Hubo un día en que el cielo mudó.
Negras nubes, un presagio sin voz
impregnó los hogares.
El cansancio cuajó, como aquellas
Negras nubes, un presagio sin voz
impregnó los hogares.
El cansancio cuajó, como aquellas
caléndulas en altares sin piel.
Carroñean las aves entre
la miseria sin bastión
ni bandera.
El apátrida crece
extranjero en sí mismo,
como crece la hierba,
como yaga una herida
si la aguja no enhebra
la esperanza que cura.
Mas la hubo...
la miseria sin bastión
ni bandera.
El apátrida crece
extranjero en sí mismo,
como crece la hierba,
como yaga una herida
si la aguja no enhebra
la esperanza que cura.
Mas la hubo...
La mató quien ordena
atajar el problema
sin dar tregua al pensar.
No hay ayer, ni mañana o jamás.
atajar el problema
sin dar tregua al pensar.
No hay ayer, ni mañana o jamás.
Combatir hollaría las tinieblas,
sin embargo algo impregna
las fuerzas, que aclimata,
que yerra el camino a seguir.
sin embargo algo impregna
las fuerzas, que aclimata,
que yerra el camino a seguir.
Habito más de una vez en esa clase de ¨no lugar¨ de pesadilla.
ResponderEliminarY despierto.
Y no siempre difiere la vigilia del sueño, pero a veces sí, por suerte.
Abrazo inmenso.
SIL
..Y empezó a haber apátridas cuando hicimos las fronteras ¡Cómo no derramar lágrimas cuando las bocas se cierran! Y están prestas las garras...
ResponderEliminarEres genial.
Besos.
André
Hay una patria que es de todos, la Madre Tierra, pero demasiados buitres nos cierran el paso, nos tapan la boca, nos alejan del saber.
ResponderEliminarBesos,
Qué foto más tétrica, menos mal que tus palabras hacen de contrapeso.
ResponderEliminarSueño o pesadilla; pero me gusta como has creado y recreado este escenario apocalíptico cargado de ironía.
ResponderEliminarUn placer leerte.
Abrazos
Detesto los apatridas que buscan escusas para ocultar sus miserias.
ResponderEliminarUn poema Tremendo!!
Besos Marinel y se feliz!
a los apátridas los llagó con creces el cuchillo de las miserias.
ResponderEliminarLuego convirtieron las pesadillas en realidad miserable cotidiana, querida Marinel...
Un abrazo
despojados hasta ser carroña
ResponderEliminarUn estallido de letras que se plantan de frente a la indignidad, cerrar las bocas es admitir el duelo de una patria que llora.
ResponderEliminarAy, Marinel, me llegaste al alma.
Abrazos muchos
Una queja, un desgarro, la herida del poeta sangrando ante tanta injusticia. Es un gran poema, Marinel. Te felicito. Me encantó, plasma esa realidad de las innecesarias fronteras, creadas por y para los intereses de los buitres, que ellos sí que las cruzan para guardar sus dineros vilmente.
ResponderEliminar¡Anda que...! y encima te preocupa que no te salga bien la "Tontá".
ResponderEliminarDespués de leerte y comprobar cómo derramas sentimientos, no me cabe la menor duda de que lo harás estupendamente.
Besos, Marinel
Yo hay noches que casi los oigo, los "pensamientos-buitre"...
ResponderEliminarEn la tristeza que desprende tu poema hay muchos reflejos donde me reconozco, Marinel.
Muchos besos.
Cuando hay tristeza en tus palabras y la acompañas con los buitres a la espera, nos dejas con desazón.
ResponderEliminarUn señalamiento a la injusticia vuelto poesía. Un abrazo Marinel
ResponderEliminarSábanas rotas y lágrimas prestas...
ResponderEliminarUfffffff, que duro.
Solo ha faltado ver un ser humano derrumbado próximo a esas aves carroñeras quitándole la carne a picotazos, entonces la foto estaría completa y estaríamos viendo la realidad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Nada tan descorazonador como sentirse apátrida de uno mismo. Es como quedarse con los pies colgando que no alcanzan el suelo y las manos que no son capaces de salir por la estrechura de la bocamanga. Delicado y precioso poema.
ResponderEliminarBesos
Tristeza y desolación dejan tus palabras aunque vengan dichas en forma de un precioso poema. Un abrazo.
ResponderEliminarHay buitres que hacen todo lo posible porque los sueños se conviertan en pesadillas. Ellos hicieron las fronteras humanas y nos convirtieron a todos en apatridas.
ResponderEliminarBesos
Hola Marinel, esos buitres son los que quieren acabar con nosotros, día a día nos quieren callar, pero de nosotros depende no dejarles avanzar.
ResponderEliminarBesos.
Desgarrado poema, en el que suceden metáforas a ritmo vertiginoso.
ResponderEliminarBesos.
Me envuelvo de palabras bellas siempre que vengo a verte, Marinel. Y la belleza en lo que dices siempre es lo de menos, pues queda eclipsada por sus tremendos significados.
ResponderEliminarPoesia desgarradora, profunda!
ResponderEliminarun abraxo!
Sólo hay ahora, como siempre...
ResponderEliminaren el tormento un halo de rebeldía,
ResponderEliminarbuena poesía
saludos
Eres tremenda, ¡Enhorabuena! Esto es una obra maestra, actual y válida para muchos aspectos de la vida.
ResponderEliminarTodo acabará desolado y yermo.
ResponderEliminarYa no bastan las lágrimas derramadas, para anegar de esperanzas tanto futuro devastador.
Bss.
Marinel, preciosa crítica al momento que vivimos, rodeados de buitres y alimañas acechando a los indefensos y oprimidos...Tremenda confusión nos invade a veces ante la inseguridad y el desorden...Tu poema lo refleja de maravilla y con gran expresividad, amiga.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo grade.
Feliz jueves.
M.Jesús