Mírala que linda ahí sentada, acicalada, viendo pasar trenes cargados de transeúntes que la miran gozosos al ver su indefinible aspecto. Siempre está. Nadie sabe su edad, si va o viene y tampoco les importa. La quieren en cuanto la conocen. Ella siente un flechazo tras otro, se deja enamorar. Enajenada de felicidad, a veces se comporta de manera irracional, cruel en ocasiones, con desdén e infantil otras, pero sabiéndose amada sin límite, perdonada y vuelta a amar sigue actuando a su antojo. Sin embargo...
Se la ve triste a menudo...y es que nunca nadie permanece junto a ella para siempre.
Se la ve triste a menudo...y es que nunca nadie permanece junto a ella para siempre.
Mírala, que linda la vida ahí sentada, acicalada en el andén, sempiterna la espera.
Y cualquier el día el tren de los años la atropellará.
ResponderEliminarBesos.
Si que es triste verse así, muy amada pero también tan sola, por muchas personas que pasen a su alrededor ella sigue estando sola, es muy triste y duele ver a cuantas personas a nuestro alrededor en ese estado.
ResponderEliminarBesos.
Cuántas Penélopes...
ResponderEliminarLa vida es tan corta que no merece espera alguna,y menos en el andén de la soledad. Hay que seguir caminando pase lo que pase.
Besos, mi Uka.
P.S. Y eso que tú sabes de andenes, eh? ;-)
Profunda y bien narrada la historia de la vida... O del ser humano que la habita.
ResponderEliminarMarinel, siempre tan en sintonía...
Un abrazo amiga.
Que bonito retratar a la vida en un ejercicio en el que cualquiera hubiera descrito a la muerte. Un aplauso
ResponderEliminarTansitamos por la vida esperando el tren que un día nos llevará a nuestro destino.
ResponderEliminarBesos
Una metáfora preciosa de la vida, de ese tiempo infinito, que siempre nos espera en el andén y nos mira con sus ojos enigmáticos e inefables...cómo nos movemos y vamos de un lado para otro.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo grande por tu bella inspiración,que nos induce a reflexionar.
M.Jesús
Hoy tu metafórico post, me ha dado para mucho, en la brevedad de la vida, y... en este mundo tan vacío y superficial en que vivimos, donde la belleza puede ser una tarjeta de presentación... si, pero si no hay nada detrás, pronto deja de tener importancia. Además la belleza es efímera y frágil, demasiado para que sea el pilar principal de nuestra esencia.
ResponderEliminarNo dirás que no me ha dado que pensar.
Besos mil, guapa.
La vida...madre mía...que dura es a veces..un beso desde Murcia...y al final caemos todos...y nos preocupamos por pequeñas cosas...o grandes, según se miren...
ResponderEliminarSuge rente, y me gusta la ilustración.
ResponderEliminarCreo que sólo ella sabe que permanecerá sola y con algún amor pasajero por más tiempo que dure, siempre será pasajero. Así es la vida.
ResponderEliminarBello, muy bello tu texto.
Un gran abrazo.
en los andenes se recorren todos los matices que la vida colorea
ResponderEliminarbesitos
La vida se enamora y a veces incluso consigue enamorarnos. Biquiños!
ResponderEliminarLa vida se enamora y a veces incluso consigue enamorarnos. Biquiños!
ResponderEliminardicen que hay fantasmas de un amor pasado que aguardan siglos enteros en el mismo lugar donde tuvo lugar la separación u ocurrió la desgracia...
ResponderEliminarUn relato arrebatador...
Besos!
Fantástica a pesar de todo
ResponderEliminarMe ha sorprendido, no se me habría ocurrido personificar la vida...
ResponderEliminarLa vida a veces ruge como un león... o trepa como una ardilla... o quema como un intenso fuego sobre troncos de encina... y te echa jarros de agua fría...
Me ha hecho gracia imaginarla de tu mano tan estática, y me ha gustado verla tan bien aseada y respetada : )
Como siempre, preciosas palabras, me encanta siempre leerte Marinel
Besos mil
¿Coincidencia?, maravillosa diría yo. Hoy estaba escribiendo sobre una estación.
ResponderEliminarLa vida no es triste, la hacemos nosotros, pero todo tiene que renovarse, morir para dar paso a lo nuevo.
ResponderEliminarBesotes hermosa!
Una sabia metáfora de la vida. Muy bien lograda! ¡Felicitaciones! Un abrazo
ResponderEliminarNo dejar que el tren parta, hay que subirse a él y dejarse llevar.
ResponderEliminarBesosss Marinel
la espra siempre es larga, tal vez alguin permanezca
ResponderEliminarAbrazos
Me ha encantado tu idea de personalizar a la vida.
ResponderEliminarAl fin y al cabo, nada más vivo que ella misa.
Un beso.
Mira, nunca lo había visto así. Siempre lo miré desde el punto de vista de los que vivimos asidos a su lindo vestido blanco, luchando y sufriendo por ella.Pero es cierto, ella tampoco tiene motivos para ser completamente feliz, nunca nadie la acompañará por siempre en su terrible eternidad...
ResponderEliminarMuy bueno Marinel.
La vida no envejece, solo las personas lo hacen, y la vida… esa siempre esta bella, dejando que los lazos que nos atan a ella se vayan soltándonos para volar libres.
ResponderEliminarUna entrada preciosa. Un beso.
Así es la vida cuando se queda quieta y tiene miedo de coger el tren...
ResponderEliminarMuy bueno, Marinel, me encanta sobre todo cómo la miras, con suavidad y con ternura, sin juzgarla...
Besos.
Yo quiero esperar en el anden mucho tiempo aunque pasen y no me miren, porque cuando me suba al último tren, sé que no tendré billete de vuelta. Por cierto siempre me han fascinado las estaciones y los trenes. Todos los sitios y ciudades que visito, en pocos me he ido sin ver las estaciones.
ResponderEliminarBesos Marinel.
La vida, sentada mirando al tren... esto ya merece ser pensado... Muy muy interesante esta imagen. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarEsperar es lo más humano que existe, y lo más contradictorio.
ResponderEliminarLa vida pasa, una sola vez, como el tren.
Besos.
Como pasajero de ese tren, quisiera quedarme junto a ella, pero los celos del destino no lo permiten...
ResponderEliminarHermoso amiga.
Un abrazo.
Acertadas letras, Marinel.
ResponderEliminarY lo importante es seguir caminando, siempre adelante y procurando mirar atrás lo menos posible.
Un abrazo cariñoso-