Oh claridad. Mi claridad. Eres dama caminando lívida y
expuesta a los colores que pugnan por teñir la albura de tu piel.
Refugio poroso donde un pájaro dormita en ti cual si fueras una nube licuada.
Tus lívidos caminos rodean en círculo al duende de risa sonajero.
Oh claridad. Mi claridad. Bajo la vaina de los huesos,
asiéndolos con firmeza, habitan ruborizadas raíces acaloradas
por un sol que huyó de otro cielo que no fueras tú.
Ciertamente dominas la palabra, el sentido. También el sinsentido jajaajajjajaja... aparente. Lo insondable y la absurda sencillez...
ResponderEliminarY sí, nos llevas. Y en ocasiones por vericuetos lingüísticos de vértigo... donde al final hay, si acaso, una o varias saludables manzanas...
¡¡Me chiflan!!... También tú!
Un gran abrazo amiga.
Ernesto, sobre todo el sinsentido, ja,ja,ja
EliminarY sí, me gusta llevaros hasta incluso lo incomprensibles que son mis textos a veces, algo así como manzanas mordisqueadas sin acabar, ja,ja,ja
Gracias!!!
Un fuerte abrazo, amigo Ernesto.
Esos soles fugitivos no merecen más recuerdo que las pesadillas al despertar.
ResponderEliminarEl poema está lleno de sutileza.
Besos mientras las calabazas y brujas merodean por ahí.
Nómada, en realidad me refería al sol que calienta mis venas y que por suerte decidió quedarse bajo la blancura de mi piel...aunque entiendo perfectamente que no se entienda, ja,ja,ja
EliminarBesos ya sin calabazas ni brujas.
Nunca debió de huir ese cielo.
ResponderEliminarBesos.
Amapola, ese cielo en realidad quedó alojado bajo la vaina de mis huesos.
Eliminar:)
Besos.
Si la claridad se va, seguro que lo hace para volver con transparencias renovadas; habrá que esperarla. Un fuerte abrazo y feliz fin de semana Marinel.
ResponderEliminar@Pepe_Lasala
Pepe, no creo que esta claridad con la que resido se vaya, lleva ya muchos años envolviéndome...
EliminarUn fuerte abrazo y feliz semana.
albura, claridad, alma blanca y versos nítidos. Un abrazo
ResponderEliminarEster, sé bien que muy nítidos no son estos intentos de versos, pero es lo que me salió sobre la piel que me envuelve el corazón y la sangre.
Eliminar:)
Un abrazo.
Marinel, la alusión al cuerpo debajo de la piel , me parece interesante. Al menos eso me ha sugerido, dentro de las ideas que fluyen en este texto. Un placer leerte como siempre , que pases un fin de semana con la familia, muy unidos como siempre. Un abrazo bonita.
ResponderEliminarLeticia, es una manera algo embrollada de hablar sobre ese interior que habita bajo la blancura de mi piel y entiendo perfectamente que no se comprenda esta entrada, ja,ja,ja
EliminarSoy bastante extravagante a veces, qué le voy a hacer...
Gracias, espero que también lo pases genial con los tuyos este fin de semana y siempre.
Un abrazo.
Precioso poema lleno de luz.
ResponderEliminarSaludos.
Pluma, la luz es tan sólo la palidez de mi piel arrebujando mi interior.
EliminarSaludos.
Como el marino que renuncia al puerto, y el buque errante que renuncia al faro, te llenas de tantas cosas vanas, pero que hermoso es regresar al hilo a lo que de verdad te importa que es amar y dar sin esperar nada...huir a ese cielo que es él.
ResponderEliminarDominando como siempre la metáfora Marinel.
Besos preciosa
Lore, has hecho un comentario tan bonito, que si añado algo de mí, de seguro lo estropearé.
EliminarMejor lo dejo así, Lore, y gracias, guapa.
Debajo de la carne: el ser interno, el ardor, la pasión. Debajo de lo aparente, somos: los verdaderos, las almas puras libres del óxido de la piel.
ResponderEliminarUn abrazo Marinel.
Taty, así es...seamos como seamos, bajo la piel todos somos iguales, nuestro interior es nuestra morada.
EliminarUn abrazo.
Aprovechemos la albura que ya mismo llegará la negrura.
