Pasó la infancia.
Se la llevó el viento
del tiempo.
Quedó atrás el cuerpo de
niña junto a los juegos.
¿Las muñecas?
De trapo.
Blanditas, semejándose a su carne.
No de plástico...¡tan feas por muy bonitas!
Sí...siempre blanditas,
¿Y las piedras bonitas?
En sus cajitas donde mirarlas
de una en una bajo la luz de la luna.
¿Y los cuentos?
A cientos.
A borbotones.
Detrás de uno otro alojándose en sus ojos.
Claro...le pusieron anteojos.
¿Y sus cándidos deseos?
En bolitas de algodón
pintaditos de amarillo de
tanto y tanto tocarlos,
besarlos y hasta arrullarlos
para que no se alejaran.
No le hicieron caso.
No.
Lindísimo poema.
ResponderEliminarUn abrazo.
Amapola, mil gracias, guapa.
EliminarUn abrazo.
Adiós a una etapa.
ResponderEliminarBesos.
Alfred, cierto.
EliminarBesos.
Hay que crecer y pobre de quien no lo haga . Un abrazo
ResponderEliminarChelo, es irremediable, y tienes razón, pobre de quien no lo haga.
EliminarUn abrazo.
Empieza la verdad
ResponderEliminarBesos
Noel, vaya que sí.
EliminarBesos.
El fin de la infancia, expresado con una enorme ternura.
ResponderEliminarPrecioso poema, Marinel.
Besos.
Mirella, la infancia es ternura o debiera serlo para todos porque todos pasamos por ella.
EliminarGracias.
Besos.
Pasó pero no por eso debería de ser olvido, para bien o para mal.
ResponderEliminar( Y de los cuentos nunca nos libraremos)
Precioso poema.
Un saludo
Jaime, no creo que la olvidemos porque a poco que nos esforcemos...parecemos niñ@s
EliminarNo, de los cuentos nunca...para bien y para mal(según se mire)
:)
Gracias.
Un saludo.
De vez en cuando hay que arrullar a esa niña,curiosa e inspirada, que nos equilibra por dentro y nos renueva...Precioso y sentido, Marinel.
ResponderEliminarMi abrazo y mi cariño.
Mª Jesús, suscribo tu comentario por completo.
EliminarGracias.
Un cariñoso abrazo.
No suelen hacer caso, no...
ResponderEliminarY cuando uno se da cuenta ya no puede hacer nada.
Besos.
Toro, así es la vida...
EliminarPero...podemos retrotraernos de cuando en cuando y dejar la tediosa y pesada madurez a un lado. Es divertido hacerlo.
Prueba y verás.
Besos.
Me dio ternura,abrazos
ResponderEliminarAlfa, me alegro.
EliminarAbrazos.
Qué preciosidad de poema, pura ternura, Marinel, encandilada me quedo... y veo en él :)
ResponderEliminarBesos mil
Milena, mil gracias. Me inspira mucha ternura aquel periodo. Toda la infancia es ternura.
EliminarMe alegra que te veas reflejada ;)
Besos miles.
A pesar de todo,¡qué bello tiempo la infancia! El único tiempo donde vivimos (y nos bebemos)con intensidad el presente.Después,todo se hace más oscuro y complicado...más vulgar.
ResponderEliminarMi hermana,de pequeña,sólo tenía muñecas de trapo...alguna vez me dejaba jugar con ellas.
Joaquín, bello, sin duda. Después, a medida que crecemos, la vida nos marca un ritmo bien distinto...pero hay que seguirla sea como sea de la mejor manera posible.
EliminarEs que son más achuchables, más, casi diría...humanas. Jamás me gustaron las otras, así que entiendo a tu hermana y me alegra que te dejara jugar con ellas.
La infancia, dicen que se cura con la edad. Pero siempre queda algo... ¡Qué bonito que sea así...!
ResponderEliminarUn beso.
Miguel, en mi caso no es así, jajajaja
EliminarMe chifla de cuando en cuando volver a ser aquella niña de largas trenzas y juegos sin preocupaciones.
Un beso.
