?

Si olvidaste lo etéreo de tu vestido.

 Si tu vientre ancestral  cobijó multitudes.

 Si en raíces se extienden tus orificios

 y en tu yo imperceptible

 emergieron cornisas contra aluviones.

¿Dónde irás mujer?

Si amortajas tus alas con pedestales.

 Si colgaste tu risa de los blasones.

 Si extravías caminos por las esquinas.

 Si rasgaron tus ínsulas, una por una...

*Imagen tomada de Google.

Predestinadas.

En el mar de las palabras,

algunas viajan solas.

Son carne de naufragio.

Imagen tomada de Google.

Plañidera existencial.

Tal vez sea el ralentí cutáneo
cobijada entre las sábanas,
sintiendo ya laureado 
 este nuevo amanecer.
Ese lento palpitar viendo
el tren de  oscuridad
tomando velocidad, 
y partir.
Que se me viene el vivir
preguntando sin remedio:

Si atemperar se pudiera, lo vivido

en momentos definidos, sin espasmos,

contracciones ni delirios.

No sería, me pregunta...

 ¿Un indoloro parto?

¿Una desnudez transida de emoción

ante la vida?

Ignorando:

Que  nacemos a morir.

Que en el viviendo, mermando,

 y en permanente plañir.

Imagen tomada de Google.

Pintando la noche.

Mirando la techumbre de la noche,

grabo el lienzo inabarcable en las retinas

en honda y placentera observación.

Emerge en mí como un ensalmo;

 un brío, un estallido, un gorjeo íntimo; apocado. 

Notaré algún bostezo aproximándose 

al perímetro estrellado,

que desecharé, abstraída como esté,

blindando  las pupilas de belleza.

Veré, atolondrada,  como la luna cuelga

 su camisón en el perchero azabache

 desperezando su sonrisa titilante. 

En los aledaños del latido, percibiré tenuemente

un ligero desconsuelo ante el desdibujar

de luceros moribundos.

Viendo alejarse el celaje pusilánime

tras el réquiem por difuntos, nacaré el gesto adusto

de la muerte que lo acecha.

Tomaré de mi paleta, pincel de anhelo y suspiro

y pintaré delicada, los luceros desvaídos.

Imagen tomada del blog: Alma de mujer

Certeza de andar por casa.

No puedo prometeros esplendores en la yerba o, que al volver la vista atrás veáis la senda de no volver a pisar.

No, no puedo.

Os niego aquellos sueños de manzana o mariposa, ignorándoos como pies.

Me obligo a afianzaros, no exenta de tristeza, como unos vagabundos sabiendo al fin que sois tan solo mi sustento, mi raigambre en esta tierra que pisáis.

Sereís parte de mí en el exilio irrevocable, en ese adiós finito, exhalado en el crepúsculo vital.

Imaginad el paso sin igual e incognoscible, siendo, en lugar de tres en soledad, triángulo de abrumadora inmensidad

Saquemos de mi mente una vez más, de esta mi chistera ilimitada, sendero o ensenada; vereda o bulevar, bordeado de suspiros y jardines.

Flores extraordinarias cuyos pétalos almohaden vuestras plantas e incluso ir más allá extrayendo pisadas en volandas de un mágico lugar.
Y andar, andar, andar...

Imagen de Google.

Cuando no es.

Breve,

parco en palabras.

Así es el verso

cuando no es verso.

Esbozo sólo.
Brote torcido

buscando sol.

*Imagen tomada de Google.

Arena blanca.

Desde la orilla, su orilla, ve adelgazarse el horizonte del mar hasta fundirse con el cielo. Dos amantes infinitos atrapándose en un verso aguaceleste.

La arena es blanca, la brisa venida de la marea salobre, dulce como la caña de azúcar. Dulce.

Apenas hay distancia entre sus pies y las olas que osadas intentan  dar alcance a sus alas ancladas. 

Es el borde  marino su atalaya perfecta, el idóneo bastión para hacer frente a sus cruzadas.

En él, no precisa de yelmo, de aguerrida armadura o de espada.

Sí requiere silencio o el coro a graznidos de las aves acuáticas, o ese aire hecho céfiro enroscado a su piel, que le habla, la avisa de que todo se acaba, de que llega la paz.

Una paz hecha alba.

Imagen tomada del blog de Beverly Lu

Subliminal, etérea, mágica...

Anclado el espíritu,
 el ramaje artístico teje alas
 a la danza de lo majestuoso.

*Ilustración de Nicoletta Ceccoli.

Portadores los labios...

Ramilletes de aureolas.
El rubor exacerbado
del céfiro en su crisol.
Traen...
La risa de la hojarasca.
El ropero de las flores

la soledad del rigor.
Traen...
Un requiebro de tormenta.
Temblores de amanecer

en el piélago del mar.
Traen...

Marejadas de caletas.
La dulzura del oboe

 en ósculos de violín.
Traen...

La congoja en su responso.
La ternura en esplendor

la pasión hecha festín.

Imagen de Google.

Más allá...

Imagen de internet, editada.

¡Chassss!

Lo imagino mágico...Sí.

Deambular en el azul, sin prisa, ligera cual pompa de jabón. Posarme delicadamente aquí o allá e ir menguando de a poquito, lentamente, hasta el momento exacto de estallido.

Allí donde la evanescencia será mi nuevo estado.

Sin embargo; brota vida de mis poros cual fuente de aire. Rezuman tacto mis manos y el vertido de mis ojos,  me recuerda esa explosión azul  de océanos, mares o ríos.

Son mis pies peregrinos sin tregua, tallos sosteniendo este hogar donde mora el latido o la víscera hambrienta.

De mis senos brotó alguna vez la vía láctea y en mi espalda llevo un saco de ilusión e infortunio.

¿Cómo ser, pues, un no ser?

Seguiré pertrechada en ficticio, cabalgando amazónica y libre desde este cubículo extenso donde habitan los sesos.

Imagen de Google.

Sentido único.

Pensabas que las escaleras eran para ascender y descender,

 sin embargo, hallarás en tu camino algunas en un único sentido...

Aquellas en las que la ascensión

 fue tan sólo un  glorioso ímpetu ilusorio.

*Imagen tomada del blog de Barbarella.