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Pajarillo, ¿te vas?
Dice madre emplumada, erizada la piel bajo suave espesura. Hoy el viento es muy frío.
Volveré, no te vayas,ya vendré a visitarte recordando tus alas.
Y marchó tan feliz a surcar otros aires.
Un racimo de mar en los ojos de madre viene haciendo oleadas.
Dice madre emplumada, erizada la piel bajo suave espesura. Hoy el viento es muy frío.
Volveré, no te vayas,ya vendré a visitarte recordando tus alas.
Y marchó tan feliz a surcar otros aires.
Un racimo de mar en los ojos de madre viene haciendo oleadas.
Hola Marinel, que hermoso y emotivo poema que nos dejas para despertarnos este día, como se nota el cariño de la madre y la añoranza al marcharse el hijo, me ha gustado mucho sobre todo "Un racimo de mar en los ojos de madre viene haciendo oleadas", creo que es digamos el sello de las madres cuando se separan de los hijos, gracias por compartirlo con nosotros:)
ResponderEliminarBesos.
¡Cuánta ternura y cuánto amor en esa despedida que es un hasta luego! Luego el nido se queda vacío y... la emplumada siempre está aguardando el regreso prometido.
ResponderEliminarBesos
Hermoso poema donde los haya.
ResponderEliminarprecioso y muy tierno.
Sin palabras, cuando una poesía es
muy buena no me atrevo a comentarla
solo la releo para poder disfrutarla,
Qué suerte tiene tu hijo. . .
Un forrrrrtisimo abrazo, y a tu hijo
también.
Palabras que solo una madre que quiere a su hijo puede decir.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hay que dejarlos volar aunque nos duela. Los hemos parido, sí, pero son seres independientes de nosotros con sus ideas, ilusiones y las tienen que cumplir, no debemos volcar nuestras expectativas en nuestros hijos, porque son las nuestras, no la de ellos.
ResponderEliminarHoy el mio cumple 19 años y se va a celebrarlo con los amigos y alguna nena, creo. Y qué le voy a hacer! Pues desearle que se lo pase bien.
Besotes hermosa!
El pajarillo que deja su nido
ResponderEliminarpara volar libre,
se vá con la fuerza de madre
la llevará siempre
en su espíritu.
Bellísimo Marinel,
el amor de una madre
hecho poema.
Besos
ley de vida
ResponderEliminarDéjalo volar: siempre volverá al nido, Marinel, de tanto en tanto, cuando soplen vientos de tormenta.
ResponderEliminarDe todos modos el racimo de mar en los ojos maternos es inevitable, tanto como el escalofrío que te recorre la piel entera, porque al ganar plumaje ellos lo perdemos nosotras y se siente que quedamos con la piel al descubierto, reseca y no sabemos bien qué hacer o a quién cobijar con el plumaje que nos queda. Tu sigue levantando tu propio vuelo con tus versos y haciendo que volemos contigo, que es un bello modo de maternar almas.
Un beso grande!
Vaya, Marinel, me ha emocionado enormemente este poema. Es que es perfecto y llega. La parte de "un racimo de mar en los ojos de la madre viene haciendo oleadas" es sublime.
ResponderEliminarQué cierto es eso de que es ley de vida. ¡Pero nos encoge el corazón!
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
A veces no queda más remedio que dejar volar al pajarillo, allá donde encuentre lo que aquí le negamos, pero siempre retornará a su nido.
ResponderEliminarBesos,
Hemos aprendido a volar pero...¡Que duro es cuando dejan el nido quedando sólo la brisa del aleteo al partir!
ResponderEliminarComo siempre disfruto con tus hermosas composiciones...Me llenan de energía y sentimiento.
Un abrazo.
Vuelan Marinel, ya sus alitas tienen fuerza propia y el nido se hace pequeño para sus ansias...
ResponderEliminarVolverá el pajarilo
de vez en cuando vuela
y se acurruca en las alas
que siempre abiertas esperan...
