Nacieron rastrojos.
Desde lo profundo se oye el gorgoteo
del matojo insano, de la mala hierba
arrastrándose entre las entrañas.
¿Cómo hallar la forma de talar
su ímpetu, su avance dañino,
cercenarla toda antes de arribar?
Meterse en la cama, taparse hasta el cuello
debajo las sábanas prendiendo un gran fuego.
Primero la chispa dándole comienzo
por entre los dedos, bajo el firmamento
de sedosa piel, con algún ungüento
que prenda la mecha de una lumbre
dulce erizando el vello.
Frotar delicado en el ahuecado
de las palmas, manos por doquier.
El chisporroteo prendido en los ojos
exentos de enojos, al fin abocados
a verla crecer hecha llamarada.
Y una vez extinta la hoguera,
quemada la extirpe de la enredadera
que pérfida daña, hacerse débil humareda.
Contra malas hierbas, esta solución:
Abrasarlas con pura pasión...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHay que evitar que esos rastrojos nazcan, eso se consigue cuidando y regando todos los días el campo (cualquier campo: terrenal, divino o humano) cortando todos las malas hierbas cuando son pequeñas raicitas, hablándole, cantándoles, diciendo a las flores lo hermosas que son, de este modo durarán y no será necesario hacer trabajos radicales.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pedirle a Él que convierta en flores los abrojos , pedirlo con todas las fuerzas y luego actuar con firme voluntad como si todo dependiera únicamente de tí.
ResponderEliminarHermosa tu entrada llena de vitalidad.
Besos
Buen consejo.
ResponderEliminarTus versos casi hacen fácil la extinción de ellas.
ResponderEliminarAún así hemos de seguir inventado antídotos contra la mala hierba.
Besos
Felicitaciones Marinel, es un poema logradísimo, sus imágenes cautivan este ojo lector, hay fuerza en el verbo , el accionar se hace protagonista y no solo una contemplación
ResponderEliminarabrazos y buena jornada
No hay mejor manera de combatir las malas hierbas, qué abrasándolas con pura pasión.
ResponderEliminarUn placer leer tus letras.
Besos, Marinel
Difícil tarea el librarse de la mala hierba que nos consume y confunde, que no nos deja atisbar el camino confundiéndonos.
ResponderEliminarBesos,
Apartar del camino aquello que nos daña o tal vez en el matorral encontrar una silvestre flor de cardo azul y adaptarla.
ResponderEliminarUn abrazo para ti
Hay que seguir luchando por eliminar las malas hierbas antes que terminen por ahogar la luz del corazón.
ResponderEliminarBesos
las malas hierva se queman en la hoguera, fuego que purifica y libera...para abrir el corazón...a una entrega sincera...un poema que hace pensar en la magia del amor...
ResponderEliminarPrecioso Marinel, un abrazo de
Begoña
Napalm.
ResponderEliminarY asunto solucionado.
Besos.
Las malas hierbas nublan los pensamientos. Los turban. Los tornan complejos y los convierten el algo falto de pasión. Por eso hay que encender la pasión a fuerza de sueños.
ResponderEliminarUn beso soñador.
mala hierba...
ResponderEliminarsiempre muere si es tratada
Mi querida Marinel, todas las malas hierbas son difíciles de erradicar, pero con persistencia acaban muriendo y dejando todo un vergel prospero y fértil.
ResponderEliminarAsí que continua tu quema controlada.
Besos
Mi apreciada Marinel:
ResponderEliminarNos regalas un poema sabio y muy bien tratado con un mensaje de fondo estupendo: el amor vence a las malas hierbas!
Te dejo un beso y un abrazo.
Vital, ahora firmeza y a por las malas hierbas, que crezca lo que crezca que sea limpio. Un abrazo
ResponderEliminarHay que hacerle frente a todo, aunque no nos guste, pero no queda más remedio.
ResponderEliminarBesos hermosa.
Las malas hierbas se arrancan aunque a veces seamos parte de sus raíces.
