Aún de gris al despertarse, muy pronto se coloca la montera, el traje de acuarelas relucientes saliendo hacia la plaza con sus gentes mirándolo dudosos.
Son días de toreo del invierno donde el gentío pañuelo blanco en mano, espera su faena.
Se ajusta bien los machos, se santigua y sale a darlo todo por el día. Se oye un pasodoble en la tribuna donde el sol viste de luces.
Es ahora mediodía con su estoque silenciado y a sus anchas resplandece con sus pases soleados.
Y se crece.
Se oye el vitoreo en el tendido buscando ese remate en oro y grana. Tan solo un impase los separa.
El crepúsculo invernal agazapado se envilece y acomete hacia ese atardecer que en su capote esconde la agonía.
Invierno matador por las mañanas, en pie pone la plaza en suerte de muleta y al fin, rehilete en mano, en gélida noche convierte su estocada.
*Siento la necesidad de declarar mi total aversión hacia esta práctica de arraigada tradición en España. No me gustan los toros ni la crueldad que representan, pero quise hacer una entrada donde quedase claro los vaivenes del invierno y sus días donde sol y frío de la mano, nos tienen desorientados, como el mismo toro y el hecho en sí de torear.
Con todos mis respetos, este tiempo nos hace una faena con tanto pase...
Marinel hasta el lenguaje taurino lo haces bello...que forma tan bella de enfrentar los estoques del invierno ....no me gustan los toros pero reconozco que el asunto tiene señorio....tu tiempo bravio es una muestra!!!!!
ResponderEliminarMusutxus y dile a Sandra que no le olvido. Begoña
la tauromaquia por estos lados dejó de practicarse a finales del siglo 19, es una pena que aún se sigan maltratando a estos animales por capricho humano
ResponderEliminarHaces un muy buen texto sobre este tipo de entretenimiento sádico, sorry Marinel, pero la sola idea de esas lanzas clavadas en el lomo del animal y verlo desangrar me pone mal
abrazo grande
Su estocada es gelida noche, porque es cruel y triste.
ResponderEliminarBesos
De crueles inviernos, en una analogía dolorosa e incomprensible.
ResponderEliminarPor la intensidad y crueldad de las cosas, expresas bien el sentimiento que te motivó...
Abrazos miles,Marinel querida.
Que tengas una semana linda y bendecida!
¡¡¡Olé!!!
ResponderEliminarAunque no me gustan los toros, tampoco los rechazo, no voy a negarte que has escrito una hermosa metáfora, entre toros y un día helador.
ResponderEliminarSaludos
un momento para arrimarse a la sensatez y a dejar a los animales en paz
ResponderEliminarA pesar de que los toros no me hacen mucha gracia, tu escrito es poético, con ese lenguaje taurino tan bien aplicado, bellas letras Marinel, me ha encantado.
ResponderEliminarEl lenguaje taurino utilizado como metáfora de los vaines del crudo invierno, te ha salido de !olé!.
ResponderEliminarBesos
PD. Y no me gustan la mal llamada fiesta nacional, si para haber diversión hay que maltratar un animal, prefiero que no hallan fiestas.
Coincido con José Manuel, la analogía está muy buena, y debo confesar que aunque detesto toda violencia con animales, los colores de esa cosa tan española me atrae.
ResponderEliminarEs posible- ya a esta altura- creo- separar la tradición del salvajismo.
Beso grande.
SIL
Buena analogìa, amiga.
ResponderEliminarMe gusta el ambiente de fiesta de los ruedos.
Pero no me gusta que el toro o el torero mueran.
Bien escrito.
Un abrazo.
QUE MANERA TAN ORIGINAL DE EXPRESAR TU DESACUERDO CON ESE TIPO DE "ENTRETENIMIENTO".
ResponderEliminarYO LO VEO POR TV Y NO ME GUSTA, ME PARECE UNA CRUELDAD TERRIBLE. ENTIENDO QUE EXISTEN COSTUMBRES BIEN ARRAIGADAS.
BESITOS
La faena que describes es la de un sol que se va y un invierno que pasea, el lenguaje es más lorquiano que taurino para describir la intensidad tan bien como lo haces. No hay más crueldad que la del invierno y el resultado es hermoso,querida Marinel (cada vez somos más los que rechazamos la fiesta torera, pero no por eso perderemos el lenguaje específico que enriquece nuestra comunicación)
ResponderEliminarbsosss.
Has creado un metafórico y bello texto.Cierto.El Invierno nos envuelve en gélida manta que socava el ánimo y la armonía interior.Un cálido abrazo.
ResponderEliminarme gusta los recursos de la vida misma trasnformado en poesia tan bella. beso
ResponderEliminarAmiga, el texto lo has escrito de modo bellisimo... Y estoy contigo, los toros no son plato de mi devocion...
ResponderEliminarUn abrazo, Marinel
Yo no tengo el mismo gusto que las vacas, jajajaja.
ResponderEliminarY con el cambio climático el tiempo está más que loco y así tenemos los cuerpos.