Un abrazo muy fuerte y felíz domingo.
P.D: No sé por qué no me actualizan tus entradas.
Que dulzura desprenden tus letras Marinel,aun con temor y cierta tristeza hay que dejar que el pajaríllo vuele,siempre dejándole la puerta abierta,él sabrá que siempre puede regresar y encontrará el cuidado y amor que necesita y que tú tienes para darle...
ResponderEliminarMuy emotivo,me encantó ^_^
Un abrazo.
Ya sabíamos que así sería , que así debería ser .Mantendremo el nido caliente por si quiere volver.
ResponderEliminar¡Acaso sería mejor si nunca dejase el nido!
Y sus alas lo traerán cuando el lo precise a su casa . Que tristeza ;pero qué felicidad!
Besos.
Precioso, no encuentro otro adjetivo. Sublime, para los racimos de mar en los ojos de esa mamá.
ResponderEliminarAbrazo infinito.
SIL
Hoy tus letras van directo al corazón, tiemblan en esa despedida y es para una madre siempre es triste tener lejos a su hijo.
ResponderEliminarMuy emotivo, real y lleno de amor.
Un abrazo.
Pajarillo sabe cual fue su primer nido...se escribe con letras invisibles, con lazos de mimbres irrompibles
ResponderEliminarMarinel,pura naturaleza en tus letras...Ese pájaro que vuela y al irse nos trae las uvas húmedas del mar,que caen por el rostro lavando las tristezas...Nos llevan en su alma,amiga y vuelven,siempre vuelven...
ResponderEliminarMi felicitación por esta preciosidad sentida y emotiva,Marinel
Mi abrazo y mi ánimo,poeta y amiga.
M.Jesús
Es lo más normal que esos pajarillos surquen los vientos por sí mismos. No puedes pretender que la fase nido sea eterna. Cuando vuelva será más tuyo, más fuerte.
ResponderEliminarUn beso.
Hola Marinel. Emocionadas letras que calan en el corazón ante la despedida de ese pajarillo que alza el vuelo, aun siendo esperado que un día volaría solo en busca de su futuro, pero él sabe que cuando quiera regresar encontrara el cariño que una madre sabe dar…
ResponderEliminarMuy sentida y emotiva tu entrada.
Un calído abrazo
Cuánta sensibilidad, Marinel, qué belleza y qué bien has poetizado ese momento tan emotivo.
ResponderEliminarAbrazos :)
Mi niña ¡cómo te entiendo!
ResponderEliminarYo tenía un nido lleno de polluelos, eran tan feliz con ellos...
El primero que echó a volar fue una paloma, le habían ofrecido un trabajo a cientos de kilómetros de distancia y tenía que demostrar su valía.
Así, poco a poco, fueron desfilando todos.
Tengo la suerte de que tres están en mi misma ciudad, los otros dos vienen a verme siempre que pueden.
Deseo para tu hijo la mayor felicidad en estudios y trabajo y ya sabes que los polluelos jamás olvidan el nido, saben bien el camino de regreso.
Hoy quiero dejarte un abrazo muy especial.
Kasioles
Un poema que eriza alma y piel porque cuando los hijos crecen y abandonan la niñez nos recuerdan el ayer que se fue para no volver.Deseo que el nuevo año iniciado responda a tus expectativas y deseos.Un abrazo.
ResponderEliminarHay que dejarlo volar!!
ResponderEliminarBella entrada
Abrazo
Ternura , sensibilidad, palabras de madre que dice un adios, pero que sólo es un hasta luego, porque volverá a su nido a recoger tu cariño.
ResponderEliminarPrecioso . Un beso
¡¡¡Emocionante!!!
ResponderEliminarLos hijos deben para volar, crear su propio "nido", pero nunca nos abandonan, no olvidan el nido donde nacieron.
Te envío un abrazo.