Hoy encendí una cerilla. Pensé en ti. En mí. En todo.
¿Qué hacer para evitar pensar?
La cerilla la tomé por gusto. La encendí como para cerciorarme de que el pasado existió.
Una rascadita leve y ¡zas!
Ahí estoy de nuevo, en el lugar y momento exacto que al poco de ser presente ya nacía pasado, ya descendía en fulgor e intensidad hacia la irrefutable extinción.
Las cajas de fósforos son de varios tamaños, pero todas albergan esos palitos llameantes...
Muy bello, iluminas mi alma con tu luz, Feliz semana.
ResponderEliminarAmapola, bellas tus palabras hacia mis letras.
EliminarGracias.
Besos y feliz semana.
Bien hecho, Marinel. El fuego purifica e ilumina, ¿lo sabías, verdad? Y hoy es menester purificar y pensar para iluminar nuestra realidad.
ResponderEliminarMuchos besos.
Fer
Fer, lo sé o al menos eso he leído, aunque también tengo alguna escaldadura, la verdad.
EliminarSí...hay días que es vital quemar, aún metafóricamente, la realidad...
Muchos besos.
Una simple llamita es como un amor , si no arrojas el palito ¡Quema!
ResponderEliminarBesos
André
Andrés, totalmente cierto.
Eliminar:)
Besos.
Tu llama no se apaga querida Marinel, sino que se extiende y crece cada vez que nos haces emocionar con tus palabras.
ResponderEliminarBesos
Ilesín, creo que se apagará, mi querida Ilesín. Todos somos llamitas de apagón irrefutable. Pero aquí hablaba de esos recuerdos que son como destellos de luz, eso que vienen y se saben efímeros como una llama.
Eliminar:)
Besos.
Siempre me gustó el fuego, es como el amor prende y crece. Un abrazo
ResponderEliminarEster, a mi me gusta la danza del fuego, pero la del amor brujo de Falla.
EliminarUn abrazo.
Mantén siempre encendida esa llama, no permitas su extinción, ella es vida Marinel.
ResponderEliminarMuchos besos.
Lore, de eso se trata, de, mientras nos vamos extinguiendo, prendernos una y otra vez a los recuerdos. Al fin; de ellos estamos hechos.
Eliminar;)
Muchos besos.
Toda una cajita llena de lucecitas, como nosotros.
ResponderEliminarReposamos en nuestro interior y a veces nos encendemos
iluminamos a nuestro alrededor o nos iluminan.
Es curioso todo lo que podemos pensar ante un acto tan frecuente,
si nos paramos a hacerlo con toda nuestra atención.
Esta entrada me ha recordado un cuento de Eduardo Galeano..... que posiblemente tiene poco que ver, pero a mi me lo ha recordado. Es posible que lo conozcas:
“Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.
A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.
—El mundo es eso —reveló—. Un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.
No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.”
una lluvia de besos
Maduixeta, que bonito cuento del gran Galeano y sus cuentitos siempre tan llenos de vida, de profundidad que además salpimienta con grandes dosis de entusiasmo y diversión para llevarnos de su mano hasta el centro de su pensar transformado en letras.
EliminarMe ha encantado. Muchas gracias, fueguito.
:)
Besos miles.
A veces resulta muy difícil mantener encendida esa llama, ese fuego entre dos.
ResponderEliminarBesos.
Saudades, sí, realmente complicado. Las llamas son efímeras, como la vida, los recuerdos, los pensamientos e instantes...somos una cadena de fugacidades.
EliminarBesos.
Queda luz, olor y a veces....quemaduras
ResponderEliminarNoel, de todo queda, sí y de ello se aprende.
Eliminar¿Qué hacer? Quemarlo todo ;) Biquiños!
ResponderEliminarCris, esoooo, a hacer una hoguera enorme!
Eliminar:)
Besos.
Los pensamientos llegan... No son de uno. Creemos que sí, pero no!
ResponderEliminar“Pensamos” cuando los hacemos nuestros. Si no los retienes se irán. Cierto que serán sustituidos por otros. Cientos, miles al cabo del día. Si no los retienes, cada vez irán llegando menos...
Y la mente alcanzará su razón de ser...
“Que tu mente se convierta
en compañera de tu viaje,
Y generosamente se apague
cuando llegues a la otra orilla.”
Sehsa.
Ernesto, los ensamientos pueden ser libres, ir y venir a su antojo haciéndonos creer que los fabricamos nosotros sin que ello sea cierto...pero lo que sí es cierto o al menos eso creo, es que los recuerdos sí son propiedad de cada cual. Ellos son nosotros, nuestra vida.
EliminarLa mente vacía es la plena... ¿vaciarse para llegar a la profundidad de uno mismo, al conocimiento de la verdad y con ella a la paz?
:)
Muy bonito. Espero que mi mente sea generosa en su viaje junto a mí. Yo trato de serlo con ella.
Abrazo.
La llama de un fósforo ilumina un momento, es efímera, pero también sirve para alimentar un fuego mayor, que calienta, cuece, vigoriza.
