De repente...entiendo el vivir.
Por instantes fascinantes nacidos
para adherir al alma hasta hacerla
inexorablemente devota y aferrarla
al instinto de perdurar para sentirlos.
Por esas imágenes grabadas en la retina
viajando al corazón hasta cosquillearlo,
y en arrebatos, ascender a los labios
tornándose sonrisa rutilante como el
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