Está ella.
Acortando el paso.
Lenta, muy lenta.
Borra los paisajes,
te ausenta.
Posee la elegancia innata
de ese caminar donde
no hay detrás densa polvareda.
Su paso es de niebla y esconde paisajes.
Hasta pareciera que desaparecen,
que menguan, que se redondean,
dejándote dentro.
Isla en la vorágine.
Alas replegadas entre naftalina
por si un día pudieran no perder
el vuelo ante su presencia.
¿A dónde va todo?
¿Dónde el sol astuto con esas
saetas de oro rasgando la bruma?
Dama cuyo traje es de puro negro,
con pamela ancha tapando sus cejas
irónicas, su impávido rictus, esa calma
suya en la que inmiscuye
a quienes la observan.
¿Cerrarle la puerta?
¿Se puede poner vallas a la esencia,
a la sensación de ser despoblad@s?
Dama del silencio, siempre tan austera,
tiene la aquiescencia del momento amable,
también el repudio de quienes quisieran
no verla jamás...
Pero es que está. Es inevitable
toparse con ella, con esa presencia
intangible que en medio de todo
una nada crea.
Soledad...
Ínsula en el caos
se quiera o no quiera.
Acortando el paso.
Lenta, muy lenta.
Borra los paisajes,
te ausenta.
Posee la elegancia innata
de ese caminar donde
no hay detrás densa polvareda.
Su paso es de niebla y esconde paisajes.
Hasta pareciera que desaparecen,
que menguan, que se redondean,
dejándote dentro.
Isla en la vorágine.
Alas replegadas entre naftalina
por si un día pudieran no perder
el vuelo ante su presencia.
¿A dónde va todo?
¿Dónde el sol astuto con esas
saetas de oro rasgando la bruma?
Dama cuyo traje es de puro negro,
con pamela ancha tapando sus cejas
irónicas, su impávido rictus, esa calma
suya en la que inmiscuye
a quienes la observan.
¿Cerrarle la puerta?
¿Se puede poner vallas a la esencia,
a la sensación de ser despoblad@s?
Dama del silencio, siempre tan austera,
tiene la aquiescencia del momento amable,
también el repudio de quienes quisieran
no verla jamás...
Pero es que está. Es inevitable
toparse con ella, con esa presencia
intangible que en medio de todo
una nada crea.
Soledad...
Ínsula en el caos
se quiera o no quiera.
No hay tenerle miedo a la soledad , por que aveces nos habla y nos hace reflexionar y buscar en nuestro interior esas respuestas que deseamos encontrar.
ResponderEliminarbesos
Ilesin, no, lo cierto es que no, pero no a toda, a la que es a petición propia, por expreso deseo de cada cual; bienvenida sea.
EliminarA la otra sí. La soledad indeseable es o debe ser temible.
Besos.
Eres una poeta de altura.
ResponderEliminarBesos.
Pitt, gracias, eres un encanto, pero...
EliminarComo no soy muy alta, dicha altura no asciende demasiado y aunque esto es por darle comicidad al asunto, la verdad es que lo siento de veras.
Aún así: gracias de corazón.
Besos.
La soledad me gusta, me ilumina momentos y me hace ver las cosas claras, la soledad es interior aunque a veces tampoco haya nadie con nosotros. Un abrazo poeta
ResponderEliminarEster, a mí también, pero cuando yo la llamo y no cuando llega sin avisar. La primera clarifica, la segundo nubla.
EliminarUn abrazo.
Hola preciosa,
ResponderEliminarla soledad es amistosa cuando la buscamos, cuando la necesitamos..... aunque puede ser dolorosa si es impuesta, si nuestro corazón acusa esa sensación de vacío y soledad.
Es curioso como a veces nos sentimos solos rodeados de gente y al revés.
La soledad debe de estar contenta, no todo el mundo sabe dedicarle un poema con la delicadeza que tu lo haces.
Me gusta la nueva cabecera de tu blog, imagen y poema. Preciosos.
una lluvia de besos pero que te coja sin paraguas para empaparte de felicidad.
Maduixeta, hola.
EliminarA veces, muchas, aún rodeados de gente, la soledad es la única presencia tangible, al menos en el interior, que es donde todo se siente, se minimiza o agiganta.
Tan solo me limito a decir a mi manera lo que siento sobre lo que me hace sentir.
Me alegra que te guste.
Gracias.
Lluvia de besos azules para ti.
Esa dama que a veces ansiamos y otras aborrecemos, es tan necesaria cuando escribimos, cuando soñamos, cuando damos rienda suelta a nuestra habilidades o nuestros sentimientos, sea bienvenida, a veces.
ResponderEliminarBesos.
Saudades, completamente cierto.