ResponderEliminarTracy, no creo que la albura de mi exterior ennegrezca y espero que el interior tampoco, aunque mal humor si se me pone mucho últimamente y eso es negro, negro...
EliminarEn ese viaje hacia la albura del cuerpo y el alma, tus delicadas y bellas palabras hacen que todo sean más hermoso de recorrer.
ResponderEliminarbesos
Ilesin, gracias, me alegra que hayas entendido mi viaje.
EliminarBesos.
Bueno la pasión llega cuando el corazón ama, y hay veces que nuestro cuerpo pide su parte intensa de vida, sentir así, es quitar el freno al sentimiento dejándole libre y sin frenos… que siempre nos acompañe esa pasión irrefrenable. Un beso.
ResponderEliminarLola, pasión por vivir, por sentir a través de los poros impolutos de mi exterior todo lo que mi interior sea capaz de abarcar...
EliminarUn beso.
La claridad se resiste al rubor, inútilmente.
ResponderEliminarSaludos, Marinel.
Luna, inútil por completo...
EliminarSaludos.
Qué bien escribís, Marinel, es un gusto leerte, aunque tus versos puedan parecer algo herméticos (en todo caso para mí, que no soy poeta), es agradable sumergirse en las palabras que encadenás con tanto arte.
ResponderEliminarUn gran besazo.
Mirella, ¡que va!
EliminarSólo escribo por inercia, porque me gusta y muchas veces cometo fallos garrafales, si a esto le añadimos que también a veces, se me enredan las ideas en la mente y salen atropelladas, pues...
De todas formas, muchas gracias.
Un besazo.
TIENES UNOS SENTIMIENTOS HERMOSOSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS
ResponderEliminarReltiH, gracias!!!
EliminarBajo la albura de la piel, huesos y la maraña de nervaduras que nos hacen sentir aunque nos duela o ni sintamos ya...
ResponderEliminarBesos, princesa.
Eva, ahí...ahí nos duele...a veces parece que ya ni sintamos.
EliminarBesos, hermosa.
Dejar que el alma fluya, que hable, que sienta, es una excelente terapia para no caer en el enfado o el cabreo más absoluto con toda la razón de mundo, pero que al final, no merece la pena, que nadie nos ponga de los nervios y nos saque de nuestro estado placentero.
ResponderEliminarBuena semana hermosa, quedan manzanas?
Besotes!
Ion, no soy de cabrearme fácilmente, prefiero sumergirme en mí misma y respirar antes de abocarme a un enfado que siempre suele traer malas consecuencias.
EliminarAunque soy humana y debajo de esta piel blanca, tengo un río rojo que a veces se altera, sí.
Buena semana, guapa.
Todas las manzanas que quieras.
:)
Besotes.
Marinel, esa claridad nos llega a todos en tus letras y nos conmueve, amiga...El alma busca siempre la nitidez, la inmensidad y la creatividad...Mi felicitación y mi abrazo grande, amiga.
ResponderEliminarM.Jesús
Mª Jesús, si la blancura de mi piel se refleja en mi alma, la verdad es que tiene que estar impoluta o al menos así lo deseo y espero.
Eliminar:)
Un fuerte abrazo.
La palabra "albura" ya es por sí sola casi un poema.
ResponderEliminarQue esa claridad deslumbrante siga siempre a tu lado iluminando,como ahora, tus palabras...
Abrazo.
Joaquín, es una bonita palabra, un sinónimo poco utilizado que a mí me gusta mucho.
EliminarAl guna albura no será fácil que se me vaya, que es la de la piel, la de dentro...no sé...espero que no.
Abrazo.
Maravillosa autoestima que te hace caminar por senderos de luz... Muy positivo.
ResponderEliminarJulie, no es autoestima es la ratificación de un hecho:
EliminarSoy más blanca que la leche, ja,ja,ja
Sin embargo, dentro me ríe el corazón, corre la sangre roja por mis venas...
Positivismo quise atrapar.
:)
Besos.
Hermosa claridad la que te atreves a compartir, Marinel :)
ResponderEliminarY es que la mejor claridad de todas es esa... la que nos ruboriza hasta los tuétanos.
Un abrazo a plena luz :)
Ximo, la verdad es que sí que es un atrevimiento, una osadía difícil de entender, creo, pero que me dio por ahí al mirarme y verme casi traslúcida, jajaja
EliminarUn abrazo de luz para ti.