¡Ese mundo bendito de la infancia...!
ResponderEliminarUn abrazo.
Rafael, bendito y maravilloso, sí.
EliminarTodos los niños debieran sentirlo así.
Un abrazo.
¡Qué pena que pase la infancia...!
ResponderEliminarTracy, pena, sí...pero es la vida.
Eliminaray que precioso!. me encantó
ResponderEliminarMichelle, gracias, me alegra que te haya gustado.
EliminarRecuerdos deliciosos, cargados de ternura, Marinel.
ResponderEliminarUna etapa preciosa y tú la has bordado.
Besitos.
Carmela, así es esa etapa...tierna y esponjosa.
EliminarGracias.
Besitos.
...y le pusieron anteojos, claro... Con aquellos cuentos de la hermana guapa que era la mala y la fea la buena, el príncipe salvador, la bruja vieja, los héroes y heroínas equivocados. Muy bueno tu poema, yo, como ves he entresacado el contenido que he percibido...igual me equivoqué? Fuerte abrazo.
ResponderEliminarMaru, cuentos de todo tipo, la verdad e incluso diría que los que menos leía eran los de príncipes y princesas, aunque también, claro.
Eliminar:)
Me parece estupendo que siempre des tu aportación a mis cosas. Eso no es equivocarse, es tratar de entender lo leído y eso está siempre bien.
Fuerte abrazo y gracias.
Leyendo tu bello poema rememoro mi infancia. Suele identificarse la infancia con el paraíso perdido. No es mi caso. Hay infancias para todos los gustos. La desmemoria nos ayuda a conservar lo mejor de las mismas. Nada más...
ResponderEliminarBesos, Marinel
Luis Antonio, no sé si me alegra haberte llevado a rememorarla, para la mayoría lo es aún con el recuerdo, pero me parece que en tu caso no lo es tanto...
EliminarBesos.
Estimada Marinel, bello poema el que nos compartes, una suerte de viaje al pasado, hasta esa infancia que nos deja huellas para el resto de la vida, con la que seguimos haciendo ese viaje lleno de contrastes hasta irnos adentrando al otoño de nuestros días.
ResponderEliminarBellísimo y evocador!
Besos.
Gustavo, gracias.
EliminarLa infancia nos marca para siempre, no a todos por igual, ciertamente, pero no hay duda de que deja huella y por lo general, bonita. Con ella vamos recorriendo el camino hacia ese otoño irrefutable, sí.
Mil gracias de nuevo.
Besos.
Tierno y dulce, me ha encantado!
ResponderEliminarBesos =)))
Liliana, gracias!
EliminarBesos.
Mmmm qué cosa más preciosa y tierna has escrito.
ResponderEliminarComo si te hubieras convertido en esa pequeñita que se fue.
La infancia es la etapa de la vida más mágica si no la destrozamos los adultos. Deberías estar penado con cárcel pero dura el delito de romper o impedir tener a los niños una infancia feliz.. que después la vida haga de las suyas, ahí.. no.
Un beso gradísimo y gracias MARINEL!!
María, me alegra que te guste. Me nació así, qué le vamos a hacer...
EliminarLo fui alguna vez aunque parezca lejano y era tal cual.
Una etapa preciosa e inolvidable que todos los niños debieran sentir así, pero hay adultos y sucesos que la destrozan, cierto, triste y doloroso.
Un beso enorme para ti.
Etapas que se van pasando y la vida continua.
ResponderEliminarBesos.
Laura, así es, ciertamente.
EliminarBesos.
La infancia en la gente sensible es perpetua y hace este tipo de poemas, tan bellos.
ResponderEliminarUn beso.
Sara, supongo que se nos queda una parte de ella anclada de por vida, sí...
EliminarGracias por ver con buenos ojos mis letras.
Un beso.
Hola Marinel, vengo de por casualidad a tu blog y me encuentro con una entrada tan preciosa como tierna y eso me encanta. La infancia es la etapa de la vida que nos marca todo el futuro, creo.
ResponderEliminarHe decidido quedarme contigo.
Gracias por estas cosas...
Amistosamente.