Recuerdo cómo fue que me vino a la mente eso de
morir. Le tengo mucho respeto a lo de desaparecer para siempre, no puedo
evitarlo, es hablar del tema y una especie de relámpago cruza mi espina dorsal
estremeciéndome.
De repente, me da por reflexionar sobre ese espeluznante
pensamiento, y al unísono, otro se adhiere al primero:
Es pasajero.
Me digo. El instante, me refiero. Pasa raudo cual centella. ¿Muere
también?
No. No me lo pregunto. Lo afirmo:
Los instantes mueren.
Algunas veces, yacen malheridos en un rincón indefinido, en
ese cosmos invisible de donde nacen para morir. Se saben, como nosotros,
perecederos y el hecho de saberse caminantes transitorios, los sumerge en una
depresión congénita comprensible.
¿Cómo no entenderlos si estamos hechos de ellos, si en una de
sus muertes, nos morimos, tal vez, por una solidaridad impuesta que acatamos
dócilmente y sin remedio?
¿Cómo no, si coexistimos en permanente sobresalto frente a
lo irremediable?
Imagen de Google.
una sucesión de fallecimientos...esa es nuestra biografía
ResponderEliminarSiempre he creído que éramos sólo eso: una sucesión de instantes.
ResponderEliminarAlgunos mueren, y renacen en el recuerdo, otros, desembocan en el peor de los olvidos.
Un beso, Marinel.
Un instante que no podremos evitar.
ResponderEliminarBellamente escrito
Besos
Un instante vive, no muere. De vez en cuando vuelve a surgir para estremecernos desde adentro. No tengas miedo alguno. Dijo un sabio: “Como no me he preocupado de nacer, no me preocupo de morir”
ResponderEliminarQueda feo la frase, pero es muy gráfica, "no te hagas pajas mentales", piensa eso que dice "la materia ni se crea ni se destruye se transforma"; como he dicho he mi entrada, nos transformaremos en abono para las plantas y nuestros genes se irán difundiendo, en milésimas de porcentaje, en nuestros hijos y en los hijos de nuestros hijos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo tampoco estoy educada en eso de la muerte. Como tú, le tengo pánico.
ResponderEliminarQué maravilla.
ResponderEliminarEl tema me toca en el alma.
Yo vivo haciendo testamentos verbales, cada día.
Será por valentía, será por temor...
Abrazo inmenso.
SIL
De ahí que ni siquiera el presente exista porque en ese mismo instante ya es pasado y entonces estamos en el futuro que al ser presente pasó también.
ResponderEliminarUna entrada muy bella y con enjundia.
Marinel, un placer leerte.
Un abrazo
Te comprendo. La verdad es que nos aferramos a lo conocido y son muchos los que no quieren entrar en el tema, aunque todos sabemos que llegará.
ResponderEliminarBesos
Instantes que se vuelven atemporales e inciertos para ser numerados.
ResponderEliminarInstantes que dejan Huella y otros, en cambio, fría "pisadas".
Preciosa Entrada, Marinel.
Un abrazo.
UFFFFFFFFFFFFF QUEDÉ DESOLADO...
ResponderEliminarTe auguro un buen fin de semana.
ResponderEliminarbesos.
Y ahí vamos, muriendo vida...
ResponderEliminarSaludos, Marinel, que tengas buen día.
Esa sucesión de instantes va jalonando nuestra vida, y dando paso a una sucesión de recuerdos. ¿Qué seríamos sin ellos? Vil materia sin sentido.
ResponderEliminarFeliz fin de semana
Besos
...si en una de sus muertes nos morimos... Sí, es la muerte del tiempoy la nuestra al unísono.Genial poema. Lo he disfrutado Marinel. Un beso.
ResponderEliminarEstamos hechos de instantes que se pierden, que se van y la muerte puede que sea el instante final.
ResponderEliminarUn abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Es la dualidad Marinel, piensa en la muerte y te vendra la vida, la hermosa vida que existe mas alla de ella.
ResponderEliminarLo has escrito de una manera hermosa!
Besos y se feliz!
Supongo que hay instantes para todo, los que pierdo en pensar en la muerte son mínimos, por no decir inexistentes. A veces me asusta, mucho por cierto pensar en la de mis seres queridos, la mía nada. Solo deseo que sea cortita y que no duela:-)
ResponderEliminarTus palabras preciosas y muuy reflexivas, al final nos vas a salir tooda una filósofa MARINEL.
Muchos besos bonita y feliz finde.
Todos los instantes pasan con la misma importancia, con el mismo desdén del último instante. Yo tuve un ataque de corazón. Un trombo obstruyó al 100% la entrada de sangre por la vena de alimentación principal...y me salvaron por minutos...pero recuerdo con indiferencia lo que pensé que era el último instante, casi de risa...vi la luz en el túnel, pero era el sol que entraba redondo por los cristales ahumados de la ambulancia. Luego desperté cosido, grapado, y ahora vivo un tiempo extra...hasta la próxima.
ResponderEliminarbssoss.
El morir es cosa común con nuestro nacimiento, es decir nacemos para ello mismo. Los fallecidos viven en otra dimensión viendo lo que realizamos, no hay que tener miedo, si no respeto a los seres fallecidos. Esa es mi opinión un beso
ResponderEliminarA la muerte no creo le importen nuestros pensamientos, es ganadora
ResponderEliminarEn lo personal no le tengo miedo, si le tengo miedo a sufrir para morir
Un abrazo
Mi querida amiga: De siempre le he temido a la muerte, no lo puedo remediar.
ResponderEliminarCuando la vi de cerca, al faltarme seres queridos, me rebelé ante lo inevitable, no lo entendía.
Hoy, en mi madurez, sé positivamente, que forma parte de nosotros y que no nos queda más remedio que aceptarla.
En mi blog tengo una frase, dice así:
SIEMPRE LE HE TEMIDO A LA MUERTE PERO, CUANDO LLEGUE, NOS FUNDIREMOS LAS DOS EN UN FUERTE ABRAZO.
Te dejo un fuerte abrazo con mis cariños.
Kasioles
Estamos hechos de instantes, no cabe duda y en un pequeño instante exhalamos el último respiro.
ResponderEliminarUfa Marinel, que tus letras son tan profundas...
Abrazos muchos
Estamos hechos de instantes, no cabe duda y en un pequeño instante exhalamos el último respiro.
ResponderEliminarUfa Marinel, que tus letras son tan profundas...
Abrazos muchos
Habitamos en la muerte, tal vez solo somos actores de una obra inacabada, tal vez la muerte sea el principio de algo nuevo. Yo juraría haber llevado mi caravana de esencias a la capital nabatea de Petra hace mas de 2400 años. Tal vez estoy poco cuerdo..pero me encanta tu pensamiento. Otro kiss
ResponderEliminarSi,Marinel somos instantes,pedacitos de tiempo,que mueren lentamente...Vamos agotando ese tiempo que somos y nos queda.
ResponderEliminarMi felicitación por tu buena reflexión y un beso,poeta y amiga.
M.Jesús