Hoy quiero hablarte a ti expiro inevitable.
Tal vez porque entre sueños te acercaste
indolora a acariciar mi frente perlada y entonces
la fuerte sacudida de mis miembros levantó
mis párpados dormidos.
Morí por un momento en la otra vida
de este sueño que es vivir.
Me asusté, no lo desmiento, pues no sé
a dónde iré tras la narcosis del latir.
Mucho me temo que vuele la apariencia
y solo sea nada en un desierto.
¿O no?
¿Quién sabe eso si nadie torna a instruirnos?
Fue el erizo lento de mi piel la que advirtió
tu cercanía en aquel puente rodeado de floresta,
el agua se cernía en la mirada, los cisnes sonreían
¡tan siniestros!
Un canto de sirenas en agonía llegaba a mis oídos,
me perdía en laberinto incongruente sin receso...
Caía, caía sin remedio.
Cayendo gritaba sin cesar
palabras que buscaban la verdad:
¿Llegaste levedad?
Caíste de bruces en
mi entraña.
Te vi llegar flotante
vestida de vapores
Místico nimbo ignorado...
¿Me despertarás de esta
oclusión o serás tú ella?
Fotografía de Zena Holloway
Tal vez porque entre sueños te acercaste
indolora a acariciar mi frente perlada y entonces
la fuerte sacudida de mis miembros levantó
mis párpados dormidos.
Morí por un momento en la otra vida
de este sueño que es vivir.
Me asusté, no lo desmiento, pues no sé
a dónde iré tras la narcosis del latir.
Mucho me temo que vuele la apariencia
y solo sea nada en un desierto.
¿O no?
¿Quién sabe eso si nadie torna a instruirnos?
Fue el erizo lento de mi piel la que advirtió
tu cercanía en aquel puente rodeado de floresta,
el agua se cernía en la mirada, los cisnes sonreían
¡tan siniestros!
Un canto de sirenas en agonía llegaba a mis oídos,
me perdía en laberinto incongruente sin receso...
Caía, caía sin remedio.
Cayendo gritaba sin cesar
palabras que buscaban la verdad:
¿Llegaste levedad?
Caíste de bruces en
mi entraña.
Te vi llegar flotante
vestida de vapores
Místico nimbo ignorado...
¿Me despertarás de esta
oclusión o serás tú ella?
Fotografía de Zena Holloway
Lo has descrito tan bien, que lo he sufrido en mi ser despierto tanto que ni tu lenguaje poético ha dulcificado la escena.
ResponderEliminarTracy, creo que este tipo de pesadillas las hemos tenido tod@s alguna vez, ¿verdad?
EliminarLa piel reacciona a los estímulos aun antes casi de percibir lo que nos está haciendo ese efecto... se nos eriza la piel cuando algo nos toca el alma... eso decía alguien muy querido para mi y me gusta pensar que es así, en sueños o despierta... ¿ sabes qué ? puestos a elegir prefiero despierta, abrir los ojos tras un sueño deja a los pelilos todos mustios jaja mejor todo tieso dentro y fuera de nosotros... me refiero lleno de vida, no estirado :-)
ResponderEliminarUn beso inmeeeeeeeenso mi querida artista de caricias en letras ;))
pelillos* ... eso quería escribirte.. ya sabes, las prisas, perdón! :))
EliminarMaría, yo también lo prefiero, sobre todo y teniendo en cuenta que las pesadillas sobre caer y morir no son muy divertidas!
EliminarSin duda me quedo con los erizos de piel despierta, jajajaja
Ah, no te preocupes...
"Pelillos" a la mar, jajajaja
Beso enorme para ti.
Momentos de emoción intensa, gran sensibilidad a flor de piel... e interna.
ResponderEliminarMe quedo pasmada de cómo manejas las palabras... mis felicitaciones, Marinel, por ese dominio, por conseguir tanta belleza y musicalidad con ellas... Un abrazo grande y mil besos
Milena, tan interna que era en el sueño donde la piel se erizaba al sentirse caer irremediablemente...
EliminarNo es para tanto, creo yo, tal vez sea mi afición a ellas lo que me lleve a conocerlas, amarlas y plasmarlas en parte de su inmensa variedad.
Besos.
Piel complice, guardiana, delatora, protectora...
ResponderEliminarPiel que acompaña, aconseja, añora...
Piel y sentimientos en ella.
