¿Es una fruta prohibida
el mordisco placentero?
Mírala enrojecida cual pasión…
Es mi mano su frutero.
Abandonada a la suerte,
de ser de tus labios presa.
Ser ese dulce veneno
que te aleje del sopor.
que te aleje del sopor.
Atrapada entre tus dientes
bajo jugosa presión
de ser:
de ser:
Simiente de la lujuria
diluida en tu interior...
diluida en tu interior...
Buena pregunta, Marinel...y siempre dos corrientes (al menos) para contestarla. Sin embargo, creo que más que contestarla , creo lo importante es sentir la motivación interna de quien escribe, y sé que no eres mujer que pasa por la vida así sin más...
ResponderEliminarTe mando mi abrazo, mi beso, y que seas feliz siempre.
voy a por una...pero es verde
ResponderEliminarPues no pienso morderla, vive Dios, que uno no encuentra lujuria en la fruta, pero si me apetece mirar las manos, o los ojos de mujer.
ResponderEliminarBeso su mano,
No le llamaria fruta prohibida, mi estimada Marinel, pero luego de leer tus magnificas letras solo me queda el deseo de envenenarme de ella.
ResponderEliminarBesos y se deliz!
Marinel,nos muestras la manzana,que simboliza el primer "pecado" del hombre al tomar la fruta prohibida...
ResponderEliminarLa vida nos muestra "lo prohibido"y el hombre tiene la libertad de tomarlo o dejarlo...A veces tomarlo puede significar conocer la vida, dar el gran paso hacia el cambio hacia la renovación...Y no tomarlo,puede significar indiferencia o quedarse anclado en sus dudas y en sus miedos...
En cualquier caso,el tema que ofreces enfrenta al hombre a su dualidad interior,a su madurez y a su experiencia...
Mi felicitación y mi abrazo grande por tu original post.
M.Jesús
Y así fue el comienzo de todo, con el ofrecimiento de una fruta.
ResponderEliminarGenial como siempre, te dejo un fuerte abrazo.
Bonito miércoles.
Si seductora es la imagen, más lo son tus versos.
ResponderEliminarPura tentación placentera, Marinel.
ResponderEliminarNo me extraña que Adán mordiera la manzana pero no veo en ello ningún castigo merecido; más bien una pasión encontrada.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Qué rica y jugosa se ve! Quién prohibe darse un placer? Mira que somos y nos limitamos.
ResponderEliminarBesos.
Un bodegón al servicio de la pasión y del amor; qué hermosa mezcolanza; no sé si verías "Como agua para chocolate", una película mejicana que me encantó y que tiene una escena que enerva el animo de una manera muy similar a lo que produce tu poema.
ResponderEliminarTodas las cosas bellas de esta vida son tan cercanas como esa manzana tan hermosa o la mano que la sostiene, pero a veces nos complicamos buscando sensaciones más enrevesadas.
Tu poema reivindica el goce de lo puro y natural.
Un beso gigante, querida amiga.
Símbolo de lo prohibido que seduce…Pasión desbordada…
ResponderEliminarMe ha gustado tu post, tan original y bello.
Un cálido abrazo
Pero mi niña miraté que guapisima estás en la foto nueva que has puesto!!
ResponderEliminarSiento no poder llegar más, pero estoy super agotada y no tengo nada de tiempo.
Hoy pensé que hasta donde llegue me paseo, otro dia más... pero vi tu nueva imagen y queria dejarte mi saludo y besos mediterráneos, aunque sean desde Girona, y porque tú siempre siempre estás...
Me encanta la imagen, nítida y delicada, y con ese toque de tus palabras le dan una sensualidad que no me extraña que se peque.
Un besito grande reguapa!
¡Bravo poeta!
ResponderEliminarSeguro que además de poeta eres una deliciosa tentación.
Besos.
La manzana es la lujuria pero esa mano...parece la de la bruja de blancanieves, lo que convierte a la lujuria en gula...jajajaja.
ResponderEliminarUn beso en tu alma sensible Marinel.
Quién dijo que el pecado es pecado?
ResponderEliminarQué es pecado? es acaso sentir tentación por algo?
Qué es prohibido? la lujuria? la excitación, el placer? Como no tengo repuestas...siempre tengo ansias y si eso es pecado, soy doblemente pecador
Encantado de leer esta delicia.
Buen jueves, besos.
LLamar fruta prohibida a algo tan sugerente y apetecible, es como privar de libertad para elegir lo bueno y lo malo, algo inalienable al ser humano.
ResponderEliminarBesos
El fruto del árbol prohibido...
ResponderEliminarPues la manzana y yo aplaudimos la genialidad de tus versos.
ResponderEliminarY cualquiera se la come ahora, después de tan hermoso homenaje.
Preciosa entrada, Marinel.
Cariños varios.
Ufff, qué calor así de repente, ¿no? ;)
ResponderEliminares una pregunta que hace
ResponderEliminarpensar mucho...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarUmmm delicia exquisita de texto y de fruta.
ResponderEliminarIdeal mensaje el que nos dice tu imagen.
Besos, querida amiga.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarYo la mordería... y sucumbiría a ese dulce veneno.
ResponderEliminarBesos, Marinel.
No ha nacido el que no la muerda, jaja.
ResponderEliminarPrecioso.
Beso grande.
SIL
La manzana es la tentación, son esos labios jugosos donde la sed se hace endémica hasta saciarse de besos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Dulce y pícara tentación...
ResponderEliminarHermosas siempre tus letras...
Besos amiga
simiente de la lujuria
ResponderEliminardiluída en tu interior
Uf, ay, Eva, Eva...
Me ha encantado la forma en que transmite la imágen, con tus letras.
Abrazos
Siempre tardo en entrar, pero cuando el despertar de un dia tranquilo me lo permite, sucumbo a la belleza de tu palabra, con cuanta belleza conviertes la manzana en poesia. Un besito
ResponderEliminarEl milagro de la vida se consuma cuando se atraviesa la intimidad prohibida, simbolizada en el texto biblico con la manzana
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