EliminarSe la puede tildar de muchas formas pasando de lo aborrecible a lo memorable, sin embargo y pese a todo, es en ella, que no con ella, cuando mejor exteriorizamos lo interno.
A veces, sí.
Besos.
Además de todo... ¡Claro que está ella! Nos sigue y persigue, forma parte de nosotros, yo ya no sabría vivir sin ella.
ResponderEliminarHay veces que la busco, la agradezco y me deleita, otras, viene sin llamarla y es entonces cuando me atormenta.
No tengo motivos para sentirme sola, pero hay veces.... que sin llamarla ¡llega!
Siempre te digo lo mismo, tienes una gran sensibilidad y un don para reflejar tu sentir en letras.
Te dejo cariños en ese corazón de poeta.
Kasioles
Kasioles, es así...sin ella es imposible concibir la existencia, a veces por necesidad natural del ser humano, otras por imposición del entorno y los sucesos que nos la traen.
EliminarDe cualquier manera, no hay vivir sin ella.
Exacto. Sin llamarla...
Y yo no me canso de darte las gracias.
:)
Besos te envío desde mi corazón.
Yo la necesito, la busco, cada vez más me cuesta sumirme en el caos cotidiano de las grandes ciudades, en las charlas insubstanciales, en la hipocresía de ciertas relaciones que hacen que te sientas más sola...
ResponderEliminarClaro, hay que diferenciarla del aislamiento, que propone otro tipo de soledad.
Un post precioso, Marinel, con tus letras elegantes, suaves, profundas.
Un abrazote.
Mirella, llega un momento en el que el bullicio nos aturulla y hemos de buscar salidas, espacio donde refugiarnos a la vez que encontrarnos a nosotros mismos.
EliminarLa hipocresía es una falta de respeto, no solo hacia quien se le ofrece, sino a un@ mism@...
Así es, hay soledades distintas que diferenciar, no cae duda.
Gracias, muchas gracias.
Un abrazo.
He leído varias veces tu poema y me ha parecido, riquisimo en imágenes jugando con.palabras y sentí mientos. Te felicito me encanta. Muchos besos
ResponderEliminarOropéndola, me alegra mucho que te guste.
EliminarGracias y muchos besos para ti.
Gran poema: Yo creo que si la soledad se la busca uno, es aconsejable y hasta buena, ya que te permite desconectar y reciclar el coco. Otra cosas distinta es que esa soledad sea por fuerza mayor; esa sí que causa dolor y pena.
ResponderEliminarBesos Marinel.
Rafa, gracias.
EliminarPor supuesto, estoy contigo, la soledad buscada es ideal y la otra, bien distinta y dañina.
Besos.
Marinel, has descrito de forma magistral a esa "dama del silencio" que borra paisajes y soles y nos enfrenta a la verdad de uno mismo...Ahí frente a ella, encontramos nuestros límites y nuestra infinitud...A veces puede resultar doloroso, pero cuando la conocemos a fondo, la valoramos y sabemos, que ella nos lleva directamente a la humildad y a la esencia que nos habita...A partir de ahí, nos damos cuenta que no estamos solos...El universo entero nos mira y nos abraza...Mi felicitación y mi abrazo grande por tu bella inspiración y sensibilidad, amiga.
ResponderEliminarM.Jesús
Mª Jesús, no cabe duda de que hay que valorarla en su justa medida y, en la medida de lo posible, disfrutarla al buscarla o, si es de la que llega por imposición, tratar de entenderla...
EliminarGracias siempre.
Abrazos.
Es dama encantadora y maravillosa, tan discreta que acompaña en sus silencios... que hacen hablar al alma, avivan la inspiración,lleva a la grata lectura, recompone el corazón...Pero hay momentos la dama, te resta el aire preciso, ahoga la decisión, hace brotar negras lágrimas y te rompe el corazón.Son dos caras de la dama : una es la buena y que buscas, la otra ... esa es la atroz
ResponderEliminarBesitos volados en silencio .
Brujita, es cierto. Creo que la soledad bien entendida es vital para el desarrollo humano, íntimo y personal. Es sólo que la hay dolorosa y esa sería ideal no conocerla.
EliminarBesitos alados, silenciosos, sí.
Un ratito de soledad para estar con uno mismo, está bien, pero por costumbre no, porque todos nos necesitamos en un momento dado.
ResponderEliminarBesotes.
Ion, esa es la mejor soledad, la que apetece para encontrarse a uno mismo.
EliminarBesotes.
Lo poco gusta, lo mucho cansa. La soledad para ciertos momentos.
ResponderEliminarFeliz día
Besos
José Manuel, así es, gran verdad.
EliminarFeliz día.
Besos.