Un abrazo
AtHeNeA, precioso comentario hecho poema.
EliminarMil gracias.
Un abrazo.
Es cierto, que cuando algo nos impacta en el alma, también la piel lo nota como un escalofrío...Es evidente que cuerpo y alma están unidos y si estamos atentos nos advierten e intuyen la emoción y el peligro...
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo por tu sensibilidad y creatividad, Marinel.
M.Jesús
Mª Jesús, hasta en sueños la piel reacciona, sabe, detecta...
EliminarEs el abrigo del alma, sin duda.
Gracias siempre a ti.
Abrazo enorme.
el roce
ResponderEliminary como se estimula
Noel, hasta en los sueños se hace vigía...
EliminarMagistral, y que la cosa se apañe para que la piel no se deteriore demasiado. Aunque ahora, hay cremas hidratantes que son mano de santo. También va muy bien el aceite de oliva.
ResponderEliminarBesos Marinel, y perdón por mis bromas.
Rafa, gracias. Las pesadillas no saben de cremas que suavicen, jajajajaja
EliminarPero sí, doy gracias de que existan. Ojalá existiesen para el alma y el corazón!
No tengo nada que perdonarte, me encanta bromear.
Besos.
Hay caricias y caricias. Todas son deseables cuando vienen de quienes queremos bien. Tus palabras, y eso también te lo dice María, acarician y llegan muy adentro...
ResponderEliminarBesos, Marinel
Luis Antonio, gracias.
EliminarEs cierto que la palabra puede ser como una caricia y me alegro de que a algunos de vosotros os lo parezcan las mías.
Besos.
Lo has descrito muy bien querida Marinel, y es que la piel nos lleva a lugares únicos llenos de misterio y de sensaciones que no controlamos.
ResponderEliminarBesos
Ilesin, sobre todo en el dormir, donde aparentemente ella también duerme y sin embargo...
EliminarBesos.
Con caricias se puede lograr ... todo. Y tus palabras so caricias para los sentimientos . Un abrazo
ResponderEliminarEster, gracias.
EliminarEn estas pesadillas donde la muerte es la que acaricia, no sé yo si debiera lograrse todo, jajajaja
Un abrazo.
Te vi llegar, oculta entre la niebla
ResponderEliminarTe vi llegar, a mi frente perlada
Te vi llegar, cuando no te esperaba
Sentí tu caricia inesperada
y me perdí en la vida que se sueña.
JJ, que lindo comentario el tuyo, todo un poema para enmarcar.
EliminarMil gracias por el detalle.
Un beso.
Hola Marinel, de nuevo nos dejas sin palabras con este poema que siempre consigues que reflexionemos sobre tus bellas palabras, como dicen en otro comentario, tus letras si que son una caricia:)
ResponderEliminarBesos.
Piruja, otra vez gracias, ya sois varios los que acaricíais mi ego diciéndome eso.
EliminarSólo trataba de explicar uno de esos sueños donde se siente morir cayendo...
:)
Besos.
Una bien lograda y estupenda creación -como nos tienes acostumbrados-, felicitaciones. Hoy tu lector se va con la piel erizada y el paso lento. ¡Enorme abrazo!
ResponderEliminarJulio, gracias, viniendo de ti es todo un cumplido que creo inmerecido, pero que agradezco profundamente.
EliminarAsí, con la piel erizada se queda un@ cuando es la muerte la que gobierna el sueño.
Un enorme abrazo para ti.
Cuerpo y alma unidos para todo un mundo de sensaciones.
ResponderEliminarFeliz día
Besos
José Manuel, así es, despiertos o dormidos.
EliminarFeliz noche.
Besos.
La caricia de tus versos, eriza la piel y nos pone a reflexionar sobre esos instantes.
ResponderEliminarPreciosa imagen.
una lluvia de besos, dulce Marinel
Maduixeta, me alegra conseguir lo que pretendía.
EliminarGracias.
Lluvia de besos para ti.
La piel acompaña a todas las emociones y tiene una percepción particular. Imagino la reacción ante ese roce, que presiento helado, de esa presencia inevitable y de la que nos hacemos tantas preguntas.
ResponderEliminarUn poema con gemas en cada verso, Marinel
Abrazos.
Mirella, mil gracias.
EliminarCierto es que la piel es la antesala del sentir interno y en casos como estos, aún en sueños, donde la muerte y su caricia llegan, ella es la primera en sentir el helor, sí.