ResponderEliminarDuele, pero se acaba brotando fuera de ellas.
Besoss
un placer leerte y haberte encontrado
ResponderEliminarUnas letras magistrales, llenas de toda esa emoción que vive en ti, Marinel, emoción de mar.
ResponderEliminarDifícil es eliminar la mala hierba, a veces después de la siega nos damos cuenta que quedó un simple gajito y prolifera hasta llenar de zarsas el camino, entonces solamente nos quedan las manos y en ellas la fuerza del corazón para abrir caminos a pesar de las espinas.
Un abrazo muy grande, amiga.
Las malas hierbas son la cruz del campesinado, ellos ponen sus esfuerzos en producir frutos, pero al tiempos, esa toña de mal gusto y nulo provecho. Así también nosotros, derramamos nuestras fuerzas tratando de apartar de nuestras vidas todo lo inútil y dañino.
ResponderEliminarUn beso.
Hacer quemar esas malas hierbas, y quedarse sólo con esa llama ardiente...
ResponderEliminarSí.
Besos, mi Uka.
Sin duda un remedio eficaz y barato contra las malas hierbas que nos agobian.
ResponderEliminarAbrazos.
CREO QUE HAY QUE QUEMARLAS, DEFINITIVAMENTE.
ResponderEliminarCON ELLAS NO SE TRANZA!...
QUE SÓLO LAS BUENAS PASIONES Y LOS BUENOS FUEGOS ACOMPAÑEN TU TRAVESÍA VITAL,AMIGA.
EXCELENTES LETRAS, MARINEL QUERIDA!
BESOS, Y UNA JORNADA VITAL Y FELIZ!
mil gracias por tu huella Marinel
ResponderEliminarme gustan los comentarios largos
acepto mi mea culpa en no retribuirlos de igual modo,
y en ningún caso me molestan al contrario :D
me alegro de haberte leído por allá, yo igual siempre entro a leerte, de hecho nunca he sacado tu enlace de entre los preferidos ni me he salido de seguirte,
porque más allá de los tiempos en silencio,
tu pluma me gusta y el cómo enfocas las imágenes poéticas
así que espero seguir por mucho tiempo disfrutando de tus creaciones
abrazos y preciosa jornada
Si, a veces la mente se llena de dudas, de desconfianzas, prejuicios y visiones erróneas, que nos hacen daño al cuerpo y al alma y es mejor arrasarlas con la claridad y el fuego del amor, que todo lo puede...Muy bueno, Marinel.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo inmenso, poeta y amiga.
M.Jesús
Felicitaciones por tan bello poema Marinel, los rastrojos no son buenos amigos, es mejor arrancarles antes que sus raíces se hagan más profundas y nos hieran el alma.
ResponderEliminarUn abrazo con mi cariño.
La pasión es buen antidoto contra la rutina, como lo es la acción y la creación.Asi se detecta y elimina malas hierbas desde que lucen apenas como pequeños detalles.
ResponderEliminarLas malas hierbas, como todas las hierbas, siempre van a aparecer, por más limpio que tengamos el jardín...
ResponderEliminarLo que hay que decidir es si la dejamos crecer, si le dejamos un espacio como le hemos dejado a las otras plantas (las buenas hierbas). Porque a veces sucede que tienen su espacio, y que pueden ser también beneficiosas para nuestro jardín.
Ya ves, me enrollo como una enredadera salvaje... y al final casi no te digo que tus versos están llenos de vida, temerosa y apasionada al mismo tiempo, pero llenos de vida desde las raíces hasta los tallos más altos :)
Un abrazo.
Las malas hierbas hay que quitarlas de nuestros sembrados, ellas interrumpen la cosecha. Para quiénes nos gusta la limpieza, no hay cuidado. Precioso, leerte.
ResponderEliminarJeje, me voló la cabeza.
ResponderEliminarLo ando implementando con bastante asiduidad =)
Más besos.
SIL