Aquel día, se regaló un perfume. No era nada especial. Tan solo amaba los efluvios olorosos.
Adoraba destapar el recipiente y sentir el embriagador aroma esparciéndose por doquier.
Abrirlo, era iniciar un viaje al elucubrar, a dejarse llevar por los entresijos de su mente. Pensar, por ejemplo, en esos regalos a los que daba por llamar: vestidos para la ocasión
Fragancias envasadas; cajetitas de bombones, joyas encadenadas o engarzadas a las que encadenarse o engarzarse, cenas exóticas o de gourmets, viajes que prenden la mirada y dejan huella en el corazón e incluso, aunque más escasamente, libros.
Se imaginó el hecho de poder ofrecer otro tipo de obsequios, otros para nada comunes, probablemente incomprendidos y menospreciados...
Cuarenta de mayos o febrerillos locos, burros pequeños e imparables, ovejas desparejadas o abriles secos. Miradas a quienes haces el bien, cien pájaros tras soltar uno o siembras de tempestades.
Todo esto por citar ejemplos descabellados que sin saberlo, se nos adhieren por muy disparatados que nos resulten. Presentes sin presencia; esencias del vivir imperceptibles e inapreciables, atavíos para las desnudeces del alma...
Me encantan los perfumes y cuando destapo un frasco que especialmente me agrada, siento lo mismo que has escrito en este relato.
ResponderEliminarsaludos
Karin, a mí también me encantan, son mi debilidad.
EliminarMe alegra mucho saber que me acompañas en estas sensaciones.
Saludos.
Siembras de tempestades...
ResponderEliminarAh, si, ese elegiría yo.
Me hace mucha ilusión.
Besos.
Toro, no es mala elección, es un buen regalo; impetuoso y con mucha fuerza.
EliminarBesos.
Ese otro tipo de regalos generalmente ni se entienden ni se aprecian.
ResponderEliminarPero qué hermoso que sea aceptado una puesta de sol en las montañas como regalo...
No me salen tus actualizaciones, estaré atenta.
Besos!!!
Verónica, cierto.
EliminarUna puesta de sol es un hermoso regalo, no cabe duda...
Gracias, es el mundo de blogger, que ya conocemos bien.
Besos.
amo
ResponderEliminarla
intensidad
de
tu escrito
Recomenzar, mil gracias, eres un encanto.
EliminarO una ola derramada en un mar de espumas...
ResponderEliminarUn beso, princesa.
Eva, ola en un mar de espumas...mágico.
EliminarUn besazo, guapa.
Vengo sólo a dejarte un beso de buenas noches.
ResponderEliminarTracy, te dejo yo uno de buenos días.
EliminarEres como esa fragancia, deliciosa e intransferible una vez usada en tu persona, las fragancias siendo las mismas no huelen nunca igual, eso le pasa a tus letras, todo se lee diferente, y es suave y lindo el texto. Feliz domingo soñadora de aromas. Un beso.
ResponderEliminarLola, tú sí que eres como una buena fragancia, pero buena, buena.
EliminarMil gracias, hermosa.
Feliz domingo y lunes y martes y...todos los días!
Un beso.
Lo buen de un regalo es que no ses necesario ni útil, abrazos
ResponderEliminarEster, así es, los regalos no han de ser, precisamente necesarios. Útiles siempre lo son, porque aunque no aparentemente, en el fondo si llegan al corazón, te hacen la vida más feliz y eso es muy útil.
EliminarAbrazos.
Las fragancias son muy personales como todo lo que se adhiere en nuestra vida.
ResponderEliminarBesos Marinel
Norma, así es. Un aroma debe ser apropiado a la personalidad de cada un@, formar parte de nuestra esencia y con él, viajar por la vida.
EliminarBesos muchos.
Así es tu poesía, aun sin rima: esencias del vivir imperceptibles e inapreciables, atavíos para las desnudeces del alma...
ResponderEliminarGracias por los regalos, Marinel.
Un beso grande!
Fer
Fer, esto es prosa, pero hasta en la prosa se me cuela ese espíritu indomable del verso...
EliminarGracias, guapa.
Un gran beso para ti.
La base de todos los perfumes está en la misma naturaleza...Ella nos lleva a caballo por todos los mundos y paisajes imaginables mientras sentimos todas sus esencias...Ella es el gran misterio que el hombre aún no ha descubierto por estar enredado en el materialismo...Te dejo un aroma de pinos verdes y soleados, que estoy viendo desde mi ventana, Marinel...Mi abrazo de luz, amiga.
ResponderEliminarM.Jesús
Mª Jesús, cierto, todos los perfumes son un regalo de la naturaleza que con ayuda de las manos y la "nariz" de personas, llegan a nosotros como placer para los sentidos.
EliminarGracias por el aroma que me dejas. Lo aprecio y valor en toda su magnitud.
Abrazo fuerte.
Bello poema.
ResponderEliminarEntre perfumes y nostalgias.
Me gusta eso de"presentes sin presencia."
Besos
Marisa, gracias.
EliminarEntre perfumes y nostalgias pasa la vida.
Besos.
Como siempre conmovedora, me gusta tu libertad para pensar.
