Suelo ser calma, persona, sin presumir; educada
Me abstengo de vorágines linguales que pueden acabar
en dura verborrea o enfrentamiento hostil.
Me aterran las batallas,
ese tejido basto de lo "humano" carente de latidos.
No siempre, he de añadir; no siempre.
Los años hicieron resistencia a la amalgama de buenas intenciones,
me fueron despertando el alma helada, esa vigía callada,
la parte de mí misma guerrera empecinada
saliendo de trinchera a la ofensiva
Hay cosas imposibles de entender...
Me duelen, me rugen, arañan mis entrañas.
Los niños de las guerras, carnaza de las balas.
Su hambruna, sus heridas, sus llantos...
Espanto en la mirada.
La suya sobre trémulos temblores,
la mía mutilada.
Y sale al fin la fiera que se esconde gritando exacerbada.
Las manos quisieran ser espadas,
la voz, un lanzallamas en contra
de esos pocos que tiran de otros muchos
sin mente, sin redaños para plantarle
cara a dueños de la muerte indiferente,
al filo de guadaña segando las vidas incipientes,
el futuro de seres indefensos, matando sus sonrisas
e ilusiones... la esperanza.
El odio me atenaza.
Me queda la palabra trepidante, conmovida.
Me quedan muchas lágrimas y una fiera
insomne con letras como garras.
Efectivamente, no siempre se puede ser calma y educada, hay muchos hechos que ocurren en el mundo y a nuestro alrededor para no saltar y gritar aunque sea de impotencia, pero al menos que nuestro grito suene a denuncia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es precioso como lo dices, a veces sin querer la rabia crece dentro y tiene que salir, hay injusticias que claman y no gritar nos humilla. Un abrazo
ResponderEliminarTe queda la palabra.
ResponderEliminarMe recordaste a Blas de Otero.- Maravilloso-
Mil besos.
Cuantas veces la indignación nos conduce a la batalla al ser consecuentes con los profundos sentimientos Como dice Sil siempre queda la palabra.
ResponderEliminarBesos
André
No está mal sentir enojo, rabia, angustia por la maldad y la tristeza que nos rodea...es imposible no afectarse. Sería inhumano no reaccionar!
ResponderEliminarTe abrazo,Marinel, muy unida a tu sentimiento, y porque tu escrito tiene fuerza, y lleva razón.
Me parece un poema sublime, me ha encantado y me ha gustado sobre todo porque es una forma bonita de reflejar una fea realidad. Biquiños!
ResponderEliminarun poema en lucha,
ResponderEliminarbien logrado
saludos
Convendrá guardar la calma, la serenidad... pero no por ello dejar de batallar contra las injusticias... esas que -aunque creamos que están delante de nuestros ojos, puede que estén dentro de uno... a por ellas... pero sin rabia, sin violencia...
ResponderEliminarEs un placer leerte, gracias Marinel
Besos
Pues sí. No hay nada peor que abusar de los más indefensos. Que cargar contra la infancia. Y justo es indignarse. Lo extraño es no hacer nada o al menos no conmoverse. Y no creas que no todo el mundo es como tu. Un abrazo
ResponderEliminaruna descripción que lleva implícita la queja de un mundo injusto,a veces inexplicable por los intereses que se juegan detrás...
ResponderEliminarDespués de la con-moción nos queda la palabra.
Un abrazo,Marinel
Eso está bien.
ResponderEliminarTodo tiene un límite.
A mí me ocurre lo mismo.
Besos.
las palabras son caricia y también ráfagas balísticas
ResponderEliminarde uno depende y de las circuntanscias el como las usa
bien llevado poema Marinel, van in crescendo las imágenes poéticas
felicidades
buen fin de semana
besitos
"Suelo ser calma, persona, sin presumir; educada
ResponderEliminarMe abstengo de vorágines linguales que pueden acabar
en dura verborrea o enfrentamiento hostil.
Me aterran las batallas,
ese tejido basto de lo "humano" carente de latidos..."
Me quedo, una vez más, con el agua clara de la vieja fuente, sabia, que mana y calla...
Un abrazo Marinel.
ES MUY CIERTO, ENTRE LA CALMA Y LA EDUCACIÓN HAY UN SIN FIN DE SUCESOS QUE HACEN QUE SER CALMADO NO SEA SUFICIENTE Y NECESARIO PARA SER EDUCADO.
ResponderEliminarABRAZOS
CARLOS
Muchas veces las injusticias despiertan la rabia que algunos tenemos dormida...y entonces sacamos la uñas.
ResponderEliminarFeliz fin de semana
Besos
Que tu guerra sea siempre la garra de tus palabras y nunca la aguerrida fuerza de tu puño cerrado. Bellas letras como bella es tu alma.
ResponderEliminarBesos.
Es bueno mostrar las garras para defender lo que debe ser defendido. Hay cosas imposibles de entender en todas partes, mi querida Marinel, y siempre quedan muchas lágrimas y esa fiera insomne que nos impulsa a expresarnos a través de la palabra para denunciarlas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo!
Fer
A veces hay que sacar las uñas a pasear.
ResponderEliminarLa rabia se adueña de nosotros muchas veces aunque procuremos ocultarlo, recuerdo ese caso de una joven universitaria saudí con un ataque al corazón y a la que no pudieron acudir los servicios sanitarios por no llevar esta el velo, increíble como tantas injusticias inventadas por el ser "humano"
ResponderEliminarBesos,
Yo creo que hay que mantener la serenidad, pero no por ello dejar de luchar por lo que merece la pena, y a veces incluso es necesario plantar un poquito la cara, pero siempre sin hacer daño y con paz. Muy bien escrito Marinel, y el mensaje muy claro. Un fuerte abrazo y buen fin de semana amiga.
ResponderEliminarHermoso. y al final la resistencia a las batallas se suelta con la garra de la palabra.
ResponderEliminarUn lindo mensaje humano.
Saludos cariñosos.
Precioso, Marinel, todos aguantamos y resistimos...hasta que duele el alma y escapa la palabra aguerrida,defensiva y sincera...Muy bonito e inspirador,amiga.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo inmenso.
M.Jesús