Besos!
Marinel eres una artista incluso para hablar de lo que no te gusta, en eso coincidimos, nunca he asistido a la mal llamada Fiesta Nacional pero respeto los gustos de otros pues la vida me ha enseñado a ser anti-pocas cosas, si acaso la maldad, la indecencia y el borreguismo que impera en demasiadas personas.
ResponderEliminarUn beso,
Tampoco yo soy aficionado ni mucho menos a los toros, pero sí debo admitir que la imagen es acertada porque el invierno, que sí me gusta, nos clava cada estocada que no te digo nada :)
ResponderEliminarAhora, admito que tampoco tendría (ni quisiera) valor para saltar al ruedo.
Es curioso que un espectáculo tan cruel pueda sugerir a la vez imágenes tan atrayentes.
Contradicciones del ser humano, supongo.
Un beso, un abrazo y un olé..
Comparto tu opinion sobre el tema
ResponderEliminarCreaste una entrada muy buena describiendo poeticamente los movimientos de una "entretenimiento" horrible
Un abrazo
Hola Marinel...excelente prosa y bella metáfora, muy original...
ResponderEliminarY tampoco me gusta la tauromaquia, creo que es cruel...entiendo por qué la relacionaste con los crudos inviernos...te dejo mi cariño y un fuerte abrazo.
Una hermosas letras como siempre amiga no me gustan los maltratos que le dan a los toros, bella entrada los deja pensando.
ResponderEliminarBesitos de colores feliz semana querida amiga.
TOTALMENTE DE ACUERDO CON TU CONCLUSIÓN.
ResponderEliminarBESOS
En mi opinión no era necesaria la aclaración, aunque si tu la has considerado pertinente,me parece bien. Y pienso así por cuanto utilizas la tauromaquia como figura literaria, y el simil con el que elaboras el texto me parece perfecto y muy bello. Esas estocadas que nos da el invierno y hasta la vida son de ley.Muy hermoso.Un saludo
ResponderEliminarHas logrado una hermosa metáfora con "el toreo".
ResponderEliminarTe felicito.
Un beso.
Mercedes.
Me parece un excelente paralelismo para mostrar tu desacuerdo con la fiesta de los toros; no son de mi agrado, no obstante en mi juventud, logré torear un toro en una fiesta de pueblo y claro, la Guardia civil me sacó a hombros. Menos mal que no me multaron jajaj!!
ResponderEliminarExcelentes letras Marinel
te dejo mi ternura
Sor.Cecilia
¡Bravo y olé!
ResponderEliminarBella manera de afrontar los estoque del frío invierno...
Un abrazo.
Aunque no te guste has creado una historia muy bonita.
ResponderEliminarA mí, tampoco me gusta.
Un besazo, guapa.
Pues para sentir aversión por este mundo... lo has bordado, nena. Que bien me has hecho sentir y siento exactamente lo mismo que tú, Marinel.
ResponderEliminarUn abrazo.
Por aquí estamos pasando frío y ya llevamos varios días, es normal en esta estación.
ResponderEliminarEn cuanto a los toros... Soy incapaz de ir a ver una corrida, es más, las veces que he ido, no miraba cuando el torero iba a clavar el estoque al toro.
Recuerdo ver a los toros salir corriendo, animales enormes, de más de quinientos kilos, llenos de vida y al poco, ser arrastrados inertes por toda la plaza ¡qué pena!
Seguro que me tacharán de carcamal, de blanda o de mojigata, no importa, no me gusta hacer sufrir a ningún animal.
Te dejo abrazos y cariños.
Kasioles
Buen lenguaje taurino, el símil perfecto para describir la estocada y banderillas que el invierno nos da.
ResponderEliminarUn grande y cálido abrazo
Muy bueno Marinel, el frío de la sangre atraviesa mis huesos hoy un día realmente de tauromaquia en La Alcarria. Me ha encantado el simil. Besos.
ResponderEliminarMe has hecho sonreír con esa frase final... "...este tiempo nos hace una faena con tanto pase". Yo también aborrezco esa tradición (hay tradiciones muy hermosas, pero otras, como esta, es cruel y por lo menos yo no le veo ningún sentido a torturar un toro y matarlo) pero tu escrito tiene un ritmo "muy de pasodoble" que me gusta, y es verdad que este invierno ha llegado un poco tarde pero ha llegado dando unas estocadas de miedo, y de hielo.
ResponderEliminarUn abrazo
Que puedo decir estimada Marinel, has descrito hermosamente la naturaleza impresionante pero al mismo tiempo dramática de la faena taurina.
ResponderEliminarPero como tu dices, ese festival dramático y sangriento ya debe terminar, aunque sea tradición histórica del folclore español.
Me gusto la narración y su prosa.
Abrazos.
Tienes un bello espacio, te felicito, me quedo por aquí para seguirte. Besos al alma.
ResponderEliminarelibrorojodepoesia.blogspot.com
antojosvenusinos.blogspot.com