Abrazos.
Marinel, amiga mía, inspiremos y espiremos, es señal de vida.
ResponderEliminarPero sentir ese expirar tan cerca y sentirlo, describirlo y aún enlazar en verso las letras, eso es para nota y tema para una tesis doctoral.
Me has puesto la piel de gallina.
Yo también temo a la muerte, pero sé que, cuando llegue, las dos nos fundiremos en un fuerte abrazo.
Te dejo cariños en un fuerte abrazo.
kasioles
Kasioles, así es.
ResponderEliminarEs, o mejor dicho, fue, tan solo un sueño. ¿Nunca has sentido que caías en sueños?
Morir cayendo, algo inevitable y horrible de lo que por suerte se despierta y puede contarse, nada más.
Yo soy extremadamente cobarde respecto a eso, pero también sé que llegará ese abrazo sí o sí de manera irremediable, así que...a disfrutar mientras llega y punto.
Mucho cariño para ti.
Siempre estamos muriéndonos de un sueño...Y haciendo del sueño un bello poema.
ResponderEliminarMi felicitación. No es fácil versificar la angustia de lo soñado, y tú lo haces con mucha habilidad y lirismo.
Un abrazo.
Fanny, en los sueños puede suceder de todo, casi, como en el sueño de la vida real...
EliminarGracias.
Un abrazo.
He leído alguna vez que todos en el umbral del sueño tenemos esa pesadilla acerca de la caída que nos despierta sobresaltados y nos produce esa sensación a flor de piel que tú has plasmado tan bien. Dicen los que saben que en el residuo que nos han dejado en el cerebro nuestros ancestros primigenios la caída del árbol, donde entonces se dormía para resguardarse de las bestias, antes de que se habitaran cavernas en los tiempos nómadas, significaba la muerte y era lo que el hombre más temía. De allí que todos habitualmente suframos este tipo de pesadillas.
ResponderEliminarCon respecto a lo que sucede después de la temible confrontación con la muerte, pues yo tampoco lo sé, nadie vuelve para contarlo, pero creo que vamos a un lugar mejor y que nos reencontramos con nuestros seres queridos que nos están aguardando tal como nosotros los recordamos. Se que es tan solo una creencia sin explicación racional alguna pero justamente me da confianza el hecho de soñarlos vivos, radiantes y felices lo que la alimenta. La vida es sueño, mi querida poetisa ;)!
Muchos besos.
Fer
PD. Me gustan mucho los extractos de poesía y las frases que publicas debajo de la cabecera del blog además de tus poemas e imágenes, y los estoy acopiando. Te lo agradezco de corazón. Visitar este espacio es siempre un placer para los sentidos y el alma.
Fer, qué interesante lo que me cuentas e ignoraba.
ResponderEliminarMe gusta pensar que esas veces donde caemos hacia un final ineludible y a través del sueño, es como un hilo invisible que nos ata al remoto pasado donde comenzamos a erguirnos aún en la copa de un árbol.
De veras, me ha encantado.
La muerte es un tema que me da escalofríos, tal vez, como digo en mi entrada por la ignorancia del después, pero si bien es cierto esto, también lo es, que procuro quitármelo pensando lo mismo que tú...
Me mueve la ilusión, tal vez ilusoria, de reencontrarme con los que he ido perdiendo en el camino y tanto quiero.
Me gusta mucho decorar el encabezamiento de mi blog, bueno...todo, soy de decorar y dar color a todo, jajajaja
Me alegra que te gusten las imágenes y los retazos de poemas que me gustan.
Besos miles, hermosa.
El tránsito de la vigilia al sueño,todo un mundo misterioso y diverso que he visto bellamente reflejado en tu poema.
ResponderEliminarDicen que el dormir es un poco aprender a morir.Puede que así sea.
Joaquín, sí que lo es, todo un misterio. Tal vez, como dices, un aprendizaje hacia el morir.
ResponderEliminarPero no sabes cuánto me alegra que se quede ahí...en simple, o no, aprendizaje, jajajaja
Otro abrazo.
Joaquín, sí que lo es, todo un misterio. Tal vez, como dices, un aprendizaje hacia el morir.
ResponderEliminarPero no sabes cuánto me alegra que se quede ahí...en simple, o no, aprendizaje, jajajaja
Otro abrazo.