Aquella rosa de dudosa primavera
me pinchó cruel en el dedo
y un reguerito de sangre
de entre mi carne salió.
El celaje se nubló
mientras la veía en descenso
y recuerdo que pensé:
Ahí vas río encarnado
a unirte sin dilación a esa rosa
que carente de color me robó
la linfa mía.
¿La buscabas, te buscó?
¡Ejerció tal atracción hacia
mis manos ajenas a ese
su juego de amor!
Ingenua, caí en la trampa
de su rareza incolora
aquella mañana ufana,
a la sazón tan lejana.
La arranqué del parterre en
que moraba mientras
mi mano sangraba...
La rosa regocijada
en mi epidermis hendió.
sangre de una belleza compartida
ResponderEliminarbesos
Noel, gracias, me alegra que veas esa belleza.
EliminarBesos.
Parece Shakespeare, eres una campeona.
ResponderEliminarBesos.
Pitt, hombre tú por aquí y hablando de Shakespeare!
EliminarJajajaja
Debes haberte confundido de blog porque lo mío queda muyyyy lejos.
:)
Gracias y besos.
No sé por què me resulta triste.
ResponderEliminarBesos.
Amapola, algo de tristeza tiene, sí.
EliminarBesos.
Muy bonito, Marinel. Hay un poco o un mucho de fantasía, pero has creado una bella estampa.
ResponderEliminarBesos.
Francisco, bueno, hay que poner un poco de fantasía en esta vida, ¿no te parece?
EliminarGracias.
Besos.
Poemazo, Marinel!!!
ResponderEliminarTu rosa sangra los ojos del lector.
Besos.
Toro, gracias!!
EliminarMe alegra que te guste, pero lo de sangrar los ojos...ufff,espero que no te sangren!
Besos.
Realmente ....maravilloso Marinel.
ResponderEliminarEsa rosa me ha acariciado de una forma especial.
Gracias.
Mi abrazo de luz
AtHeNeA, me alegra que te haya llegado tanto.
EliminarGracias.
Abrazo de luz para ti.
Es de lo mejor que te he leído, es joven y novedosa, nada convencional, no necesitas excusa para ser poeta. y si me autorizas la copio y cuando tenga un hueco la repito en mi blog. Un abrazo
ResponderEliminarEster, caray, muchas gracias!
EliminarPuedes hacer lo que quieras con ella, claro que sí.
Que inesperado que guste tanto este derrame, la verdad.
Un abrazo.
Este "derrame" gusta porque es creativo. El miércoles 25 la publico en mi blog. Gracias y abrazos
EliminarAlucinante, Marinel... es un poemazo...
ResponderEliminarNo nos fiemos de lo incoloro.. aunque, ¡esa rosa espinada ha dado en el clavo!
Besos mil
Milena, mil gracias. Yo sí que estoy alucinando por la acogida de mis versos!
EliminarBesos mil.
La rosa y la herida... Bonitos versos...
ResponderEliminarUn abrazo.
Rafael, así son las rosas...hermosas e hirientes.
EliminarGracias.
Un abrazo.
Cambias de registro con una facilidad, que te admiro
ResponderEliminarTracy, sólo escribo lo que me nace en cada momento.
EliminarMe has asombrado maravillosamente. Es un poema magistral!
ResponderEliminarUn abrazo admirado.
Carmela, mil gracias. No lo veo yo así, pero me estais haciendo dudar, jajaja
EliminarUn abrazo de gratitud.
Hola Marinel, magnifico poema que nos dejas y que me ha encantado, rosas como las de tu poema existen muchas y espinas traicioneras mas aun, debemos tener cuidados con ellas.
ResponderEliminarBesos.
Piruja, así es...rosas atrayentes y dolorosas.
EliminarBesos.
Marinel, nos dejas un bello poema, que puede tener varias interpretaciones...A veces, inocentemente, sin darnos cuenta caemos en manos del sentimiento, que nos hiere y nos hace reflexionar...Es la vida misma, que como tu flor nos trae una lección...
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo, amiga.
M.Jesús
M. Jesús, totalmente.
EliminarLos sentimientos son esas rosas que nos atraen y hieren tantas veces...
Un gran abrazo.
Una rosa que te sedujo con su rareza para apoderarse del color de tu sangre poeta.
ResponderEliminarExcelente, Marinel.
Un gran abrazo.
Mirella, así es como salieron los versos, sí.
EliminarGracias.
Fuerte abrazo.
Amiga, me alegra volver a leerte aun siendo rodeada de letras tristes que llegan más aun, y es que la poesía es así, casi siempre triste, pero siempre hermosa.
ResponderEliminarEstuve ausente sin motivo, ahora al leerte me siento feliz por mi regreso. Un beso.
Lola, tampoco son tan tristes, no te apures.
EliminarPasé y comenté en tu blog, pero no vi el último comentario y sí tu ausencia.
Me alegra tu vuelta.
Un beso.
La atracción que ejerció el dolor de la espina de la rosa con tu sangre es directamente proporcional a la que ejercen tus letras con nosotros cuando te leemos. Sensible y exquisito lo q has escrito MARINEL.
ResponderEliminarUn beso muy grande pero.. incoloro y sobre todo indoloro ; )
María, siempre ves el fondo de las palabras.
EliminarGracias por ello. Eres un encanto.
Beso indoloro para ti :)
Aunque con un cierto aire melancólico , pero bellisimo.
ResponderEliminarBesos
Ilesín, gracias. La melancolía tiene un algo que atrae.
EliminarBesos.
Bellisimo.
ResponderEliminarBesitos
Inma, muchas gracias.
EliminarBesitos.
Muy bello e igualmente triste.
ResponderEliminarBesos =)))
Liliana, gracias.
Eliminar:)
Besos.
La rosa quiso impregnarse del rojo de tu sangre para que, su color fuera tan bello como tus palabras Marinel.
ResponderEliminarAbrazos.
Conchi, gracias por tan bonito comentario.
EliminarAbrazos.
ME ENTRISTECÍ.
ResponderEliminarABRAZOS
ReltiH, ay...lo siento!
EliminarAbrazos.
Siempre he comparado las rosas al amor, son tan bellas...
ResponderEliminarPero su arma es de doble filo, tanto te hacen feliz al disfrutar de su aroma y color, como te clavan su potente "aguijón"
Te deseo una feliz semana.
Cariños en abrazos.
kasioles
Kasioles, sí que lo son. Yo prefiero otras, pero cualquier flor es hermosa sin duda y apta para el amor ;)
EliminarLas rosas saben defenderse...
Abrazos con cariño para ti.
Hermosa la rosa aunque ea negra y tus versos. La ví donde Ester y he venido a verte. Me quedo ;)
ResponderEliminarBesos.
Laura, gracias por venir y quedarte
Eliminar:)
Besos.