Un islote inexpugnable
ResponderEliminarSiempre es necesario
Noel, así es, inexpugnable, pero a nuestro antojo.
EliminarElla es estremecedora, todos dicen que la quieren, pero no es verdad.
ResponderEliminarTracy, yo no creo que se mienta. A mí la soledad me apetece a veces, muchas, la verdad.
EliminarAhora bien, la impuesta por circunstancias varias, no.
Siempre dije que hay diferentes tipos de soledad, y en ellas las hay hasta buenas...
ResponderEliminarBellisimo poema.
Besos
Inma, exactamente así es.
EliminarGracias.
Besos.
La soledad acompañada de estar solo, eso sí, mancuerna feliz a pesar de todo.
ResponderEliminarUn placer leerte siempre Marinel, te has vestido de palabras y te queda regio el precioso vestido. Besosssss
Leticia, esa es la buena soledad.
EliminarGracias, siempre me visto de ellas, par bine y para mal.
:)
Besosss
La sooledad no me pesa, me agrada. Quiza porque la mía es relativa.
ResponderEliminarGran poema.
Saludos Marinel.
Aída, a mí también en ciertos momentos, pero no siempre.
EliminarGracias.
Saludos.
La sooledad no me pesa, me agrada. Quiza porque la mía es relativa.
ResponderEliminarGran poema.
Saludos Marinel.
Una isla de silencio en mitad del mar de lo correcto, un templo que a veces solo visita ... La nada.
ResponderEliminarOtras .. Un remanso de paz.
Palabras hilvanadas a la perfección.
Enhorabuena
Un abrazo de luz
AtHeNeA, gracias por venir a esta isla y leer mi intento de poetizar esa dama que en medio del vivir, nos hace islas o nada en absoluto y otras nos da alas.
EliminarGracias de nuevo.
Un abrazo de luz para ti.
Querida Marinel, vuelvo de nuevo para perderme entre tus maravillosos escritos. Me gusta mucho la parte final de este poema:
ResponderEliminar"Soledad...
Ínsula en el caos
se quiera o no quiera."
¡¡¡BESOS!!! Gema
Gemaestrata, me alegra mucho que quieras perderte entre mis letras.
Eliminar:)
Besos, guapa.
Esa Dama en ocasiones también es bienvenida, aunque su nombre nos transmita cierta tristeza. Muy pero que muy buen poema Marinel. Enhorabuena. Un besote y buen fin de semana. @Pepe_Lasala
ResponderEliminarPepe, es cierto, se la necesita y odia al mismo tiempo.
EliminarGracias.
Un besote y feliz finde.
Una entrada llena de elegancia y melancolía, es una entrada del corazón para personas que saben escribir llenas de sentimiento.
ResponderEliminarTe felicito por tus escritos. Un beso.
Lola, mil gracias.
EliminarEntenderlo así, demuestra, justamente, que la sensibilidad reside en ti.
Un beso.
Lola, mil gracias.
EliminarEntenderlo así, demuestra, justamente, que la sensibilidad reside en ti.
Un beso.
He leído un delicioso vals, al menos eso me ha parecido. Felicitaciones, y un enorme abrazo.
ResponderEliminarJulio, el vals es una preciosa danza y lo mío solo son mis cosas, pero gracias por la bonita comparación.
EliminarUn enorme abrazo.
Querida Marinel, a veces, esa dama de doble personalidad, se viste de blanco y desearíamos que tuviera más espacio en nuestra vida, nos ayudara a crear y a rescatarnos de la voluntad rutinaria.
ResponderEliminarUn abrazo y que tengas un buen fin de semana.
Loli, totalmente cierto. En ella habita la inspiración la mayoría de las veces.
EliminarUn abrazo y feliz fin de semana para ti también.
La Sole, siempre acompañando como una sombra, haya luz o no la haya.
ResponderEliminarBesos, Marinel.
Merche, así es esa amiga se quiera o no.
EliminarBesos.
Merche, así es esa amiga se quiera o no.
EliminarBesos.
"Isla en la vorágine".Perfecta la definición en cuatro palabras.
ResponderEliminarCon tu poema has conseguido ponerle un rostro más amable,aunque casi nunca lo es.Es más bien taimada y absorbente.Como una araña negra que,si te descuidas,te envuelve con su tela para devorarte poco a poco.
Precioso poema
Un abrazo
Joaquín, tiene sus caras, no una, sino varias y las más, son tristes y tiranas, pero también las tiene dulces de cuando en cuando.
EliminarGracias.
Un abrazo.
Joaquín, tiene sus caras, no una, sino varias y las más, son tristes y tiranas, pero también las tiene dulces de cuando en cuando.
EliminarGracias.
Un abrazo.