ResponderEliminarTodavía sigo siendo oropéndola, luego te visitaré con otro nombre.
Muchos besos, y gracias por tu comentario.
Oropéndola, esa libertad no pueden quitárnosla, así que yo me explayo en ella.
EliminarAvísame de que eres tú, que soy cortita de entendederas y no me acordaré de que tu nombre es otro, jajajaj
Muchos besos.
Meeencatan estos regalos de los que hablas... este tuyo aquí.. ese pájaro que vuela libre porque alguien ha decidido que hoy es un buen día para volar, esa flor que surge entre el asfalto y alguien rodeó con piedrecitas para que nadie la pisara o esa estrella que alguien decidió que se llamaba como tú... ese perfume como el de tus letras es...
ResponderEliminarCHANEL nº 5 sin envasar ;-)
Mil besos cielo, sigue derramando perfume del tuyo, hueles de maravilla preciosa Mmuaaaaaksss!!
María, a mí también. Son los mejores regalos del mundo, esos y los perfumes jajajajaj
EliminarMe encantan, si bine...mi favorito es Poison, lo cierto es que hay tantísimos que me gustan!
Ya sabes....yo hablo de todo a mi manera, siempre entre oleajes y vuelos, a ras del suelo o echando raíces, en duermevela o dormida con los ojos abiertos...
Yo soy así, qué le voy a hacer...
Eres un encanto, un aroma sutil y embriagador que allí donde se posa, deja una grata estela.
Gracias.
Besos miles.
Los regalos inesperados son los que dejan huella en el interior por que estan salidos del fondo del alma.
ResponderEliminarbesos
Ilesín, son los mejores.
EliminarBesos.
Un presente de nostalgia que perfuma tus palabras con un hermoso sentimiento.
ResponderEliminarFeliz día
Besos
José Manuel, la nostalgia es un buen perfume a pesar de que pueda contener gotas de ausencias y tristezas.
EliminarFeliz día.
Besos.
ResponderEliminarHoy tus letras llevan fragancias que muchas veces nublan la razón… Están los obsequios que siempre recordamos con cariño, una puesta de sol en un romántico lugar, un libro de pomas, o la sorpresa de poder ver una opera que llega a emocionar …eso nunca se olvida…
Un calido abrazo Marinel
Sneyder, esos regalos son los que careciendo del materialismo de otros, son los que calan profundo, como el mejor de los perfumes.
EliminarCálido abrazo para ti.
Vendería mi alma por uno.
ResponderEliminarBesos !!! muchos.
Sil, ojalá no tengas que venderla e igualmente lo consigas.
EliminarBesos muchos.
Yo prefiero un burro pequeño, una oveja o un grillo. Los perfumes no me van. Yo bien restregado, y con jabón Lagarto de ese duro y grande de toda la vida. Que duraban tanto que las pastillas pasaban de padres a hijos. Muy bien Marinel; fantástico.
ResponderEliminarBesos maja.
Rafa, los burritos me encantan, las ovejas también, pero los grillos son de una pesadez aplastante, jajajaja
EliminarPues yo adoro los perfumes, no lo puedo evitar. Como que ese jabón me suena, sí, jajajaja
Más limpios que el jaspe, como decía mi madre, así de limpitos hay que salir.
Beso majo.
:)
Tus palabras son como el mejor de los perfumes... Me encantó.
ResponderEliminarJulie, mil gracias.
EliminarBesos.
Deliciosas fragancias... tus palabras.
ResponderEliminarUn abrazo querida amiga. Gracias por todo.
RoseMarie, gracias.
EliminarUn abrazo grande.
Regalar un perfume es como dar algo de uno mismo. El aroma es algo que nos seduce. Si este aroma va acompañado de letras derramadas, el perfume adquiere personalidad casi humana.
ResponderEliminarBesos perfumados.
Miguel, gracias.
EliminarEs cierto que las letras son como un perfume. Yo, al menos, así las siento.
Besos de aromas.
Una cosa más que tenemos en común! me encantan los perfumes, bueno, en realidad me encantan los aromas. Soy una persona muy sensual, guardo los recuerdos y las emociones en los cinco sentidos. Pero sobre todo en el olfato.
ResponderEliminarUn perfume me puede transportar a una tarde de pasión desenfrenada o a un dulce abrazo después de muchos días de ausencia. El olor de la madera sin tratar me recuerda las tardes en el cuarto de carpintería de mi tío. El olor del pan recién hecho, a mi padre. El sàndalo, a mi hermana.......
Guardo el aroma de la piel amada, podría reconocerlo con los ojos cerrados
Bueno mejor dejo de divagar y me concentro.
Me encanta tu entrada, como lo describes y tu retahila de regalos incomprendidos.... por cierto, yo los encuentro maravillosos y originales!!
una lluvia de besos, preciosa
Maduixeta,
ResponderEliminarSiempre fui muy "nariz", aún lo soy. Todo lo grabo en la memoria gracias al aroma del momento. Igual que tú, sí.
Soy sosa para las joyas, por ejemplo, muy sencilla, para nada ostentosa, así que prefiero los regalos fragantes, los libros o cualquier otro detalle, pero porque todo tiene su aroma y las joyas...no.
Otra vez gracias, jajajaja
Y más besos.