Como un cuadro sin título de Beksinski, donde lo lúgubre reina por doquier. Lo tenebroso opaca cualquier atisbo de luz diáfana. Sin visos de luminosidad, el paisaje es una parodia triste y lóbrega del inexistente arco iris. La tiniebla del abatimiento se extiende en el exánime horizonte.
Cayó la luna tras su lucha con Ikelos, dejando huérfanas a las estrellas.
La lluvia perturbada. Los árboles estirando sus secas ramas tras una brizna de vida imperceptible.
Un día como otro cualquiera, el mundo dejó que los latidos cayesen por sus agujereadas utopías...
Obra del pintor polaco Zdzislaw Beksinski
Qué intenso, Marinel. Con esa intensidad que nace del desgarro de ciertos momentos, así como lo presenta la obra de Beksinski...El mundo externo siempre se nos presenta según el mundo interior esté manifestándose, y en este caso, reina la soledad y las tinieblas. Momentos que como otros, también pasarán.
ResponderEliminarABRAZOS MILES.
QUE TENGAS UNA JORNADA BENDECIDA!
Junto a la horfandad de las estrellas se lleva los sueños. Cuanta fuerza has cargado a estas letras
ResponderEliminarUn abrazo
Es posible que algún día el sol de pueda abrir paso y darnos luz y calor.
ResponderEliminarUn beso,
Hoy me siento parecido, aunque creo que lo mio es por el calor cordobés.
ResponderEliminarFuera bromas, un texto intenso, interesante.
Besos
Un mundo desolado donde reinan el misterio y las tinieblas, y donde solo existe un diminuto rayo de luz, tus tremendas letras!
ResponderEliminarBesos y se feliz!
Me gusta la última frase: "Un día como otro cualquiera, el mundo dejó que los latidos cayesen por sus agujereadas utopías..."
ResponderEliminar(A pesar de su pesimismo)
Esperemos que Ikelos no mande sobre nuestros sueños.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Estoy con el ánimo bastante subido, así que no puedo conectar con el tono de tus palabras de hoy. Las guardo para otra ocasión en que sí pueda verme reflejado. Besos, Marinel. :)
ResponderEliminarHas logrado con tus palabras la misma sensación que Beksinski en su lienzo; diría que una descripción fiel y apocalíptica.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tras la bruma y las tinieblas surge la esperanza, cual rayo de luz.
ResponderEliminarUn abrazo.
"Un día como otro cualquiera, el mundo dejó que los latidos cayesen por sus agujereadas utopías..."
ResponderEliminarHay días que la borrasca interiocr es mucho más inestable de lo que pudiera ser una climatológica propiamente dicha. El Arco iris existencial se vuelve opaco y sólo con el blanco y mucho negro.
Preciosa y magistral composición, Marinel.
Un abrazo.
Lienzo y palabras están perfectamente ensambladas.
ResponderEliminarMarinel, que fuerza tiene el relato, el abismo tenebroso al desnudo... donde reinan las tinieblas y no entra la luz...
ResponderEliminarHas plasmado la misma soledad que Beksinski en su lienzo.
Te dejo mi abrazo, con chispitas de luz.
Marinel, que fuerza tiene el relato, el abismo tenebroso al desnudo... donde reinan las tinieblas y no entra la luz...
ResponderEliminarHas plasmado la misma soledad que Beksinski en su lienzo.
Te dejo mi abrazo, con chispitas de luz.
Veo un horizonte cerrado sobre el hoy, que se asemeja a las paredes angostas de una prisión sin ventana; huir de él, de todos modos, puede parecer entonces un gesto extremo de libertad. La libertad de tus letras.
ResponderEliminarGracias por compartirlo.
Besos
Que quien reina sobre las fobias y los sueños, bajo la apariencia de un animal salvaje, te conceda un día lleno luz y posibilidades...
ResponderEliminarMe encanta Beksinski. Besos.
La verdadera amistad siempre prevalece al paso del tiempo.
ResponderEliminarFelicidades por esos 500 y mas que vendrán
Un cálido abrazo
Marinel,nos dejas un post donde el cuadro y las letras se unen,expresando su quietud y su pesimismo...Muy logrado,amiga.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo,amiga.
M.Jesús
Preciosa sinergia entre imagen y versos.
ResponderEliminarDe estrellas huérfanas está plagado mi cielo últimamente.
Beso,
SIL
Me encanta la linea difusa que has le has conferido a tu texto; desde luego le encaja a la perfección a la sobria obra de este pintor polaco.
ResponderEliminarTu estilo sereno y dulce se ha teñido de tonos lóbregos para que las ensoñaciones que produzcan se hagan eco de la profundidad psicológica de tu entrad.
Preciosa, de verdad; como siempre Marinel.
Cuando la luz de las ramas se desnuda en el lienzo del tiempo, aparece la esperanza de tu fecunda palabra, Marinel. Un abrazo grande.
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