ResponderEliminarEn mi opinión hay que prender muchos fósforos y no temer lo que iluminan.
Besotes, Marinel, tus textos siempre nos hacen reflexionar.
Mirella, así es. De la nimiedad de la llama al fuego devorador...
EliminarNo, no hay que temerlos. Los recuerdos son destellos de un pasado que nos ha ido conformando, haciéndonos y eso hay que aceptarlo e incluso agradecerlo, por supuesto.
Besos muchos.
Todo se va tan rápido en esta vida...
ResponderEliminarLo que creemos presente, se diluye rápidamente y pasa a ser pasado.
Muchas veces he querido retener el tiempo, pero al igual que la llamita de esa cerilla, se me escapa fugaz de las manos.
Sigamos soñando, amiga mía, a veces es bello recordar el pasado.
Cariños en el corazón.
Kasioles
Kasioles, sí, mi querida amiga, a veces, demasiado rápido...
EliminarEs imposible retenerlo. EL tiempo es inatrapable, sólo somos llamitas que apagar en uno de sus suspiros.
Pero sí, soñemos, siempre y con ilusión.
Cariños para ti.
Me alegro mucho de que esa cerilla sea la que produjo la llama para traerte de nuevo Marinel. Besos y buen fin de semana. @Pepe_Lasala
ResponderEliminarPepe, gracias.
EliminarSon chasquidos ingobernables.
:)
Besos y feliz semana.
Que esa cerilla sirva para mantener muchas llamas encendidas; en el buen sentido de la palabra, no lo vaya a leer un pirómano y ya le hemos jodido.
ResponderEliminarBesos Marinel.
Rafa, jajajaja
EliminarSí, sí, en el buen sentido, que no están las cosas para prender fuegos de esa índole.
Besos.
Hola Marinel, bueno es pensar y que no falten los pensamientos, buenos o malos pero que los tengamos, la llama de laa cerilla tenemos que tener cuidado, que cuando no nos damos cuenta nos quemamos:)
ResponderEliminarBesos.
Piruja, así son los pensamientos y recuerdos...como los dejemos que nos invadan en exceso nos queman!
Eliminar:)
Besos.
Los pensamientos se aferran a nuestra mente y no acaban de marchar.
ResponderEliminarTal vez, a veces, se vuelven distraidos, tal vez se esconden por un tiempo, pero regresan.
¡Qué bien escribes Marinel!
Un beso
JJ, no acaban de marcharse porque somos nosotros y con nosotros partirán. Son momentos que hemos vivido y por mucho que pretendan distraerse o queramos evadirlos...están dentro.
EliminarMil gracias, aunque no comparta tu opinión.
:)
Un beso.
Y no hay llama que se encienda en vano, ni pasado que sea completamente olvidado.
ResponderEliminarTe deseo un hermoso año Marinel y te mando un abrazo en esta noche decorada con estrellas fugaces!
Aquamarine, así es; justo así.
EliminarTambién yo te deseo un año memorable en el que todo te lleve a la felicidad.
Un cálido abrazo para ti.
Lo primerísimo mis mejores deseos para y por siempre y siguiendo en lo primero apartado a) , tu reflexión narrada es la certeza de cuan vanidosos somos algunos.
ResponderEliminar¡mi enhorabuena¡
Besos muy muy cariñosos,
tRamos
Tramos, mil gracias por tus buenos deseos que son recíprocos absolutamente.
EliminarCreo que a vanidad es inherente al ser humano. Nos viene bien algún zarandeo de cuando en cuando; las curas de humildad son imprescindibles.
Besos cariñosos para ti.
La llama es el instante, el verbo ser y estar en los tres tiempos... Lo importante que es tú lo hiciste eterno.
ResponderEliminarUn beso fuerte y mi cariño.
Julie, así es...los instantes son como esa llama en la cerilla. Hacer eternos esos momentos es cosa nuestra, efectivamente.
EliminarUn beso enorme para ti con todo mi cariño.
Escribes de forma muy bonita. Me quedo aquí si no te importa. Saludos :-)
ResponderEliminarCarlos, hola. Bienvenido.
ResponderEliminarGracias, sólo son mis cosas, nada más, pero gracias.
Claro, puedes quedarte, mi isla es tuya también.
Saludos.
Ver la cerilla como metáfora del recuerdo... Ummmm, y sí.
ResponderEliminarY ver cómo cada una que encendamos desprenda una luz diferente ante el mismo instante vivido, y que no deje de quemarnos aún prendidos ante el presente, como un fuego sanador.
Besos, princesa.
El otro día pasé y leí esta preciosidad pero no me dio tiempo a decirte nada... hoy te digo MARINEL que a veces creo que no eres consciente de lo inmensa que eres dentro.. por fuera no sé... pero esto es tan genial que deberían ponerlo como frase lapidaria de esas de referencia ..
ResponderEliminar...La inmediatez, el instante, ahora .. no hay más ...
Palitos llameantes, tienes razón .. posibilidades, instantes de luz!
Un beso cielo y .. subo .. Hoy me pongo al día contigo quiero dejar los deberes hechos antes del finde jaja Muaaaaaakss!!